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Hoy hemos tenido la oportunidad de conocer de primera mano el Samsung Galaxy View, un tablet gigante de Samsung cuyo lanzamiento se ha producido un poco después del también gigante iPad Pro de Apple (que analizaremos en breve).
El Samsung Galaxy View es un tablet con una pantalla de 18.4″ de resolución Full HD. Nos hubiera encantada que la pantalla fuera AMOLED para disfrutar de negros profundos y colores vivos, pero nos tenemos que conformar con un panel LCD en esta ocasión.
En cuanto a su interior, encontramos un procesador de 8 núcleos a 1.6GHz (posiblemente el Exynos 7580), 2GB de memoria RAM , 32GB de almacenamiento ampliable mediante micro-SD y una batería que le otorga 8 horas de autonomía. El puerto USB es compatible con OTG, por lo que podemos conectarle discos duros externos u otros dispositivos de almacenamiento.
Cuenta con una cámara frontal de 2MP pero, como es obvio, no incorpora cámara trasera dado que sería bastante absurdo tomar fotografías con un tablet tan grande y pesado.
El sonido también es otro aspecto destacable de este tablet, ya que cuenta con dos altavoces estéreo potentes. En los vídeos y juegos que hemos disfrutado, el sonido suena con gran potencia y cuerpo.
En cuanto a sus dimensiones, se trata de un tablet grande, muy grande. Son 45 cm de largo y 28 cm de alto, aunque «solo» 1,2 cm de grosor. El Galaxy View pesa 2,6 kilogramos y por ello Samsung ha optado por incorporar un asa en el propio cuerpo del tablet.
Muy ingenioso y, sin duda, muy útil para transportar cómodamente el tablet (dentro de casa, eso sí, porque el Galaxy View es un tablet para estar en casa o en el trabajo).
Samsung orienta este tablet para el uso en el hogar, como una pantalla de gran tamaño para disfrutar de contenido multimedia, juegos y navegación web.
El interfaz de Samsung incorpora un acceso directo en la barra de menús que nos lleva a un mosaico de canales donde podemos seleccionar Orange TV, Clan, Atresplayer, YouTube, Netflix, etc.
Samsung afirma que espera que esta lista de contenidos crezca, si bien realmente no se trata más que de un frontal para lanzar las aplicaciones de cada medio que podemos descargar de Play Store.
Aunque también puede utilizarse para fines profesionales, la densidad de la pantalla (122 ppp) no está destinada a diseñadores gráficos que trabajan con imágenes de alta resolución ni tampoco parece que su potencia y memoria favorezcan tareas intensivas de retoque o edición de vídeo.
Durante el tiempo que hemos podido probar el tablet, su rendimiento nos ha causado una buena impresión. El interfaz se mueve con gran fluidez y las aplicaciones se abren rápidamente, como era de esperar por otro parte.
En conclusión, se trata de un dispositivo «diferente» y, a la vez, interesante, pero no parece probable que muchos usuarios estén dispuestos a gastarse seiscientos y pico euros en un tablet que no podrán sacar de casa y transportar cómodamente.
Y dentro de casa ¿cumple un papel relevante? Su tamaño es grande, pero no lo suficiente como para sustituir a un segundo televisor en el dormitorio o la cocina, además de de que estamos limitados a contenidos por Internet. Como plataforma para jugar o navegar, su resolución no es lo suficientemente elevada como para que podamos disfrutar más contenido que en un tablet convencional.
Por tanto, aunque no deja de ser un dispositivo muy apetecible, su gran tamaño hace que esté dirigido al segmento más alto de los usuarios, aquellos que pueden permitirse un nuevo tablet en casa, sin sustituir a los ya presentes.