¿Confiarías en un abogado que fuera un robot?
¿Podría tu próximo abogado ser un robot? Suena descabellado, pero los sistemas de software de IA son cada vez más utilizados por la comunidad jurídica.
De hecho, una app llamada DoNotPay se describe a sí misma como «el primer abogado robot del mundo».
Esta app ayuda a los usuarios a redactar cartas legales, según explica BBC. El usuario le dice a un chatbot cuál es su problema, por ejemplo, recurrir una multa de aparcamiento, y él le sugerirá cuál es el mejor lenguaje jurídico que puede utilizar para realizar un escrito formal.
«La gente escribe su versión de un argumento utilizando sus propias palabras, y un software con un modelo de aprendizaje automático lo relaciona con una forma legalmente correcta de decirlo», dice.
La app puede ayudar al usuario a redactar escritos sobre una serie de cuestiones: reclamaciones de seguros, solicitud de visados de turista, cartas de reclamación a una empresa o autoridad local, devolución del dinero de unas vacaciones a las que ya no puede ir o cancelación de la suscripción a un gimnasio, entre otras.
DoNotPay afirma tener ahora 150.000 suscriptores de pago. Aunque algunos dicen que su asesoramiento jurídico no es lo suficientemente preciso, el año pasado ganó un premio de la Asociación de Abogados de Estados Unidos por aumentar el acceso legal.
El creador de la app afirma que la tasa de éxito global es del 80%, que se reduce al 65% en el caso de las multas de aparcamiento, porque «algunas personas son culpables».
¿Llegaremos a ver jueces robot?
Sin embargo, aunque la IA puede ayudar a escribir cartas legales o asistir a los abogados humanos, ¿llegaremos a ver una época de abogados y procuradores robot, o incluso de jueces robot?
El profesor Richard Susskind, que preside el grupo asesor del presidente del Tribunal Supremo de Inglaterra sobre IA, afirma que en los años 80 le horrorizaba la idea de un juez informático, pero que ahora no.
Señala que, incluso antes del coronavirus, «Brasil tenía un retraso judicial de más de 100 millones de casos, y que no hay ninguna posibilidad de que los jueces y abogados humanos se ocupen de una carga de casos de ese tamaño».
Así que si un sistema de IA puede predecir con gran precisión (digamos que con un 95% de probabilidad) el resultado de las decisiones judiciales, dice que tal vez podríamos empezar a pensar en tratar estas predicciones como determinaciones vinculantes, especialmente en los países que tienen una acumulación de casos imposiblemente grande.