El popular influencer chino al que el gobierno cortó la transmisión sigue desaparecido
Hace un mes, el influencer chino Austin Li, cortó una retransmisión en directo después de que apareciera en la pantalla un helado en forma de tanque.
Aunque más tarde explicó que fue un problema técnico, se cree que fueron los censores del Gobierno chino quienes vieron una referencia al aniversario de las protestas y la masacre de la Plaza de Tiananmen que ocurrieron justo 33 años antes.
En 1989, los estudiantes celebraron manifestaciones a favor de la democracia en la plaza de Pekín que comenzaron el 15 de abril y terminaron el 4 de junio, cuando las tropas abrieron fuego y mataron a miles de manifestantes desarmados, según algunas estimaciones.
Hasta la fecha, el tema es muy sensible en China. La información sobre la masacre ha sido borrada de los libros de historia y se eliminan regularmente publicaciones de Internet como parte del llamado «Gran Cortafuegos», la enorme red de censura en línea de China.
Muchos han especulado con que Li, de 30 años, no era consciente del significado del tanque, dado que los chinos nacidos después de la masacre saben muy poco de ella, ya que no hay registros disponibles.
Li contaba con más de 60 millones de seguidores en Taoba, una plataforma online propiedad de Alibaba, lo que le convertía en el streamer más popular del momento. Para poner en perspectiva su enorme influencia, una vez vendió 15.000 barras de labios en solo cinco minutos en 2018, lo que le valió el apodo de «rey de las barras de labios».
No se sabe si Li ha sido arrestado. Su cuenta permanece activa, pero no ha retransmitido en directo ni ha publicado nada en las redes sociales desde ese día.
Esta táctica del gobierno chino no es nueva. A finales de 2021, la streamer con más seguidores, Huang Wei (conocida como Viya online), y la tercera con más seguidores, Zhu Chenhui (conocida como Cherie), recibieron multas de millones de euros por evasión de impuestos por parte de un organismo local en Hangzhou (China).
Incluso después de que cada una se disculpara públicamente, sus cuentas de Taobao y otras en las redes sociales desaparecieron. Nunca volvieron a retransmitir en directo.
Estos imperios online fueron derrocados de la noche a la mañana en lo que parece ser una estrategia de represión gubernamental que se remonta a finales de 2021. El destino de los principales influencers es una señal clara de que el comercio electrónico mediante streaming en directo no puede escapar al control del Gobierno.
La caída de estos mega-influencers significa una reorganización del poder dentro de la industria, ya que el dinero y la atención que creaban se podrían desviar hacia otros más pequeños.