Netflix lanza la ofensiva contra la compartición de cuentas en su mayor mercado, EE.UU.
Netflix se ha tomado en serio la eliminación la flagrante práctica de que los abonados compartan las contraseñas de sus cuentas con personas que no pagan por el servicio.
Después de algunas pruebas iniciales, y de comenzar a nivel internacional en países como España, hoy Netflix finalmente trae su ofensiva contra la compartición de contraseñas a EE.UU..
Los usuarios que comparten sus contraseñas pueden esperar recibir un correo electrónico de Netflix llamándoles la atención sobre esta práctica, y aclarando que sólo tienen derecho a compartir una cuenta con los miembros del mismo hogar físico.
La empresa deja muy claro que sólo considera legítimas dos opciones: exportar el perfil de un usuario a una cuenta nueva, independiente y de pago, o pagar 8 dólares al mes para añadir un «miembro extra» a la cuenta, que es básicamente la mitad del precio de una cuenta estándar completa.
Los miembros adicionales pueden seguir viendo Netflix aunque no residan en el hogar principal, como antes. Sin embargo, sólo pueden ver en un dispositivo a la vez, y sólo pueden utilizar un dispositivo para almacenar contenidos descargados. Esta opción sólo está disponible en los planes de pago y no se admite en los planes subvencionados con publicidad. El plan Básico tampoco sirve, lo que tiene sentido ya que está limitado a una sola transmisión.
Netflix insiste en que hasta ahora no ha visto un gran éxodo de usuarios disgustados por los cambios y, en cambio, ha informado de un crecimiento de suscriptores en algunos mercados en los que ya se han tomado medidas enérgicas. Dicho esto, tendremos mucha curiosidad por ver cómo reaccionan los espectadores estadounidenses a esta medida en los próximos días y semanas.
Teniendo en cuenta lo caro que puede resultar Netflix en comparación con sus competidores y lo extendido que ha estado el uso compartido de cuentas durante tanto tiempo, parece inevitable que se produzca cierto grado de rechazo. Queda por ver si eso se traducirá en que la gente desembolse esos 8 dólares más al mes, se desvincule directamente de sus amigos o reconsidere por completo sus opciones de streaming.