Gaza es el nuevo campo de pruebas de los robots militares con IA de EE.UU.
La implementación de inteligencia artificial (IA) en tecnologías del Departamento de Defensa de los Estados Unidos está generando una gran preocupación. El foco principal de la inquietud se centra en la incorporación de la IA en sistemas de armas, permitiéndoles operar de manera autónoma y administrar fuerza letal sin intervención humana.
Las políticas del Pentágono que no prohíben explícitamente el despliegue de armas autónomas, conocidas como «robots asesinos», que deshumanizan a las personas objetivo y facilitan la aceptación de asesinatos generalizados, lo cual viola las leyes internacionales de derechos humanos.
La posibilidad de selección errónea de objetivos aumenta el riesgo de crímenes de guerra si, por ejemplo, una máquina mata a un civil por error, planteando interrogantes sobre la rendición de cuentas.
A pesar de que el Pentágono emitió una Directiva en enero de 2023 abordando el uso ético de la IA en sistemas de armas, posee deficiencias significativas, incluida la posibilidad de eximir la revisión de un superior en casos de «necesidad militar urgente».
Empresas militares estadounidenses como General Dynamics, Vigor Industrial y Anduril Industries ya están desarrollando tanques, submarinos y drones no tripulados. Este avance plantea preguntas sobre la ética de la guerra, con la IA expandiendo el alcance de la fuerza militar.
Gaza, un campo de pruebas para IA militar
En Gaza, se ha estado experimentando con el uso de robots y perros teledirigidos. Gaza se ha convertido en un «campo de pruebas» de robots militares donde también se están utilizando excavadoras D9 no tripuladas por control remoto.
Israel también está utilizando un sistema de procesamiento de inteligencia artificial israelí, llamado The Gospel. Fuentes israelíes informan de que el sistema está produciendo «objetivos a un ritmo acelerado» en comparación con lo que el ejército israelí era capaz de identificar anteriormente, lo que permite un uso mucho más amplio de la fuerza.
Las tecnologías de IA como The Gospel funcionan más como una herramienta para «la racionalización post-hoc de la matanza y la destrucción masivas que para promover la ‘precisión'», afirman los expertos. La destrucción del 60% de los edificios residenciales de Gaza es una prueba de ello.
El robot andante con forma de perro fue fabricado por Ghost Robotics, con sede en Filadelfia. El uso principal del robot es vigilar edificios, espacios abiertos y túneles sin poner en peligro a los soldados y perros de la Unidad Oketz.
