El FBI consiguió desbloquear el teléfono Samsung del atacante de Trump en 40 minutos con un nuevo software
El FBI tuvo acceso a una tecnología inédita para acceder al teléfono del hombre identificado como el tirador que atacó al expresidente Donald Trump, según revela Bloomberg.
El domingo por la mañana, mientras el FBI luchaba por acceder al teléfono, recurrieron directamente a Cellebrite, una empresa de inteligencia digital fundada en Israel que provee tecnología a varias agencias federales de Estados Unidos.
Los agentes del FBI buscaban extraer datos del dispositivo para ayudar a descifrar los motivos del ataque durante un mitin en Bethel Park, Pensilvania, donde Trump sufrió una lesión en el oído y un espectador fue asesinado. Las autoridades identificaron al tirador fallecido como Thomas Matthew Crooks.
La oficina local del FBI en Pittsburgh tenía una licencia para el software de Cellebrite, que permite a las fuerzas del orden identificar o eludir el código de acceso de un teléfono. Sin embargo, no funcionó con el dispositivo de Crooks, un modelo Samsung más reciente.
Los agentes contactaron al equipo de Cellebrite y, en pocas horas, la compañía transfirió al FBI un nuevo software que aún estaba en desarrollo. Una vez que el FBI tuvo la actualización del software de Cellebrite, desbloquear el teléfono tomó 40 minutos.
El software de Cellebrite puede acceder a un teléfono a través de varios métodos, que incluyen desactivar los mecanismos integrados que bloquean los intentos repetidos de ingreso de códigos, mientras genera simultáneamente millones de códigos para intentar entrar. No está claro qué método utilizó el FBI para desbloquear el teléfono de Crooks.
Cellebrite, que cotiza en el mercado de valores Nasdaq, dice que alrededor de una quinta parte de su trabajo en el sector público es para clientes federales. La compañía dice haber trabajado en más de 5 millones de casos. Esta semana, la empresa expresó su intención de ampliar su negocio con clientes federales de EE.UU.
En 2021, Cellebrite informó a los reguladores federales que había dejado de operar en ciertos lugares, incluyendo China y Hong Kong, debido a preocupaciones planteadas por activistas de derechos humanos. Cellebrite asegura que su software solo se utiliza para desbloquear teléfonos incautados en casos legalmente sancionados y nunca para vigilancia.