Google presenta Willow, su chip cuántico de última generación
Hoy es un día emocionante para la tecnología cuántica. Google Quantum AI ha presentado Willow, su chip cuántico más avanzado, que marca un hito revolucionario en este campo al abordar dos de los mayores desafíos que enfrentan los ordenadores cuánticos: la corrección de errores y la velocidad computacional.
Uno de los principales retos de la computación cuántica siempre ha sido lidiar con los errores que surgen al manipular cúbits. Estos, debido a su naturaleza extremadamente sensible, interactúan fácilmente con su entorno, comprometiendo la estabilidad de los cálculos.
Sin embargo, Willow ha demostrado un avance sin precedentes en este ámbito: la capacidad de reducir los errores exponencialmente a medida que se incrementa el número de cúbits.
Este logro se ha confirmado con pruebas realizadas en matrices de cúbits crecientes, desde configuraciones de 3×3 hasta 7×7. En cada iteración, Willow logró disminuir la tasa de errores a la mitad, gracias a innovaciones en la corrección de errores. Este hito, conocido como “mantenerse por debajo del umbral”, era un desafío teórico desde hace casi tres décadas. Ahora, con Willow, es una realidad.
Además, esta tecnología no solo es pionera en reducir errores, sino que lo hace en tiempo real y mejora la vida útil del sistema, consolidándose como un modelo prometedor para construir ordenadores cuánticos funcionales a gran escala.
Una velocidad que trasciende los límites del universo
Willow no solo destaca por su precisión, sino también por su velocidad sin precedentes. En una prueba de muestreo aleatorio de circuitos (RCS), estándar clave para medir el rendimiento de los ordenadores cuánticos, Willow realizó en menos de cinco minutos un cálculo que le tomaría a uno de los superordenadores más rápidos del mundo 10 mil trillones de años. Para poner esto en perspectiva, este tiempo supera con creces la edad estimada del universo.
Este avance refuerza la posición de Willow como un líder indiscutible en el campo de la computación cuántica, demostrando que esta tecnología no solo es teórica, sino que está lista para superar los límites clásicos.
Desde que se fundó Google Quantum AI en 2012, su meta ha sido clara: construir un ordenador cuántico funcional que pueda abordar problemas reales. Con Willow, nos acercamos a la posibilidad de ejecutar algoritmos prácticos y comercialmente relevantes, capaces de superar a los ordenadores clásicos en tareas que hasta ahora parecían inalcanzables.
Aunque el muestreo aleatorio de circuitos es una prueba crucial, el siguiente paso es desarrollar algoritmos que no solo excedan las capacidades clásicas, sino que también resuelvan problemas reales, como el diseño de nuevos medicamentos, baterías más eficientes y soluciones energéticas revolucionarias.
