La protuberancia de la cámara trasera, un mal necesario que invade los teléfonos estrella de 2015

Si le das la vuelta a los nuevos teléfonos Nexus de Google, seguro que hay algo que te llama la atención: el abultamiento de la cámara trasera. Sin embargo, esto no es algo que encontremos solo en los nuevos teléfonos de Google, sino que se ha convertido en una característica común en casi todos los teléfonos estrella de 2015.

El abultamiento de la cámara no es algo nuevo, ni mucho menos.

Todavía recuerdo el día que Nokia me invitó a probar el Lumia 1020 en un hotel de Madrid. La presentación del teléfono tuvo como eje su cámara de 41MP con estabilización óptica.

La cámara trasera del Lumia 1020 era una adelantada a su tiempo en términos de calidad, pero el módulo resultaba demasiado aparatoso y el conjunto era poco agraciado.

El problema de las cámaras que sobresalen radica en que los teléfonos son cada vez más delgados, pero las cámaras no consiguen reducir su tamaño en la misma proporción.

Los usuarios quieren cada vez mejores cámaras, pero eso exige sensores más grandes y lentes de mayor tamaño, lo cual está reñido con un grosor cada vez más pequeño.

Apple nos sorprendió a todos cuando, el año pasado, presentó el iPhone 6 con una cámara que sobresalía de la superficie del teléfono, y este mismo diseño se repite en el iPhone 6s.

Ni siquiera Apple parecía estar muy contento de este diseño, ya que en las primeras imágenes de marketing ocultó este hecho.

A fin de cuentas, esta protuberancia hace que el iPhone no quede plano cuando se apoya sobre una mesa y el teléfono «baila» si tecleamos sobre él estando apoyado.

Samsung siempre ha tenido cámaras que sobresalen en sus teléfonos de gama alta de la serie Note y, desde 2014, también en la serie Galaxy con la llegada del Galaxy S5.

Algunos de estos abultamientos han sido poco afortunados, pero los del Galaxy S6 y el Note5 cuentan con un diseño que se integra bien con el resto del teléfono.

Esa es la misma línea que ha seguido Google con los nuevos teléfonos. El Nexus 6P de Huawei posee un abultamiento muy pronunciado que nos recuerda al diseño de una calculadora antigua.

Aunque a muchos no les agradará este diseño, no se puede negar que le aporta un toque de originalidad que lo diferencia de otros teléfonos.

La cámara del Nexus 5X de LG también sobresale de la superficie, pero mucho menos que su hermano mayor. El diseño del abultamiento de la cámara es similar al de un volcán, un diseño bastante común que hemos visto en otros teléfonos.

Otros fabricantes como LG, HTC o Motorola han optado por un cuerpo curvado en la parte de atrás que permite acomodar el módulo de la cámara sin que sobresalga de la superficie.

Por otro lado existen fabricantes como Sony que han conseguido condensar los módulos hasta el punto de que la cámara no sobresale de la superficie plana del teléfono.

Sony no incorpora un módulo de estabilización óptica en sus cámaras, lo que contribuye a su menor tamaño, pero otros fabricantes tampoco lo hacen.

En el futuro no parece probable que las protuberancias de las cámaras desaparezca. Queremos teléfonos cada vez más finos pero, a la vez, esperamos cámaras cada vez mejores. Los fabricantes tendrán que seguir haciendo compromisos de diseño para conjugar ambos objetivos, aunque no siempre sean del agrado de los usuarios.