Análisis del Google Pixel XL a fondo
La serie Nexus siempre había sido sinónimo de terminales equilibrados, con unas especificaciones muy competentes pero un precio bastante más ajustado que otros dispositivos de gama alta.
En los últimos años, hemos visto cómo Google iba moviendo sus terminales Nexus hacia la gama alta, y este año la compañía ha roto moldes al poner punto final a esta longeva serie y lanzar la nueva gama de smartphones Pixel con especificaciones (y precio) muy elevados.
Google ha inaugurado esta gama con el Pixel y el Pixel XL, dos teléfonos prácticamente idénticos a excepción del tamaño y resolución de su pantalla, y la capacidad de la batería.
El Pixel XL llega con pantalla AMOLED de 5.5″ con resolución QHD, procesador Snapdragon 821, 4GB de RAM, cámaras de 12MP/8MP y una batería de 3.450 mAh. Además tiene el honor de ser el primer smartphone con Android 7.1 Nougat.
Hace unas semanas tuvimos oportunidad de conocer brevemente el Pixel XL y transmitiros nuestras primeras impresiones. Ahora, por cortesía de Google, hemos tenido oportunidad de pasar algunos días con el terminal y estamos en disposición de presentaros un análisis mucho más detallado.
Diseño y construcción
El Pixel XL cuenta con un diseño interesante, con algunos elementos que lo hacen diferente a otros otros smartphones Android de gama alta.
Cuenta con un cuerpo de metal (hasta aquí, nada nuevo) sobre el que Google ha añadido un panel de cristal en la parte de atrás que cubre la mitad superior y que le da un aspecto diferente.
Esta zona de cristal podría pasar perfectamente por plástico a primera vista, aunque en persona se ve algo más atractivo que en las fotografías. A pesar de ser cristal, las huellas no quedan apenas marcadas.
Por delante, el Pixel XL es un teléfono «del montón», sin ningún elemento que lo diferencie de cualquier otro teléfono Android que podamos encontrar.
Sus marcos laterales son algo más anchos de lo que nos gustaría y los márgenes por encima y por debajo de la pantalla también son más amplios de lo que hubiéramos deseado, especialmente teniendo en cuenta que no tiene botones físicos. Si fabricantes como Nubia o Sony son capaces de fabricar teléfonos con pantallas de lado a lado – nos referimos al Nubia Z11 o al Xperia XA – ya es hora de que otros fabricantes sigan este mismo camino.
El Pixel XL cuenta con dos líneas de antena que atraviesan la superficie del teléfono. La superior solamente recorre el lateral del teléfono, mientras que la inferior atraviesa también la cubierta trasera. La presencia de líneas de antena es bastante sorprendente, ya que hubiéramos pensado que no eran necesarias gracias al panel de cristal. Quizás su cometido sea puramente estético.
A diferencia de otros smartphones de gama alta, la cámara trasera no sobresale de la superficie del teléfono. A esto ayuda sin duda que la cámara trasera no cuenta con estabilización óptica, por lo que no es necesario el módulo físico de estabilización.
En comparación con otros smartphones de gama alta – como el Galaxy S7 edge, el HTC 10 o el iPhone 7 – el Pixel XL se queda algo atrás en cuanto al atractivo de su diseño, aunque obviamente esto es algo muy personal y habrá quienes encuentren el aspecto del Pixel XL inmejorable.
Lamentablemente el Pixel XL no cuenta con protección frente al agua, por lo que debemos tener cuidado de que no se caiga al agua o se derrame líquido sobre él, ya que podría sufrir algún problema.
El Pixel XL no es especialmente delgado con su grosor de 8,5 mm. Se encuentra por encima de otros teléfonos de gama alta como el Galaxy S7 edge (7.7 mm), el LG G5 (7.7 mm) y el iPhone 7 Plus (7.3 mm).
El gran tamaño de su pantalla hace que no sea posible manejar el teléfono cómodamente con una sola mano, sino que hay que hacer malabarismos para poder alcanzar los extremos de la pantalla con el dedo. Lamentablemente Google no incorpora un modo de una sola mano en Android, ni tampoco en los Pixel.
El Pixel XL se comercializa en Estados Unidos en tres colores con curiosos nombres – bastante negro, muy plateado y realmente azul – aunque, dado que todavía no está a la venta en España, no sabemos si llegará a nuestro país en las tres variantes de color o, como nos tememos, solo en las dos primeras.
La parte de delante del Pixel XL está ocupada principalmente por la pantalla, que como hemos comentado presenta unos marcos laterales algo anchos.
Los marcos que están por encima y por debajo de la pantalla son también algo más amplios de lo que nos gustaría, especialmente para un teléfono sin botones físicos.
Encima de la pantalla encontramos el auricular del oído, la cámara frontal, y los sensores habituales de proximidad y luz, que están situados en el centro, un lugar poco habitual.
Debajo de la pantalla no encontramos ningún botón ni otro elemento, sino que esta zona está algo desaprovechada. Hubiéramos preferido que Google incluyese botones físicos o un segundo altavoz para aprovechar mejor este espacio.
Google ha incorporado un LED de notificaciones en la ranura del auricular del oído, que resulta invisible cuando está apagado.
En la parte de atrás encontramos un panel de cristal cubriendo la mitad superior, mientras que el resto de la superficie trasera es de metal.
En la esquina superior izquierda, encontramos la cámara principal, que está a ras de la superficie. Esto nos hace pensar que se podría rayar si lo apoyemos sobre ese lado.
Al un lado de la cámara encontramos el flash de doble tono y, al otro lado, el enfoque por láser.
En la superficie trasera también encontramos el lector de huella dactilar, con forma circular, y cerca de la parte inferior del teléfono está en el logotipo de Google.
En la parte inferior del teléfono encontramos una líneas de antena horizontal que atraviesa el teléfono de extremo a extremo. Su color blanco hace que sea bastante visible.
En el lateral derecho encontramos el botón de encendido, que cuenta con una textura diferente y posee un recorrido correcto. Justo debajo encontramos un botón alargado de control de volumen.
En el lateral izquierdo encontramos el compartimento que oculta la ranura para la tarjeta tarjeta nano-SIM.
La parte superior del teléfono únicamente cuenta con el conector de auriculares.
La parte inferior del teléfono solo posee un conector USB-C rodeado, a ambos lados, por dos ranuras. Aunque pudiera parecer que cuenta con dos altavoces, solamente la ranura de uno de los lados emite sonido.
Los laterales del teléfono están biselados y no se clavan en la mano aún cuando apretamos el teléfono con fuerza, por lo que el agarre del teléfono es cómodo.
La parte de atrás del teléfono es muy lisa, por lo que el teléfono puede resultar algo resbaladizo en la mano. Además, la parte trasera es completamente plana, por lo que no se adapta tan bien a la forma de la mano como otros que son curvados.
Ahora bien, esto tiene la ventaja de que es fácil operar con el teléfono cuando este está poyado sobre una superficie como una mesa, ya que otros teléfonos “bailan” al tocar la pantalla si la cubierta trasera es curvada.
Pantalla
El Pixel XL llega con un panel AMOLED de 5.5″ protegido con Gorilla Glass 4. Si a este tamaño de pantalla sumamos unos marcos bastante anchos alrededor de la pantalla, el resultado es que es un terminal bastante grande, con un ratio de pantalla a cuerpo de un 71%.
La resolución de la pantalla es Quad HD, es decir, 2.560 x 1.440 píxeles, lo que implica una densidad de píxeles muy elevada de 534 ppp.
Aunque no soy muy partidario de resoluciones tan elevadas en la pantalla – la mejora en nitidez es imperceptible a simple vista pero el consumo de batería es mayor – en este caso está justificado por ser un terminal pensado para realidad virtual.
Los nuevos Pixel son los primeros terminales compatibles con Daydream VR, la plataforma de realidad virtual de Google, y cuanto mayor sea la densidad de píxeles, más realista será la imagen.
La matriz de sub-píxeles del Pixel XL de tipo PenTile, como es habitual en los paneles AMOLED. En este tipo de pantallas los sub-píxeles rojo, verde y azul no se disponen uno a continuación de otro de forma alineada, como en los paneles RGB, sino en disposiciones geométricas.
A igualdad de resolución, las pantallas RGB se ven más nítidas que las pantallas PenTile de los paneles AMOLED ya que el patrón PenTile produce un efecto de zigzagueo en las líneas rectas que es perceptible a simple vista si la resolución no es lo suficientemente elevada. En este caso la resolución es tan elevada que el efecto no es visible.
Para analizar la calidad de la pantalla hemos realizado diversas pruebas con el software profesional CalMAN Ultimate y un colorímetro X-Rite i1Display Pro.
Como es bien sabido, los paneles AMOLED suelen tener un nivel de brillo máximo inferior al de los paneles LCD. En el caso del Pixel XL, el brillo máximo de la pantalla es correcto pero no espectacular, ya que se encuentra alrededor de los 415 nits según nuestras propias mediciones.
Este valor es similar al del OnePlus 3 (413 nits, AMOLED) pero se encuentra algo por debajo de algunos smartphones de gama alta que hemos probado como el Moto Z Play (493 nits, AMOLED), el Galaxy S7 edge (521 nits, AMOLED), el iPhone 7 (623 nits, LCD) o el LG G5 (850 nits, LCD).
Mientras que algunos teléfonos son capaces de incrementar el brillo más allá de su valor máximo habitual de manera puntual cuando están a plena luz del día (por ejemplo, el LG G5), el Pixel XL no ofrece esta funcionalidad.
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La gama de colores del panel del Pixel XL es excelente para un panel LCD ya que cubre un 144% del espacio de color sRGB.
Sin embargo, tratándose de un teléfono de gama alta, el error medio en la fidelidad de los colores podría ser mejor ya que el valor medio Delta E es de 6,2 dE (un valor por debajo de 4 dE se considera excelente y por encima de 9 dE se considera inaceptable). El error máximo es 14,7 dE, un valor bastante elevado que se da en el color rojo. A modo de ejemplo, el iPhone 7 Plus obtiene un valor medio Delta E de 1.5 y un valor máximo de 3.6.
Google parece utilizar un gamut de color que está fuera del estándar sRGB – probablemente NTSC, ya que en la hoja de características se anuncia con orgullo que cubre un 100% de dicho gamut. Dado que Android no cuenta con una buena gestión del color, el resultado es que los colores se muestran demasiado saturados.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el gamut sRGB es el estándar que se utiliza en la web y, en general, en el mundo de la informática, por lo que las pantallas de los smartphones deberían estar calibradas bajo este gamut para mostrar los colores tal y como los idearon sus creadores.
De hecho, el OnePlus 3 fue muy criticado por utilizar el gamut NTSC, hasta el punto de que se vio obligado a lanzar una actualización para permitir la activación del modo SRGB. El Pixel XL incorpora una opción para activar el modo sRGB, pero está muy escondida ya que ha sido incluida dentro de las Opciones de desarrollo, que no son visibles para los usuarios corrientes.
El color blanco presenta una temperatura de color de 7.337ºK, bastante por encima del nivel de referencia de 6.500ºK, lo que indica que la pantalla posee un cierto tinte azulado. El valor de gamma resulta ser de 2.4, algo por encima del valor ideal de 2.2.
El color negro es extremadamente profundo ya que nuestro colorímetro ha sido incapaz de medir ningún nivel de brillo. Esto hace que, en teoría, el contraste del Pixel XL sea infinito – Google habla de 100.000:1 en su página web.
Los ángulos de visión son amplios y los colores no se ven alterados al observar la pantalla desde un lado, y el brillo se reduce solo ligeramente. De hecho, Google afirma que la pantalla pierde menos de un 40% el brill al ser observada desde un ángulo de 30 grados.
Rendimiento
El Pixel XL cuenta con el potente procesador Qualcomm Snapdragon 821, que fue anunciado en julio de este año, y viene acompañado por una GPU Adreno 530.
Aunque el nuevo Snapdragon 821 alcanza velocidades de reloj de hasta 2.4/2.0 GHz para los núcleos de alto/bajo rendimiento, Google ha optado por dos núcleos Kryo a 2.2 y otros dos núcleos Kryo a 1.6 GHz, es decir, la misma configuración que el Snapdragon 820. De igual forma, la GPU Adreno 530 corre a 624 MHz, la misma frecuencia que en el Snapdragon 820.
Esto significa que cabe esperar que el Pixel XL ofrezca un rendimiento similar al de otros teléfonos estrella de 2016 con procesador Snapdragon 820. Por supuesto siempre hay pequeñas mejoras en el procesador y optimizaciones en el proceso de fabricación, pero no cabe esperar grandes mejoras de rendimiento como las que traerían incrementos en la frecuencia de reloj.
El Pixel XL llega con 4GB de RAM, una cantidad que debería suficiente para cualquier smartphone, si bien es cierto que ya hay algunos dispositivos en el mercado con 6GB de RAM – como el OnePlus 3/3T, el Huawei Mate 9 Pro, o una de las variante del Nubia Z11.
A continuación, vamos a ver los resultados del teléfono en diversos benchmarks de rendimiento de la CPU, la GPU y el almacenamiento.
En el benchmark AnTuTu v6 ha dado un resultado de 139.792 puntos, una puntuación muy elevada, por encima de los teléfonos más potentes de 2016.
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En el benchmark Geekbench 4 ha conseguido 1512/4145 puntos en las pruebas mono/multi-núcleo, que de nuevo son unos resultados bastante buenos.
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En el apartado de almacenamiento, el Pixel XL no destaca en las pruebas de AndroBench de velocidad de lectura y escritura, a pesar de que utiliza el rápido almacenamiento UFS 2.0.
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Hemos comparado los tiempos de carga de varios juegos exigentes – Asphalt 8, N.O.V.A. 3 y Modern Combat 5 – y el Pixel XL queda en una posición intermedia.
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El test de Javacript SunSpider 1.0 ha dado 1072 ms, un resultado que es bastante bueno.
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En el test de rendimiento general PCMark, ha obtenido una puntuación de 4991 puntos, un valor bastante mediocre teniendo en cuenta el hardware que incorpora este smartphone. Esperemos que la compañía mejore el rendimiento en futuras actualizaciones de software.
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El test 3DMark centrado en las capacidades gráficas del teléfono ha arrojado unos resultados buenos, con una puntuación de 28.153 puntos en Ice Storm Unlimited.
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En la prueba SlingShot de 3DMark el teléfono ha obtenido unos resultados similares a los de los teléfonos estrella de 2016.
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Por último, en el test gráfico GFXBench, el dispositivo ha obtenido de nuevo unos resultados correctos en comparación con otros teléfonos de gama alta.
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Los resultados que ha obtenido el Pixel XL en las diferentes pruebas de rendimiento de CPU y GPU son similares a los obtenidos por otros smartphones con procesador Snapdragon 820, como era de esperar, ya que la variante del Snapdragon 821 corre a las mismas frecuencias de reloj.
Esto significa que, en unos pocos meses, cuando lleguen los primeros smartphones con Snapdragon 835 (o, sin irnos tan lejos en el tiempo, con Snapdragon 821 con mayores velocidades de reloj), el Pixel XL será claramente superado en rendimiento, al menos en los benchmarks
Un aspecto que me deja algo preocupado es el rendimiento en PCMark, ya que este es uno de los benchmarks que mejor emulan el uso diario de un smartphone, con pruebas de navegación web, reproducción de vídeos, retoque de fotografías, etc. La baja puntuación en este benchmark nos hace pensar que Google no ha optimizado demasiado el software del Pixel XL, lo cual es extraño dado que corre Android prácticamente puro.
También resulta algo preocupante el rendimiento del almacenamiento, que no solo hemos constatado en los benchmarks sino también en el uso real. Las aplicaciones se abren ligeramente más despacio que en otros smartphones de gama alta, a pesar de que el teléfono utiliza almacenamiento rápido UFS 2.0.
Dejando a un lado los resultados de los benchmarks, el Pixel XL se maneja con suavidad y aplicaciones más populares como Google Maps, Facebook, Twitter, WhatsApp y Spotify se mueven con fluidez.
En los juegos que hemos probado – como Asphalt 8, Modern Combat 5, N.O.V.A. 3 y Unkilled – el rendimiento del teléfono ha sido excelente y el juego se mueve con una tasa de imágenes por segundo elevada aun con el nivel de calidad gráfica al máximo.
Aunque habitualmente utilizados el software profesional GameBench para medir el rendimiento del teléfono en juegos (promedio de FPS, estabilidad de FPS, uso de CPU y uso de GPU), lamentablemente esta aplicación no se ha actualizado a Android 7.1 y, por tanto, no hemos podido probarla con el Pixel XL.
Como todos los teléfonos de gama alta, se calienta ligeramente al ser sometido a una carga elevada de trabajo, especialmente en juegos 3D. Durante periodos de alta intensidad hemos medido una temperatura en la superficie trasera del teléfono de 40ºC, un valor bastante elevado.
El Pixel XL se comercializa en variantes de 32 o 128 GB de almacenamiento interno. La versión que hemos probado es la de 32GB, que tiene libres alrededor de 23GB nada más sacarlo de la caja.
Lamentablemente, Google no ofrece la posibilidad de ampliar el almacenamiento con tarjetas micro-SD, por lo que nuestra recomendación es que te hagas con la versión de 128GB si no quieres andar apurado con el espacio.
En el aspecto de conectividad, el Pixel XL es compatible con Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac a 2,4 y 5 GHz, Bluetooth 4.2, 3G/HSPA+, 4G/LTE, NFC y GPS.
En nuestras pruebas de velocidad, el Pixel XL alcanzó los 188 Mbps de bajada y 31 Mbps de subida en Wi-Fi con una conexión de fibra óptica 300/30 Mbps.
En cuanto a la conexión 4G, el Pixel XL es capaz de alcanzar velocidades de hasta 600 Mbps de descarga y 75 Mbps de subida (LTE Cat. 12), aunque en la vida real nunca alcanzarás velocidades tan elevadas salvo en un entorno de laboratorio.
El Pixel XL está equipado con una única nano SIM, por lo que si andas buscando un teléfono Dual SIM tendrás que mirar en otro lado.
En la prueba de conexión 4G hemos obtenido una velocidad de descarga de 25 Mbps y de subida de 6 Mbps, unos resultados que no son espectaculares. Estas pruebas las hemos realizado por la noche, cuando teóricamente la congestión de la red debería ser mínima, y con dos servidores de prueba diferentes.
El Pixel XL no posee emisor de infrarrojos, ni tampoco cuenta con radio FM. El puerto USB Tipo-C es compatible con USB OTG, así que podemos conectar dispositivos externos de almacenamiento.
El Pixel XL posee un lector de huella dactilar en la parte de atrás que resulta bastante cómodo de utilizar ya que permite desbloquear el teléfono con solo apoyar el dedo, incluso estando la pantalla apagada.
Un inconveniente de la posición de este lector de huella es que resulta complicado desbloquear el teléfono cuando está apoyado sobre una mesa, pero no hay ninguna posición perfecta para el lector de huella.
Dejando a un lado los aspectos ergonómicos, la tasa de acierto y la velocidad del sensor de huella del Pixel XL son correctas, aunque de vez en cuando obliga a colocar el dedo por segunda vez porque no ha funcionado a la primera. También es cierto que, al estar detrás, es más difícil acertar con el dedo en el sitio correcto.
El lector de huella también sirve para desplegar el área de notificaciones al arrastrar el dedo hacia abajo una vez, y mostrar los ajustes rápidos al arrastrar el dedo por segunda vez. Este gesto no está activado por defecto, sino que debemos ir a Ajustes > Movimientos para habilitarlo manualmente.
Batería
La batería del Pixel XL no es reemplazable y posee una capacidad de 3.450 mAh, que es una cantidad bastante respetable para un smartphone con este tamaño de pantalla.
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En la prueba PCMark de autonomía de la batería, el Pixel XL ha aguantado 9 horas con el brillo de la pantalla calibrado a 200 nits. Este valor de autonomía es muy alto en comparación con otros smartphones de gama alta.
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En la práctica, la autonomía del Pixel XL es excelente, y no tendremos ningún problema en llegar al final del día aún con un uso bastante intensivo. Esto es así gracias a que, además de su gran batería, posee una pantalla AMOLED y un procesador de última generación muy eficiente.
En cuanto al proceso de carga, el Pixel XL es compatible con la tecnología de carga rápida USB-PD, que es el estándar de USB Tipo-C.
Utilizando un cargador rápido QuickCharge (lamentablemente el que venía en la caja de la unidad para análisis no servía para enchufes europeos), el proceso de carga completo tarda un total de 2 horas y 5 minutos.
Como se puede ver en la siguiente gráfica, el proceso de carga es más rápido hasta el 80% y luego se ralentiza hasta llegar al 100%.
Lamentablemente el Pixel XL no cuenta con carga inalámbrica, algo que nos gustaría que se popularizase ya que aporta mucha comodidad.
Interfaz y funcionalidades
El Pixel XL llega con Android 7.1 Nougat, la versión más reciente del sistema operativo de Google que, por el momento, solo disfrutan los Pixel.
Los terminales de Google ofrecen la experiencia más cercana a Android puro que puedes esperar en un smartphone aunque, en el caso de los Pixel, la compañía se ha permitido hacer algunos cambios.
La capa software del Pixel XL se llama Pixel Launcher y añade algunas mejoras interesantes.
El tradicional widget de búsqueda de Google está oculto en una pestaña adornada con el icono de Google, que reside en la esquina superior izquierda del escritorio. Al pulsar sobre él se despliega la barra de búsqueda con una rápida animación.
Otro cambio relevante es que ahora encontramos cinco iconos de acceso directo a apps en la parte inferior de todas las pantallas del escritorio, sobre un panel translúcido, en lugar de los tradicionales cuatro iconos.
Google ha modificado la forma en la que acceder al cajón de aplicaciones, ya que el habitual botón central de acceso al cajón de aplicaciones ha sido eliminado.
En lugar de pulsar un botón, ahora basta con arrastrar la pantalla principal de abajo a arriba para ver todas las apps instaladas. De igual forma, para esconder el cajón de aplicaciones debemos arrastrar la pantalla de arriba a abajo.
En la parte superior del cajón de aplicaciones hay una casilla de búsqueda y, justo debajo, las cinco apps más utilizadas. A continuación se encuentran los iconos de todas las apps instaladas en el teléfono, que aparecen ordenadas por orden alfabético. No es posible crear carpetas ni cambiar el orden de las apps mostradas en el cajón de aplicaciones.
Google también ha modificado el aspecto de los iconos de aplicaciones, y ahora sus propias apps poseen un icono redondeado. Ahora bien, a diferencia de algunas capas de software que modifican el aspecto de todos los iconos, el Pixel XL mantiene el icono original de las apps de terceros.
Otra novedad es que, al mantener el dedo sobre un icono, aparecen atajos a funciones habituales de esa app. Es algo similar a la funcionalidad 3D Touch del iPhone pero, en lugar de utilizar una pantalla sensible a la presión, basta con mantener el dedo pulsado durante algunos segundos.
Por ejemplo, Chrome ofrece la posibilidad de abrir una nueva pestaña normal o una pestaña de incógnito, Cámara ofrece hacer un selfie o grabar un vídeo, Maps ofrece ir a Casa o al Trabajo, etc.
Ahora bien, al igual que ocurre con 3D Touch, es imposible saber a priori si el icono de una app ofrece esta funcionalidad, por lo que tenemos que recurrir a prueba y error. Por el momento parece que las únicas apps compatibles con esta funcionalidad son las propias de Google, aunque suponemos que en un futuro veremos apps de terceros ofrecer esta funcionalidad.
Como ocurre con los Nexus, el Pixel XL trata de exhibir lo mejor del software de Google. La gran novedad de este año es Google Assistant, un asistente virtual al estilo de Siri y Cortana que se activa con una pulsación larga sobre el botón Inicio.
Lamentablemente Google Assistant no está disponible en español, por lo que al mantener pulsado el botón Inicio accedemos a Búsqueda Directa, un servicio de Google que ofrece información en función de lo que se está mostrando en pantalla y permite crear recordatorios y eventos, buscar ubicaciones, etc.
El Pixel XL también incorpora algunos cambios en el menú de Ajustes, ya que ahora hay una pestaña llamada Ayuda que permite realizar búsquedas o consultar consejos y sugerencias. En Estados Unidos esta función es más potente ya que permite contactar con Google por chat o teléfono.
El selector del fondo de pantalla también ha cambiado ya que ahora no solamente permite seleccionar alguna de nuestras fotos sino que muestra una gran selección de fondos de pantalla de diferentes temáticas: La Tierra cobra vida, Datos en movimiento, Nuevos elementos, A vista de pájaro, La Tierra, Paisajes, Paisajes urbanos, Vida y Texturas.
Algunos fondos de pantalla están animados, y también hay otros que son dinámicos y cambian de color en función del momento del día. Los fondos de pantalla de «La Tierra cobra vida» modifican su perspectiva al desbloquear el teléfono o desplazarnos entre las pantallas del escritorio.
El Pixel XL también ofrece la funcionalidad de pantalla dividida, más pensada para tablet que para smartphones, En una pantalla de 5.5″ no es especialmente útil por no haber apenas espacio para utilizar dos aplicaciones a la vez.
Por supuesto, Nougat también incorpora otras características que no son visibles por el usuario, como las mejoras en Doze – la forma que tiene Android de ahorrar batería cuando no estás utilizando el teléfono – que explican en parte la gran autonomía de este teléfono.
Por ser un Pixel, Google garantiza que el teléfono recibirá actualizaciones de Android durante al menos dos años.
Por último, en el momento de escribir este análisis hemos conocido que en algunos países ha comenzado a llegar una actualización que habilita el encendido de la pantalla con un doble toque sobre la misma o cuando levantemos el teléfono de la mesa. Nuestro Pixel XL todavía no ha recibido esta actualización.
Multimedia
El Nexus 6P del año pasado contaba con dos altavoces frontales pero, lamentablemente, Google no ha seguido por ese camino con el Pixel XL, que solo cuenta con un altavoz en la parte inferior a pesar de tener dos orificios.
La posición del altavoz no es demasiado buena ya que es fácil tapar el altavoz con la mano cuando sostenemos el teléfono en horizontal al jugar o ver una película.
El Pixel XL carece de sonido estéreo pero emite un sonido bastante rico en tonos, sin distorsión aparente, y aunque no es especialmente potente, suena lo suficientemente alto como para escuchar música en entornos moderadamente ruidosos o mantener conversaciones en manos libres.
El teléfono emplea Play Música como reproductor de música por defecto. Play Música permite organizar nuestras canciones por géneros, artistas, álbumes y títulos.
También ofrece un servicio de suscripción de música en streaming similar a Spotify. Otra opción interesante es que permite crear mezclas al instante basadas en las canciones que más te gustan o en tus artistas favoritos.
Tiene soporte de listas de reproducción pero es incapaz de descargar portadas de discos o las letras de las canciones, por citar alguna limitación.
La aplicación de Play Películas permite comprar o alquilar películas para disfrutar de ellas en el teléfono.
El precio de una película como Mi amigo el gigante es de 9,99€/11,99€ (SD/HD) para compra.
La aplicación Fotos muestra todas las imágenes almacenadas en el teléfono organizadas por álbumes, lugares, fecha, personas y cosas.
En el apartado «cosas» podemos ver fotografías organizadas según elementos que ha identificado Google en las fotos. Por ejemplo, podemos ver fotos donde aparezcan «coches», «comida» o «pájaros».
Fotos también permite realizar ciertos retoques a la imagen como girar, recortar, aplicar filtros, ajustar la exposición, controlar el contraste, etc.
Otra posibilidad que ofrece Fotos es crear collages y animaciones a partir de fotografías, o crear películas combinando fotografías y vídeos. Por último, el Pixel XL ofrece almacenamiento ilimitado de fotografías y vídeos en calidad original en Google Photos.
La aplicación Fotos es también la utilizada para disfrutar de vídeos. El interfaz de reproducción de vídeo es muy simple y no ofrece ninguna funcionalidad avanzada más allá de los controles de reproducción habituales.
Es capaz de reproducir vídeos hasta 4K codificados con codec AVC (H.264), pero no con el codec HEVC (H.265) más avanzado.
La reproducción de vídeos compatibles almacenados en el teléfono es excelente gracias a su pantalla, que como hemos comentado presenta una excelente nitidez, buenos ángulos de visión y un contraste muy elevado.
Cámara de fotos
Google afirma que la cámara del Pixel es la mejor que puedes encontrar en un smartphone y, de hecho, ha conseguido la mayor puntuación jamás obtenida por un smartphone en DxOMark.
Sin embargo, sobre el papel, las especificaciones técnicas de la cámara del Pixel XL no parecen nada del otro mundo: sensor Sony IMX378 de 12MP con tamaño 1/2.3″, lente con apertura f/2.0 y ausencia de estabilización óptica.
Como ya os contamos hace unas semanas, el secreto de esta cámara reside en su software, ya que Google ha desarrollado un modo HDR+ que sub-expone cada disparo y los combina mediante complejos algoritmos matemáticos.
Al sub-exponer cada disparo, el riesgo de que la foto salga movida se reduce, por lo que la estabilización óptica no es tan necesaria. Además, al combinar varias instantáneas de la misma escena, el ruido que suele aparecer en las zonas poco iluminadas se reduce notablemente.
Una de las ventajas de la cámara del Pixel XL es que no existe ningún retardo al capturar la foto, incluso al utilizar el modo HDR+, mientras que otras cámaras introducen un retardo notable al disparar en el modo HDR.
Google parece tan convencido de las bondades del modo HDR+ que, aunque lo desactives manualmente, este vuelve a activarse automáticamente la próxima vez que abras la aplicación de Cámara. Este comportamiento puede irritar a algunos usuarios que quieren un control total sobre su cámara.
A continuación podemos ver un ejemplo de la misma fotografía tomada con el modo HDR+ activado y desactivado. Como podemos apreciar, la fotografía con HDR+ posee un mayor rango dinámico.
La cámara del Pixel XL también es extremadamente rápida a la hora de enfocar, gracias a que combina el enfoque por detección de fase con el enfoque ayudado por láser.
El interfaz de la cámara es bastante simple, como se puede observar en la imagen. A la derecha encontramos el botón de captura, una miniatura con la última fotografía tomada y el icono de conmutar entre cámara frontal y trasera.
En la parte superior tenemos los controles de cuenta atrás, HDR+, cuadrícula, balance de blancos y flash. En la esquina superior izquierda tenemos el acceso a un menú donde podemos seleccionar distintos modos de disparo: cámara lenta, panorámica, photo sphere, efecto de enfoque y ajustes.
El modo Efecto de enfoque es un modo especialmente indicado para tomar retratos ya que permite desenfocar el fondo de la imagen de forma similar a como lo hace una cámara réflex. En lugar de utilizar dos cámaras, como el iPhone 7 Plus, el Pixel XL solicita que desplaces ligeramente la cámara hacia arriba y hacia delante tras tomar el primer disparo.
A continuación podemos ver un ejemplo de dos fotografías, una tomada sin el modo de efecto de enfoque y otra utilizando dicho modo.
Si observamos la imagen a tamaño completo, podemos apreciar que la calidad se deteriora notablemente al aplicar el efecto de enfoque ya que aparece bastante ruido en la piel.
En general, la cámara del Pixel XL es capaz de capturar fotografías muy nítidas y con colores vivos. El modo HDR+ funciona a la perfección y expone con acierto todas las zonas de la imagen, incluso en escenas complejas.
En esta fotografía podemos apreciar cómo la cámara del Pixel XL ha captado unos colores vivos y un contraste muy elevado, dando lugar a una imagen que salta a la vista.
Aunque la falta de estabilización óptica pueda parecer preocupante para las fotografías nocturnas, los resultados son buenos gracias al software que incorpora.
Aquí tenemos una escena en la que, aunque la luz escaseaba, la cámara del Pixel XL ha sido capaz de exponer correctamente la imagen y captar los tonos de color del cielo con gran acierto.
También es posible capturar fotografías panorámicas con buena calidad con el Pixel XL, como podemos observar en esta imagen.
Para analizar la calidad de la cámara, hemos realizado una comparativa entre la cámara del Pixel XL (12MP, sin OIS) con las de varios smartphones de gama alta: iPhone 7 Plus (12MP, OIS), LG G5 (16MP, OIS), Samsung Galaxy S7 edge (12MP, OIS), Moto Z Play (16MP, sin OIS) y Nubia Z11 (16MP, OIS).
En primer lugar, podemos observar una comparativa de fotografías tomadas sobre las diez de la mañana, cuando había mucha luz. La imagen captada por el Pixel XL se ve muy nítida, por encima del iPhone 7 Plus y el Galaxy S7 edge, aunque por debajo del LG G5 y el Nubia Z11, ambos con un sensor de mayor resolución.
El colorido de la imagen es realista y el rango dinámico también es excelente, a la altura de los mejores teléfonos del momento.
La segunda escena ha sido captada por la noche, cuando apenas queda luz ambiente y, por tanto, los teléfonos tienen grandes dificultades para contener el ruido.
En esta ocasión, la cámara del Pixel XL muestra una imagen bastante ruidosa en comparación con prácticamente todos los teléfonos que hemos probado – a excepción del Moto Z Play, que juega en una liga inferior.
La imagen captada por el Pixel XL no destaca por su nitidez y, a modo de ejemplo, es imposible distinguir las letras del cartel que sobresale de la fachada. En las imágenes captadas por los otros teléfonos podemos leer ‘Cafetería Montecarlo’ con bastante claridad e incluso podemos intuir ‘Pastelería’ debajo de ‘Montecarlo’ en algunas de las capturas.
Aquí os dejamos con una galería de fotografías tomadas con el Pixel XL en tamaño original para que podáis apreciar la calidad de las imágenes en una gran variedad de situaciones.
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El Pixel XL puede grabar vídeo a 2160p a 30 fps, 1080p a 30 / 60 / 120 fps y 720p a 240 fps.
Aunque el teléfono no incorpora estabilización óptica, sí que posee estabilización electrónica. Esta estabilización funciona bastante bien, como podemos ver en los siguientes vídeos que se han tomado sin y con estabilización activa.
La cámara frontal cuenta con un sensor Sony IMX 179 de 8 MP y cuenta con una lente con apertura f/2.4. Permite grabar vídeo Full HD 1080p, por lo que debería ser más que suficiente para los amantes de los selfies.
A continuación podemos ver una muestra de una fotografía tomada con la cámara frontal, que ofrece buena nitidez y una calidad de imagen excelente.
Llamadas de voz
En las pruebas que hemos realizado la calidad de la voz es correcta y hemos podido mantener perfectamente conversaciones en entornos moderadamente ruidosos sin dificultades.
Precio y competidores
En el momento de escribir este análisis, el Pixel XL no se comercializa en España ni sabemos cuándo lo hará. Tampoco conocemos cuál es el precio con el que llegará a nuestro país, ya que la compañía no ha compartido ninguna información.
Ahora bien, en un país cercano, Alemania el Pixel XL se comercializa por un precio de 899 euros (32GB) y 1.009 euros (128 GB), lo cual nos da una buena idea del elevado precio que podría alcanzar en España.
El Pixel XL se enfrenta a muchos rivales interesantes en la gama alta que merece la pena revisar antes de decidirnos por este teléfono. Vamos a repasar algunos de ellos.
Si buscas un teléfono con un diseño muy atractivo, el Samsung Galaxy S7 edge ([amazon template=precio&chan=default&asin=B01BYTVG8A]) posee pantalla Super AMOLED de 5.5″ con resolución QHD, un procesador Exynos 8890 muy rápido, 4GB de RAM, cámara de 12MP, almacenamiento ampliable mediante micro-SD, batería de 3.600 mAh y resistencia al agua.
El LG G5 ([amazon template=precio&chan=default&asin=B01D5ZVO2O]) cuenta con un cuerpo de metal, una pantalla QHD de 5.3″, un procesador Snapdragon 820, 4GB de RAM, 32GB de almacenamiento no ampliable, cámara doble de 16MP con una calidad espectacular, batería de 2.800 mAh y un diseño modular.
El HTC 10 ([amazon template=precio&chan=default&asin=B01E6U1TCW]) es un teléfono muy atractivo con una pantalla de 5.2″ con resolución QHD, procesador Snapdragon 820, 4GB de RAM, almacenamiento ampliable, cámara principal de 12MP y frontal de 5MP, y batería de 3.000 mAh.
Otra buena alternativa mucho más económica y de gran potencia es el OnePlus 3T (EUR 439), que llega con pantalla OLED de 5.5″, procesador Snapdragon 821, 6GB de RAM, 64GB o 128GB de almacenamiento y batería de 3400 mAh.
Conclusiones
Siempre se ha dicho que una de las razones del éxito del iPhone radica en que tanto el hardware como el software del teléfono son diseñados por la misma compañía, lo que permite a Apple optimizar al máximo la experiencia de usuario.
Este año Google ha decidido tomar un camino diferente y ha lanzado su primer terminal diseñado de principio a fin. El resultado es un dispositivo muy sólido, que ofrece un exquisito hardware y el mejor sabor de Android que hemos probado – pero también llega con algunas limitaciones, como hemos podido comprobar.
Comenzando por su aspecto, el diseño del Pixel XL es controvertido. Creo que soy bastante objetivo al afirmar que no es el teléfono más atractivo del mercado, pero también es cierto que no es un teléfono feo.
La combinación de un gran panel de cristal sobre un cuerpo de metal es, cuanto menos, diferente, pero los excesivos marcos que rodean la pantalla en el frontal y su elevado grosor hacen que quede por debajo de otros gama alta en diseño.
Su gran pantalla hará las delicias de la mayoría de los usuarios gracias a sus colores vivos, sus negros profundos, sus amplios ángulos de visión y su elevadísimo contraste.
Los más exigentes, sin embargo, echarán de menos algo más de brillo en exteriores y notarán que la pantalla tiene un cierto tinte azul y unos colores algo sobresaturados.
El rendimiento del Pixel XL es excelente, a la altura de los mejores smartphones de gama alta pero no por encima. A pesar de incorporar un Snapdragon 821, Google ha optado por una variante del procesador con la misma frecuencia de reloj que el Snapdragon 820 y, por tanto, a nivel de rendimiento no vemos apenas mejora.
En el día a día, el Pixel XL se mueve con gran suavidad. Las aplicaciones que hemos probado se mueven con fluidez y la tasa de imágenes por segundo de los juegos 3D es muy elevada.
El Pixel XL llega con 32 o 128 GB de almacenamiento interno, pero lamentablemente no ofrece la posibilidad de utilizar una tarjeta micro-SD.
Esto hace que, en la práctica, sea más conveniente ir a por la versión de 128GB para no tener problemas de falta de espacio en el futuro. Al menos la compañía ofrece almacenamiento ilimitado en Google Photos para los fotos y vídeos tomados con los Pixel, incluso a la máxima calidad.
El lector trasero de huella funciona bien, y permite desbloquear el teléfono aún con la pantalla apagada. Además Google ha añadido la posibilidad de desplegar el panel de notificaciones arrastrando el dedo hacia abajo sobre el lector de huella.
La autonomía del Pixel XL es excelente, gracias a la combinación de una pantalla AMOLED, un procesador de última generación, una batería con una capacidad bastante generosa y la última versión de Android.
Hablando de Android, el Pixel XL corre Android 7.1, la última versión del sistema operativo de Google.
La compañía ha hecho algunos cambios en el interfaz – una nueva estética de iconos redondeados, una nueva forma de acceder al cajón de aplicaciones, atajos a ciertas funciones de las apps desde el escritorio, etc. – que mejoran la usabilidad del teléfono.
Además, por ser un Pixel, el teléfono recibirá actualizaciones de Android durante al menos dos años. Esto es un punto a favor muy importante frente a otros fabricantes que actualizan lentamente sus terminales o, directamente, no lo hacen.
Otro de los aspectos que Google ha cuidado de manera especial en los nuevos Pixel es la cámara de fotos. Si bien las especificaciones técnicas de la cámara sobre el papel no son nada del otro mundo, el software de la cámara aporta un rápido modo HDR+ que, supuestamente, supera en calidad a otros smartphones.
En condiciones de buena iluminación, la imagen es excelente – colores vivos, exposición correcta, contraste elevado, nitidez excelente, etc. – pero cuando la luz escasea otros smartphones de gama alta han demostrado ser más capaces de contener el ruido.
A la hora de grabar vídeo, Google ha hecho un excelente trabajo con el algoritmo de estabilización electrónica. Aún grabando con el teléfono en la mano, parece que estuviera apoyado en un trípode.
Por último, no podemos dejar de mencionar el precio del terminal o, mejor dicho, el precio al que imaginamos que llegará el Pixel XL a nuestro país. Aunque en España todavía no se comercializa, tenemos la referencia de Alemania, que sitúa al Pixel entre los teléfonos más caros del mercado.
¿Merece la pena comprar el Pixel XL? Por un precio similar, puedes encontrar otros smartphones de gama alta que poseen un rendimiento, una autonomía y una cámara que tienen poco que envidiar al Pixel XL. Ahora bien, lo que ningún otro fabricante puede ofrecer es una experiencia de Android tan pura y, sobre todo, unas actualizaciones tan rápidas como las que ofrece Google.
Lo mejor:
- Diseño con una construcción de alta calidad en aluminio y cristal
- Pantalla con gran nitidez, contraste elevado y amplios ángulos de visión
- Cámara trasera con enfoque rápido, disparo sin retardo y buena calidad de imagen. Grabación de vídeo en 2160p con estabilización electrónica.
- Lector de huella dactilar en la parte de atrás con buena tasa de acierto y velocidad de reconocimiento
- Fluidez en el uso del teléfono gracias a un hardware potente y una capa de personalización de Android muy ligera
- Última versión de Android y garantía de actualización durante al menos dos años
- Mejoras de software respecto a Android original (gestos sobre el lector de huella, atajos en apps del escritorio, nuevo cajón de aplicaciones, etc.)
- Almacenamiento ilimitado de fotografías y vídeos a resolución original en Google Photos
- Conector de auriculares
- Excelente autonomía y batería con carga rápida
Lo peor:
- Diseño mejorable con marcos bastante amplios rodeando la pantalla y un perfil relativamente grueso
- Pantalla con colores algo sobresaturados, un ligero tinte azulado y un nivel de brillo máximo algo limitado para un teléfono de gama alta
- Un solo altavoz situado en la parte inferior del teléfono
- Ausencia de ranura para tarjeta micro-SD
- Ausencia de carga inalámbrica
- Sin resistencia frente al agua
- Precio elevado
Nota: El teléfono Pixel XL ha sido cedido amablemente por Google para la realización de este análisis.