HTC ha revivido al Snapdragon 810 que tan mal se lo hizo pasar y nadie entiende muy bien por qué
HTC ha presentado hoy el HTC 10 evo, conocido como HTC Bolt en Estados Unidos, que llega con unas características propias de la gama alta en muchos aspectos, pero que ha dejado al mundo perplejo por la elección del procesador.
El HTC 10 evo incorpora un Snapdragon 810, un procesador de ocho núcleos que llegó en 2014 y fue utilizado por la compañía en el HTC One M9 de 2015. El Snapdragon 810 pasará a la historia como uno de los procesadores menos afortunados de Qualcomm, ya que tendía a calentarse en exceso.
De hecho, la compañía tuvo que lanzar actualizaciones para limitar el calentamiento del HTC One M9, que superaba en más de diez grados a sus rivales en diversas pruebas realizadas por medios. Sin embargo, estos arreglos por software limitaron la potencia del terminal mediante un thermal throttling más severo, de forma que el rendimiento se vio afectado y, por ejemplo, las puntuaciones en los benchmarks bajaron.
Samsung evitó montar el Snapdragon 810 en su teléfono estrella de 2015, el Galaxy S6, aparentemente porque no eran lo suficientemente buenos y optó por su procesador Exynos. En 2016 ha vuelto a utilizar el Snapdragon 820 en el Galaxy S7 de algunas regiones.
Sony recomendaba apagar el Sony Xperia Z3+ y Z4 (ambos con Snapdragon 810) cuando se cargasen para evitar el sobrecalentamiento. Y LG optó por el Snapdragon 808 en su LG G4 de 2015. El Snapdragon 810 se convirtió en un procesador del que pocos fabricantes querían oír hablar.
A pesar de que el procesador tiene ya un tiempo, el HTC 10 evo no es un smartphone lento, ni mucho menos. Los primeros medios que han tenido acceso al HTC Bolt en EE.UU. afirman que el teléfono se mueve con suavidad con Android Nougat, pero obviamente no es un procesador con el mismo rendimiento, optimizaciones de consumo energético y control térmico que el Snapdragon 820 o, el más reciente, Snapdragon 821.
Desconocemos las razones que han llevado a HTC a elegir este procesador, aunque suponemos que el objetivo no es otro que conseguir que el terminal no se dispare de precio. Ahora bien, en Estados Unidos el HTC Bolt se comercializa por 599 dólares en exclusiva con el operador Sprint, mientras que es posible hacerse con un HTC 10 libre en la web de HTC por 499 dólares.
No sabemos a qué precio llegará el HTC 10 evo en Europa pero, a priori, parece más interesante hacerse con un HTC 10 si tiene un precio inferior. A fin de cuentas, el HTC 10 posee un hardware más potente – procesador Snapdragon 820 y 4GB de RAM – aunque cuenta con una pantalla algo más pequeña, unas cámaras de menor resolución y es menos resistente al agua. Otro punto a favor del HTC 10 es que cuenta con auriculares, algo de lo que carece el nuevo HTC 10 evo.
¿Qué opinas del HTC 10 evo? ¿Crees que ha sido buena idea revivir el Snapdragon 810?