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El mercado de los dispositivos corporales – también llamados wearables – está todavía despegando, pero muchos fabricantes ya han lanzado sus propios relojes inteligentes para posicionarse adecuadamente ante la que podría ser la próxima revolución tecnológica.
Samsung es el fabricante que más fuerte ha apostado por este tipo de dispositivos, ya que en los últimos años ha lanzado seis relojes inteligentes: Galaxy Gear, Gear 2, Gear 2 Neo, Gear Fit, Gear Live y, el más reciente, el Gear S.
El Samsung Gear S cuenta con una espectacular pantalla curvada y es probablemente el reloj inteligente más avanzado del mercado. Una de las características que lo hacen único es que posee un compartimento para una tarjeta nano-SIM, lo que nos permite utilizar el reloj aún sin llevar el teléfono móvil a cuestas.
Samsung nos invitó hace unas semanas a conocer de primera mano el Gear S, y posteriormente he podido probar el reloj a fondo llevándolo puesto durante un par de semanas. A continuación os presento mis impresiones.
Video-análisis
Si queréis empezar viendo el reloj en acción, os recomendamos que veáis este video-análisis que preparamos el primer día que conocimos el Gear S.
Diseño y construcción
En mi análisis del primer reloj de Samsung, mi impresión inicial al ver su aspecto fue «que era un producto a medio terminar».
Afortunadamente mi primera impresión con el Samsung Gear S ha sido muy diferente ya que se trata de un producto con una estética muy cuidada.
Mientras que otros relojes inteligentes como el Moto 360 tratan de ocultar que son dispositivos electrónicos y se mimetizan con los relojes tradicionales, este no es el caso del Gear S, que no busca pasar desapercibido.
Su pantalla curvada de gran tamaño, rodeada de un marco metálico, es el aspecto que más llama la atención cuando se observa el reloj por primera vez.
El reloj tiene el cuerpo de color negro pero podemos elegir entre una gran variedad de colores para la correa intercambiable de goma: negro, blanco, gris, azul y rojo. Las correas son intercambiables, y Samsung también comercializa una correa considerablemente más ancha que la estándar, para quienes prefieran correas grandes.
Para los más preocupados por la moda, Samsung se ha asociado con Diesel Black Gold para comercializar tres modelos de correas exclusivas, e incluso también ha llegado a un acuerdo con Swarovski para comercializar una correa con los famosas cristales.
En mi caso he probado el reloj correa blanca, aunque hubiera preferido una correa de color oscuro para que pasara un poco más desapercibido.
El mecanismo de sujeción de la correa estándar consiste en una hebilla desplegable que no me acaba de convencer demasiado ya que hay que hacer bastante fuerza para cerrarlo. Quizás un mecanismo algo más moderno, con un imán, hubiera sido más adecuado para este tipo de dispositivo.
La correa posee diez posibles puntos de sujeción, suficientes para adaptarse a los distintos grosores de muñeca de los usuarios adultos.
El tamaño del Gear S es bastante abultado y no hay más que un tamaño donde elegir. Esto puede suponer un barrera de adopción para aquellos a los que no les gusten los relojes grandes, o para aquellos que tienen la muñeca pequeña.
En este aspecto, la estrategia de Apple con el Watch ha sido muy diferente. Apple está publicitando su reloj como un dispositivo de moda, en lugar de como un elemento tecnológico, y por ello ha anunciado que llegará en dos tamaños.
De esta forma Apple se asegura que las mujeres, quienes habitualmente prefieren relojes más pequeños, no rechazarán el reloj. A continuación os mostramos una foto del Gear S en el brazo de una mujer, que ha tenido que abrochárselo en el agujero más ajustado.
En mi opinión, se agradecería un tamaño un poco menor. Por supuesto un dispositivo de estas características necesita una pantalla grande, pero si nos fijamos bien en el frontal, una gran parte mismo está ocupado por los marcos laterales, superior e inferior. Esto implica que todavía hay margen de mejora para reducir el tamaño del reloj sin sacrificar el tamaño de la pantalla.
El Samsung Gear S posee la certificación IP67 de protección frente a agua y polvo, por lo que podemos llevarlo bajo la lluvia o lavarnos las manos en el lavabo sin preocuparnos porque le entre agua.
El reloj posee un botón justo debajo de la pantalla que resulta fácil de apretar y que nos permite encender o apagar la pantalla.
Durante las dos semanas que he llevado puesto el Gear S, ha habido mucha gente que se ha fijado en él y personas que no ha podido resistirse a hacer algún comentario sobre este reloj. La mayoría de los comentarios reflejaban curiosidad por saber qué tipo de artilugio futurista llevaba puesto, aunque tampoco han faltado los que hacían alguna broma por su gran tamaño.
Un aspecto que nos ha dejado un tanto preocupados es que en ocasiones aparece una mancha en la esquina del reloj. Al pasar el dedo, esta mancha no se quita, pero si frotamos con un trapo desaparece, al menos hasta que volvamos a tocar en esa zona con el dedo, momento en el cual vuelve a aparecer exactamente la misma mancha con la misma forma.
Hemos investigado y parece que no somos los únicos a los que les ha pasado aunque tampoco da la sensación de que sea algo generalizado.
Algunos apuntan a que se trata de imperfecciones del cristal Gorilla Glass que hacen que se quede pegada la grasa del dedo fácilmente al tocarlo en ciertas zonas. En cualquier caso apenas es perceptible por lo que tampoco debemos preocuparnos en exceso.
El cargador del Gear S es un accesorio menos engorroso que el que probamos en su día para el Galaxy Gear. Se trata de una cuna a la que debemos conectar un cable micro-USB y acoplar la parte de atrás del reloj para que se cargue.
Hubiéramos preferido que el conector micro-USB estuviera en el propio cuerpo del reloj, ya que facilitará poder recargar el reloj en cualquier momento sin depender de haber cogido el cargador.
También nos hubiera gustado que el propio Gear S contase con carga inalámbrica para que se cargase simplemente con apoyarlo o acercarlo a un cargador compatible. A fin de cuentas, ya es bastante esclavitud tener que cargar todas las noches el teléfono como para tener que conectar también el reloj a un cargador.
Un punto interesante es que la propia base de carga tiene una pequeña batería, por lo que podemos recargar aproximadamente la mitad de la batería del reloj simplemente acoplándolo a la cuna sin conectarlo a la corriente.
Pantalla
El Samsung Gear S posee una pantalla SuperAMOLED de 2″ con resolución 360×480 píxeles, lo que le otorga una densidad de píxeles muy respetable de 300 ppp.
La resolución es más que suficiente para que no se noten los píxeles individuales y los ángulos de visión son lo suficientemente buenos para poder ver el reloj desde ángulos extremos, algo que se agradece enormemente en un reloj.
La matriz de la pantalla AMOLED es de tipo PenTile, lo que significa que los sub-píxeles no están colocados de forma convencional RGB, sino que están dispuestos en un patrón geométrico y los sub-píxeles tienen distintos tamaños. Aunque esto significa que la resolución efectiva es menor, en la práctica esto no se aprecia gracias a su elevada resolución.
La calidad de la imagen es muy buena y está en línea con lo que cabe esperar de este tipo de pantallas: unos colores negros profundos, un elevado contraste en la imagen y unos colores vibrantes. Por suerte, incorpora sensor de luminosidad para adaptar el brillo de la pantalla automáticamente a las condiciones de luz ambiental.
Un inconveniente de tener un reloj con pantalla convencional en lugar de tinta electrónica, como otros relojes inteligentes (y quizás el próximo de Sony), es que el estado normal de la pantalla es apagada, ya que de lo contrario se consumiría la batería en pocas horas.
Por tanto, para ver la hora debemos pulsar el botón o bien activar el encendido de pantalla automático cuando el reloj detecta que hacemos el gesto de mirar la hora. Este modo automático, sin embargo, se dispara con mucha facilidad y con frecuencia veremos encenderse la pantalla aunque no queramos mirar la hora.
Por ejemplo, es frecuente que se encienda la pantalla del reloj al conducir, especialmente al girar el volante para tomar curvas.
La pantalla es táctil y, en general, responde bien a las pulsaciones aunque a veces se encasquilla un poco. Para los principiantes, conviene saber que para que funcione bien el gesto de arrastrar la pantalla de arriba a abajo, es necesario hacerlo empezando y terminando en el marco metálico, y no solo en la zona de la pantalla.
Procesador, almacenamiento, conectividad y batería
En general, el Samsung Gear S funciona con bastante fluidez, aunque el desplazamiento por los mapas y por las páginas web presenta un poco de retardo, como se puede apreciar en el vídeo inicial.
Desde el momento en el que hacemos el gesto de pinza o arrastramos el dedo hasta que la pantalla comienza a hacer zoom o scroll, pasa un poco de tiempo. No es algo grave pero la respuesta no es tan rápida como si fuera un teléfono.
El reloj incorpora un buen número de sensores: ritmo cardíaco, radiación ultravioleta, acelerómetro, giroscopio, brújula, luz ambiente, y barómetro.
El sensor de ritmo cardíaco está integrado en la parte de atrás del reloj, por lo que puede tomar medidas mientras llevamos puesto el reloj y enviarlas a la aplicación Salud. En nuestras pruebas las medidas ofrecen una variabilidad bastante grande, aún cuando las tomemos seguidas.
El sensor de radiación ultravioleta está en el frontal y nos indica la intensidad de los rayos ultravioletas del sol. Los sensores de acelerómetro y giroscopio permiten, entre otras cosas, detectar el giro de la muñeca para mirar la hora, de forma que la pantalla se encienda automáticamente.
El sensor de luz ambiente ajusta automáticamente el brillo de la pantalla a la luz ambiental, algo muy interesante para mejorar la legibilidad de la pantalla cuando hace falta, a plena luz del día, pero mantenerla bastante oscura en interiores poco iluminados.
El reloj se conecta al teléfono mediante Bluetooth 4.0 LE (Low Energy) y posee además la posibilidad de conectarse por WiFi y por 3G mediante una tarjeta nano-SIM que se introduce en un compartimento de la parte trasera. Más adelante hablaremos sobre estas posibilidades de conexión.
El Galaxy Gear S posee una batería de 300 mAh y, según Samsung, ofrece 1-2 días de autonomía con un uso frecuente. En mi experiencia, la autonomía ha resultado ser mejor de la esperada.
Con un uso frecuente, recibiendo y consultando decenas de notificaciones al día pero sin realizar llamadas de voz a través del reloj (no veo práctico hablar a un reloj), los tiempos que he obtenido son:
- 20-25 horas de autonomía conectado exclusivamente por 3G (en zonas con buena cobertura)
- 50-60 horas de autonomía conectado exclusivamente por Bluetooth (que es el modo de conexión más habitual)
En la práctica, esto significa que podemos utilizar el reloj sin problemas durante toda la jornada, incluso aunque estemos conectados exclusivamente por 3G.
El Gear S también cuenta con un modo de ahorro de energía que usa una pantalla de inicio en escala de grises; desactiva todas las funciones salvo llamadas, mensajería y notificaciones; desactiva las redes móviles y WiFi;y limita el rendimiento máximo de la CPU.
Conexión al teléfono para notificaciones y llamadas
El Samsung Gear S requiere necesariamente estar conectado a un teléfono Samsung con Gear Manager para mostrar notificaciones, ya que realmente es el teléfono móvil quien envía las notificaciones al reloj. Esta conexión puede ser por Bluetooth o a través de Internet (WiFi o 3G).
La ventaja de la conexión por Bluetooth es que consume menos batería y ambos dispositivos están completamente sincronizados, de forma que podremos incluso realizar o recibir llamadas con el reloj, aunque en realidad se están cursando a través del teléfono móvil.
Como es lógico, la conexión por Bluetooth requiere que el reloj esté a unos pocos metros del teléfono móvil, por lo que si nos alejamos fuera del radio de cobertura perderemos la conexión entre ambos dispositivos, salvo que el reloj salte a la conectividad 3G.
El Samsung Gear S posee un compartimento para tarjeta nano-SIM y también cuenta con conectividad WiFi. Ambas opciones permiten utilizar el reloj aún cuando el teléfono móvil esté lejos y, por tanto, no podemos conectarlo por Bluetooth.
En caso de usar 3G o WiFi, la comunicación entre el teléfono y el reloj se realiza a través de Internet: el teléfono envía las notificaciones a unos servidores de Samsung, que a su vez se las reenvían al reloj.
La ventaja de la conexión por 3G es que no tenemos que preocuparnos de que el reloj esté cerca del teléfono, e incluso podemos dejarlo en casa y salir a la calle solo con el reloj, algo muy útil si queremos hacer deporte.
Si la SIM que hemos introducido en el reloj es una réplica de la SIM del teléfono (este es un servicio que ofrecen las operadoras), las llamadas sonarán tanto en el teléfono como en el reloj, por lo que no perderemos ninguna llamada.
Si la SIM es de otro número y estamos conectados por 3G, las llamadas que lleguen a nuestro teléfono móvil no nos llegarán al reloj, salvo que activemos la opción de desvío de llamadas desde el número del teléfono móvil al número del reloj (pero esto puede tener un cargo del operador móvil).
Por supuesto, es posible combinar ambas conexiones para que normalmente el reloj y el teléfono móvil estén emparejados por Bluetooth, que consume menos batería y ofrece más funcionalidades, pero que si se pierde esta conexión se emplee la conexión por 3G o WiFi para seguir recibiendo las conexiones.
Gear Manager
La aplicación Gear Manager es compatible con dispositivos Samsung que corran Android 4.3 o superior, tengan resolución de al menos 768×480 píxeles, y cuenten con al menos 1,5 GB de RAM.
Algunos usuarios han conseguido instalar Gear Manager en dispositivos distintos de Samsung, aunque puede que no todas las funcionalidades funcionen correctamente.
La aplicación Gear Manager es necesaria para emparejar mediante Bluetooth nuestro teléfono Samsung con el Gear S, así como para actualizar el software del reloj si es necesario. Además ofrece varias opciones de aplicaciones y ajustes, como veremos a continuación.
A través de esta aplicación podemos escoger entre diversos fondos de pantalla y estilos de reloj.
Cada estilo de reloj admite ser personalizado para mostrar cierta información en determinadas zonas de la pantalla: estado de la batería, número de notificaciones, reloj dual, clima, podómetro, etc.
Como se puede ver en la siguiente galería, algunos estilos de reloj son bastante vistosos y, de hecho, el que viene por defecto, nos parece muy elegante.
También podemos utilizar Gear Manager para transferir ficheros de música e imágenes al reloj, así como ajustar la frecuencia con la cual se transfieren datos de salud desde Gear al teléfono.
La opción más útil de Gear Manager es la de administración de notificaciones, que nos permite tener un control completo sobre las notificaciones que se muestran en el reloj.
Es posible elegir aplicación a aplicación las notificaciones que se mostrarán en el reloj y la forma en la que aparecerán: pantalla completa o mini-ventana emergente. Cualquier notificación que aparece en teléfono puede aparecer también en el reloj si así lo deseamos.
También permite activar si queremos ver el contenido del Gear en el teléfono móvil al encender la pantalla, bloquear las alertas para que no aparezcan en el Gear si estamos utilizando el teléfono móvil, o mantener la pantalla apagada cuando recibamos una notificación.
Un aspecto que nos ha gustado mucho es que si lees las notificaciones en el reloj, estas desaparecen del teléfono móvil, de forma que no las lees dos veces.
Aunque las aplicaciones de anteriores relojes Gear son compatibles con el Gear S, el catálogo de aplicaciones disponibles sigue siendo escaso.
Por el momento no encontramos aplicaciones nativas de los servicios más populares, como Facebook, Twitter, WhatsApp o Spotify.
Aún con todo, la comunidad de usuarios es muy activa y hay iniciativas como interesantes, como la aplicación Wearable Widgets que permite instalar cualquier widget de tu teléfono en el reloj.
Una de las aplicaciones disponibles más destacables es el navegador Opera Mini, que nos puede sacar de un apuro si no tenemos el teléfono a mano.
Ahora bien, resulta complicado navegar en una pantalla de 2″ y algunas páginas no se muestran del todo bien. Por ejemplo, la web de Teknófilo no se muestra completa de izquierda a derecha.
Otras aplicaciones interesantes para descargar son un grabador de notas de voz, una herramienta para recordar dónde hemos aparcado, y algunas aplicaciones de ejercicio físico.
Mientras los desarrolladores no apuesten claramente por crear aplicaciones para esta plataforma, el Gear S seguirá limitado a tareas básicas relacionadas con notificaciones, llamadas, correo electrónico y algo de navegación web ocasional.
No olvidemos que el Gear S corre Tizen, un sistema operativo propio de Samsung, en lugar de Android Wear, que posiblemente tenga más aceptación por parte de los desarrolladores ya que es utilizado por varios fabricantes.
Otra función interesante de Gear Manager es Buscar mi Gear, que hace que el reloj reproduzca un sonido y que se encienda la pantalla. Es un buen recurso si no recordamos dónde hemos dejado el reloj.
Por último, el apartado de Ajustes permite establecer ciertas opciones de funcionamiento. Podemos hacer que el Gear S desbloquee automáticamente el teléfono cuando se encuentra en sus proximidades (es decir, emparejado), de forma que en lugar de tener que introducir un patrón de desbloqueo baste con deslizar el dedo por la pantalla para desbloquearla.
También podemos escoger la función de una doble pulsación del botón encendido, para que se active S Voice o cualquier otra aplicación de nuestro interés. Otra opción interesante que podemos activar es el control de voz, que nos permite responder o rechazar una llamada con la voz.
Interfaz y funcionalidades
La pantalla principal muestra la hora según el diseño que hayamos seleccionado.
La forma de interactuar con el reloj es mediante pulsaciones y gestos sobre la pantalla.
Si arrastramos la pantalla hacia abajo, retrocedemos a la pantalla anterior, pero si realizamos este gesto en la pantalla principal accedemos a los controles de volumen y brillo, así como el estado de la batería y de la conexión.
Si arrastramos la pantalla hacia la izquierda van apareciendo los widgets que hayamos elegido, hasta un máximo de cinco, entre los siguientes: Reproductor de Música, S Health, Resumen de Noticias, Agenda, Ajustes, Contactos y Tiempo Actual.
Si arrastramos la pantalla hacia la derecha se muestran las notificaciones que tenemos pendientes de leer.
En función de los ajustes que hayamos establecido, la pantalla se enciende para mostrarnos la notificación o permanece apagada.
En las pruebas que he realizado he preferido que la pantalla permaneciese apagada ya que, si se enciende, es fácil que se produzca alguna pulsación no deseada sobre la misma.
Las notificaciones muestran tanta información como en el dispositivo móvil al que lo tengamos conectado.
Si arrastramos la pantalla hacia arriba, podemos ver todas las aplicaciones que tenemos instaladas, que por defecto son Teléfono, Contactos, Mensajes, Correo electrónico, Agenda, Ajustes, Navegante, S Health, Running, Reproductor de música, Resumen noticias, Clima, S Voice, Alarma, Galería, y Buscar dispositivo.
Una de las cosas más complicadas de hacer en la pequeña pantalla de un reloj es teclear. La pantalla del Gear S es muy grande para un reloj, pero muy pequeña para un teclado.
Samsung proporciona varios teclados distintos – uno QWERTY completo, uno con dos letras por tecla, y otro con tres letras por tecla – y también es posible introducir texto mediante dictado gracias al reconocimiento de voz que incorpora.
Permite introducir texto arrastrando el dedo sobre las teclas (como Swype), y además cuenta con un auto-corrector que corrige nuestros errores al teclear.
Aplicaciones
El Gear S incorpora un conjunto de aplicaciones preinstaladas, y da la posibilidad de descargar nuevas aplicaciones.
Teléfono permite realizar llamadas desde el reloj, haciendo uso del micrófono y altavoz que incorpora el propio reloj. Podemos marcar tecleando el número o accediendo a nuestra agenda de contactos. También es posible ver el registro de llamadas.
Contactos nos permite acceder a nuestra agenda de contactos, que muestra en la parte superior nuestros contactos favoritos y más abajo el listado completo de contactos sobre el que podemos desplazarnos haciendo scroll o pulsando sobre la inicial a la derecha.
Mensajes permite leer y redactar mensajes cortos (SMS) con el reloj.
Agenda permite acceder a nuestra agenda del teléfono para ver los eventos programados del día.
Navegante da acceso a la aplicación HERE Maps de Nokia, una herramienta de navegador GPS que nos guía hasta nuestro destino.
La ventaja de la aplicación HERE Maps es que, a diferencia de Google Maps, permite descargar mapas al reloj, de forma que es posible navegar sin consumir datos 3G ni gastar tanta batería. Ahora bien, debemos tener en cuenta que el almacenamiento está limitado a 4 GB.
La aplicación Navegante solo soporta navegación a pie y en transporte público, pero no en coche, ya que el reloj no está pensado para ser utilizado mientras conducimos. Mientras caminamos, el reloj nos indica mediante vibraciones e instrucciones en la pantalla por dónde debemos girar.
S Health es la aplicación de salud de Samsung que aprovecha los sensores del Gear S para hacer seguimiento de nuestra actividad física.
La aplicación cuenta los pasos que hemos caminado, y nos permite introducir manualmente los ejercicios que hacemos y las horas de sueño.
Si queremos, podemos marcarnos objetivos de actividad física y el reloj nos va indicando a lo largo del día cómo de lejos estamos de alcanzarlo. También es posible que el reloj nos avise cuando llevamos mucho tiempo sentados sin hacer ejercicio.
Running es una aplicación de Nike que permite hacer seguimiento de nuestras carreras y nuestros progresos, gracias a que el GPS y el acelerómetro registran la distancia, ritmo y tiempo de nuestras sesiones de running.
S Voice permite interactuar con el reloj a partir de la voz. Para activar S Voice basta con decir «Hola Gear» (u otro comando que nosotros elijamos) mientras la pantalla está encendida.
Es posible decir frases como «Llama María», «Marca el 123-4567», «Llamar Juan al trabajo», «Abrir nota de voz», «Manda un SMS a Carlos», «Lee el mensaje», «Pon a la alarma a las 8 de la mañana»,»¿Qué hora es?», «Comprueba qué tiempo hace», «Navegar a Puerta del sol, Madrid», «Reproducir música», «Tiempo para hoy», etc.
El sistema funciona bastante bien ya que el reloj suele acertar reconociendo correctamente lo que hemos dicho, aunque queda lejos de Google Now o Siri en cuanto a funcionalidad ya que no permite ser interrogado acerca de resultados deportivos u otra información de interés.
Una limitación que hemos encontrado frente a otros relojes inteligentes es que no es posible añadir tareas o citas al calendario. Al internarlo, S Voice muestra un mensaje de error indicando «no se pueden añadir tareas» o «no se pueden añadir citas al calendario.»
Resumen de Noticias muestra extractos de noticias de actualidad. Es posible seleccionar entre diversas temáticas – noticias, negocios, deportes, celebridades, tecnología, ciencia, entretenimiento, moda, comida y viajes – sobre las cuales el reloj nos mostrará el titular y una pequeña reseña, que podemos leer cómodamente en el teléfono móvil (pero no en el reloj) si pulsamos sobre ella.
Clima muestra la información meteorológica del lugar donde nos encontramos a partir del servicio AccuWeather. Alarma nos permite establecer alarmas en el reloj, como su propio nombre indica.
Galería muestra las imágenes transferidas desde el móvil al reloj, ya que el reloj no tiene capacidad por sí mismo de tomar fotografías.
Por último, Ajustes permite acceder a las opciones del Gear S, tales como estilo, llamadas, sonido, pantalla, conexiones, notificaciones, mensajes, modo no molestar, doble pulsación, privacidad, idioma, ahorro de energía, restablecer configuración por defecto, etc.
Calidad de las llamadas
Sin embargo hablar a través del reloj es una experiencia bastante extraña y, hasta cierto punto, todavía se ve ridícula.
La calidad del altavoz no es ninguna maravilla, por lo que acabas moviendo el reloj alternativamente entre la boca y la oreja para hablar y escuchar durante la conversación.
Esto puede resultar muy cansado al cabo de unos minutos, por lo que realmente tienes que estar muy desesperado para contestar o realizar una llamada con el propio reloj.
Además cualquiera puede escuchar la conversación, lo que lo hace poco interesante si quieres mantener una conversación privada. En cualquier caso, también es posible conectar un auricular Bluetooth al Gear S.
Precio
El Samsung Gear S se puede adquirir en Amazon España por [amazon template=precio&chan=default&asin=B00OHNIEMC].
Se trata de un precio bastante elevado, superior incluso a lo que cuestan muchos teléfonos de gama media.
Si además tenemos en cuenta que el mercado de los relojes inteligentes está todavía en sus inicios y que cada nuevo modelo supone una mejora sustancial respecto al anterior, parece claro que el Gear S está dirigido a los usuarios más techies.
Otras opciones de relojes inteligentes que quizás quieras evaluar son el Moto 360 ([amazon template=precio&chan=default&asin=B00N3VH3VC]), Sony Smartwatch 3 ([amazon template=precio&chan=default&asin=B00N9OAQI0]), LG G Watch ([amazon template=precio&chan=default&asin=B00MAMYPUC]), o incluso el Gear 2 ([amazon template=precio&chan=default&asin=B00JQ99HB4]) también de Samsung.
Conclusiones
Samsung no es un nuevo jugador en el terreno de los relojes inteligentes, y eso se nota. A la hora de diseñar el Gear S, la compañía ha sabido tomar lo mejor de los anteriores modelos y ha eliminado funcionalidades absurdas, como la cámara de fotos integrada en el reloj.
El resultado es un reloj inteligente con un diseño moderno y elegante, gracias a su pantalla curvada y a su frontal negro rodeado de un marco metálico. Lo único que nos echa para atrás es su tamaño, ya que resulta muy grande en cualquier muñeca y, desde luego, no pasa desapercibido.
El Gear S no se queda corto en cuanto a funcionalidades, ni mucho menos. El reloj es capaz de mostrar cualquier notificación que llegue al teléfono, guiarnos hasta nuestro destino a pie o en transporte público, e incluso podemos utilizarlo para recibir/hacer llamadas, si bien esto último no acaba de ser demasiado cómodo.
En la práctica, durante las dos semanas que he utilizado el reloj diariamente, el principal uso que le he dado ha sido para comprobar rápidamente las notificaciones y decidir si merecía la pena o no sacar el teléfono del bolsillo.
Las mujeres, que llevan normalmente el teléfono en un bolso y no siempre escuchan los avisos de llamadas o mensajes de Whatsapp, también encontrarán útil el uso del Gear S para no perderse ninguna notificación.
Uno de los aspectos más destacados del Gear S es su conectividad 3G, además de Bluetooth y WiFi, que dota de más libertad al reloj al no tener que llevarlo siempre junto al teléfono.
Sin duda lo más recomendable es llevar ambos juntos emparejados por Bluetooth, ya que la duración de la batería es muy superior, pero es bueno tener la posibilidad de dejar el teléfono en casa si, por ejemplo, salimos a correr.
Los amantes del deporte además agradecerán que el Gear S incorpora un conjunto de sensores como podómetro y pulsómetro que registran nuestra actividad en la aplicación Health S de Samsung.
Lamentablemente el precio del Gear S es bastante elevado, lo que supone una barrera de adopción fuerte para los usuarios, especialmente aquellos que no acaban de ver claro qué ventajas les aporta un reloj inteligente. Otra barrera es el hecho de que requiere un teléfono Samsung para funcionar, y no es compatible con teléfonos de otra marca salvo que queramos experimentar.
En definitiva, si eres fan de Samsung, no quieres perderte ninguna notificación en el momento en que te lleguen, y puedes permite pagar lo que cuesta, el Gear S es el reloj inteligente más completo que puedes encontrar en el mercado.
Lo mejor:
- Diseño futurista con gran calidad en los materiales y los acabados. Múltiples opciones de correas disponibles.
- Pantalla curvada de buen tamaño, elevada resolución, amplios ángulos de visión, y ajuste de brillo automático.
- Múltiples opciones de personalización a la hora de mostrar notificaciones
- Conectividad WiFi, Bluetooth, e incluso 3G.
- Buena autonomía cuando se conecta por Bluetooth y, en menor medida, también cuando lo hace por 3G.
Lo peor:
- Compatible solo con teléfonos Samsung que corran Android 4.3 o superior
- Cuerpo del reloj bastante voluminoso, especialmente si tienes la muñeca pequeña
- Catálogo limitado de aplicaciones de terceros y ausencias de servicios populares como Facebook, Twitter, WhatsApp, etc. (aunque las notificaciones sí que llegan)
- Precio elevado del dispositivo, al que posiblemente hay que añadir un plan de datos para la tarjeta nano-SIM del teléfono
Nota: El Samsung Gear S ha sido cedido amablemente por Samsung España para la realización de este análisis.
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