Análisis de la pulsera Fitbit Charge 2 y opinión
Hace unos meses, Fitbit presentó los nuevos dispositivos Fitbit Alta y Fitbit Blaze, que tuvimos oportunidad de analizar en profundidad. Ahora, la compañía ha lanzado las nuevas pulseras Fitbit Charge 2 y Fitbit Flex 2, que suceden a los modelos Fitbit Charge HR y Fitbit Flex de 2014 y 2013 respectivamente.
Mientras que la pulsera Fitbit Alta es un dispositivo de apariencia discreta, la pulsera Fitbit Charge 2 es un dispositivo mucho más llamativo. Como indicábamos anteriormente, la Fitbit Charge 2 es la pulsera sucesora de la Charge HR, con un diseño ligeramente diferente y algunas funcionalidades nuevas.
La Fitbit Charge 2 posee una gran pantalla OLED y hace seguimiento del sueño, la actividad física, la distancia recorrida, las calorías consumidas, los pasos caminados y las plantas subidas. Además, es capaz de medir nuestra capacidad aeróbica y ofrece sesiones guiadas de respiración.
La pulsera Fitbit Charge 2 se puede adquirir en la web de Fitbit.com por 159,95€ y, por algo menos, en Amazon España.
Hemos tenido oportunidad de probar la pulsera Fitbit Charge 2 durante varias semanas y, a continuación, os presentamos nuestras impresiones sobre ella.
Diseño y construcción
La pulsera Fitbit Charge 2 mantiene una estética similar a la de otros dispositivos Fitbit, aunque cuenta con una gran pantalla que es cuatro veces más grande que la de los antiguos dispositivos Charge.
El tamaño de la pantalla es lo suficientemente grande para poder ver más información que en la pulsera Fitbit Alta, pero es más pequeña que la del Fitbit Surge o Blaze, así que es menos aparatosa en la muñeca.
El cuerpo de la pulsera es de acero inoxidable y posee un acabado en color plata similar al de la pulsera Fitbit Alta.
La Fitbit Charge 2 se ajusta a la muñeca mediante un mecanismo de hebilla similar al de Charge HR, que resulta muy cómodo de utilizar.
La pulsera solo cuenta con un botón en un lateral, que permite ir pasando entre las distintas pantallas.
La conmutación entre los diferentes tipos de ejercicios se realiza dando toques sobre la pantalla y, para iniciar un ejercicio en concreto, es necesario realizar una pulsación larga en dicho botón.
Lamentablemente no hay una forma de ir hacia atrás, por lo que si te saltas la pantalla que buscas tienes que seguir pulsando hasta que vuelve a aparecer la pantalla que buscas. No hay demasiadas pantallas pero ir pasando por todas ellas en bucle puede resultar algo engorroso.
La pulsera Fitbit Charge 2 es algo gruesa, por lo que tendrás que acostumbrarte a llevar algo en la muñeca. En cualquier caso, tras llevarla durante un tiempo, el abultamiento del sensor de ritmo cardíaco no me ha resultado tan molesto como pensaba en un principio.
El cuerpo metálico de la pulsera puede ser separado cómodamente de la correa, lo que permite sustituirla si se estropea o, si por cualquier motivo, prefieres ir cambiando de color y material.
La correa clásica llega en colores negro, ciruelo, azul y turquesa, y también hay dos pulseras de edición especial que llegan con correa lavanda y cuerpo oro rosa, y con correa negra y cuerpo gris oscuro. Al igual que la Fitbit Alta, la pulsera Charge 2 tiene opción de correas de cuero en color rosa palo, añil y marrón.
Las correas están disponibles en tres tamaños – pequeño (14 a 17 cm), grande (16,5 a 20,6 cm) y extra grande (20,6 a 23,6cm) – para adaptarse al grosor de tu muñeca. Ahora bien, si tienes la muñeca pequeña te puede ocurrir como a mí, que me queda un poco grande incluso en la posición más ajustada del tamaño pequeño.
La pulsera Charge 2 no es sumergible en agua como la Flex 2, pero es resistente al agua. Esto quiere decir que puede soportar salpicaduras mientras te lavas o el sudor cuando estás haciendo ejercicio. Ahora bien, no puedes llevar la pulsera Charge 2 en la ducha o en la piscina.
Pantalla
La pulsera Fitbit Charge 2 posee una pantalla OLED de forma rectangular de 1.5″ que permite leer con comodidad los mensajes.
La pantalla es monocroma (blanco y negro), y puede resultar algo tenue bajo la luz directa del sol ya que no hay ningún ajuste del brillo. También tiene tendencia a atraer las huellas dactilares.
A través de la aplicación Fitbit podemos escoger la información que se mostrará en la pantalla cuando demos un golpe sobre la misma.
En mi configuración, al encender la pantalla se muestra la hora, la fecha y los pasos caminados y, si sigo dando toques sobre, voy pasando por distintas pantallas con información sobre el ritmo cardíaco, la distancia recorrida, las calorías quemadas, los escalones subidos, los minutos de actividad física, etc.
Al pulsar sobre el botón lateral, vamos pasando por cinco pantallas: Hora y fecha, Ritmo Cardíaco, Actividades, Cronómetro, y Respiración.
Lamentablemente no existe la posibilidad de establecer un modo de reloj permanente que muestre la hora todo el tiempo, por lo que tenemos que recurrir a dar un toque sobre la pantalla o a activar el encendido de la pantalla cuanto detecte el gesto de giro de muñeca.
Durante las semanas que he probado la Fitbit Charge 2 no he conseguido pillar el truco a los golpes sobre la pantalla. De igual forma, tampoco domino el gesto de la muñeca, que en ocasiones debo repetir varias veces hasta que la pantalla se enciende. En el peor de los casos, siempre se puede pulsar el botón para que se encienda la pantalla.
Un pequeño inconveniente es que la pantalla se enciende ocasionalmente cuando cambias de posición en la cama, y eso puede resultar algo molesto ya que la pantalla resulta bastante brillante cuando estás a oscuras.
Funcionalidades de salud
El primer paso que debemos hacer tras sacar la pulsera Fitbit Charge 2 de la caja es configurarla desde nuestro smartphone o desde un ordenador a través de Bluetooth.
La pulsera Fitbit Charge 2 se sincroniza de forma inalámbrica con un teléfono iPhone, Android o Windows que se encuentre en las inmediaciones.
En mi caso la he probado ampliamente con un iPhone 6, pero la experiencia debería ser similar con otras plataformas.
Una limitación de la aplicación es que no comparte la información recopilada con la aplicación Salud de iOS o con Google Fit de Android.
En mi caso, tengo una báscula que se integra con la app Salud, por lo que me gustaría que todos los datos estuvieran en un solo lugar.
La pulsera Fitbit Charge 2 está equipada con un acelerómetro de tres ejes, un altímetro, un monitor de ritmo cardíaco, y un motor de vibración.
La pulsera hace seguimiento de los minutos en los que has estado activo, las calorías consumidas, la distancia recorrida, los pasos caminados, el ritmo cardíaco, y las horas de sueño.
Además también ofrece recordatorios para que te muevas cuando llevas una hora inactivo. La pulsera vibra y muestra un gráfico que te incita a caminar 250 pasos (o la cantidad que configures) antes de volver a tu asiento.
La Fitbit Charge 2 no cuenta con GPS, pero como otros dispositivos Fitbit puede utilizar el GPS de tu teléfono para registrar la distancia recorrida y el ritmo. Basta con abrir la app de Fitbit y esperar unos segundos hasta que los iconos de GPS y del teléfono aparecen en la pantalla de Charge 2.
La app Fitbit es una de nuestras favoritas, y las últimas actualizaciones la han hecho todavía mejor.
Una de las nuevas funcionalidades es que ahora puedes ver tu nivel de capacidad aeróbica, que es básicamente una puntuación que tiene en cuenta la información de tu ritmo cardíaco (reposo, media y pico) y el nivel VO2 máximo estimado (la máxima cantidad de oxígeno que tu cuerpo puede utilizar durante un ejercicio).
Si llevas tu Charge 2 en la cama, la pulsera mide tu ritmo cardíaco mientras duermes. Esta información combinada con tu perfil – edad, altura, peso y otros datos – genera una puntuación que se compara con la de otras personas de tu edad y sexo.
El nivel de capacidad aeróbica no se registra a lo largo del tiempo, sino que se muestra como una única cifra. No sabemos por qué Fitbit no muestra una gráfica con su evolución a lo largo del tiempo.
Al igual que las pulseras Fitbit Alta y Blaze, la Charge 2 es capaz de monitorizar automáticamente ejercicios como correr, correr en cinta, entrenar, pesas, elíptica, ciclismo, etc.
La pulsera puede tardar entre 10 y 15 minutos en darse cuenta de que estás haciendo uno de esos ejercicios, así que si vas a hacer un ejercicio corto es mejor que lo inicies manualmente.
Otra de las novedades de Fitbit Charge 2 son sus sesiones de respiración guiadas, que se adaptan a tu ritmo cardíaco. Puedes elegir entre sesiones de 2 y 5 minutos, en las cuales debes adaptar tu respiración a un círculo que se contrae y se expande en la pantalla de la pulsera.
En la parte inferior de la pantalla se muestra una gráfica de tu ritmo cardíaco. A medida que inhalas y exhalas, la onda de tu ritmo cardíaco fluctúa, así que puedes ver el efecto de tu respiración. El objetivo de estas sesiones es reducir la ansiedad y el estrés, y que tu ritmo cardíaco recupere su ritmo habitual tras un ejercicio.
Como cualquier pulsera de este tipo, las estimaciones sobre la actividad física se realizan aplicando un algoritmo sobre las mediciones del acelerómetro, por lo que no pretenden ser valores exactos y habitualmente hay diferencias entre las mediciones de las pulseras de distintos fabricantes.
La pulsera ofrece resultados que parecen bastante acertados, aunque he detectado algunos problemas ocasiones con el número de pasos caminados y plantas subidas, que tienden a ser más elevados de lo que cabría esperar. Por ejemplo, un día la pulsera registró que había subido 44 plantas durante un viaje en coche de unas tres horas, lo cual evidentemente no era cierto.
El registro del sueño es correcto, aunque a diferencia de otras pulseras que diferencian entre sueño ligero y sueño profundo, la Charge 2 solo registra cuándo estás despierto, dormido e inquieto.
La aplicación de Fitbit permite a los usuarios introducir a mano datos alimenticios – comida y bebida – para registrar las calorías ingeridas y la cantidad de agua bebida. Lamentablemente este proceso resulta algo tedioso, por lo que en la práctica no es probable que vayas a utilizar esta funcionalidad habitualmente.
Centrándonos en la aplicación Fitbit, una función que puede motivar a algunos usuarios es la posibilidad de «competir» con sus amigos que también usen una pulsera Fitbit.
Tus amigos se muestran en una pestaña de la aplicación y puedes ver lo activos que han estado en comparación contigo.
Otra fuente de motivación es la posibilidad de ganar «insignias» a medida que completamos desafíos.
Una funcionalidad interesante es la alarma silenciosa, que consiste en que la pulsera vibra a la hora que hemos establecido en la aplicación del teléfono móvil.
Si duermes con otra persona que se despierta más tarde que tú, esta alarma silenciosa es útil ya que pasa desapercibida para la otra persona.
A diferencia de otras pulseras como las de Jawbone, la pulsera Fitbit Charge 2 no cuenta con una alarma inteligente que te despierte de 10 a 30 minutos antes de que llegue la hora de despertarse, coincidiendo con el momento en el que estés dormido menos profundamente.
Fitbit ofrece una nueva sección llamada Aventuras en la pestaña Desafíos. La idea detrás de Aventuras es bastante original ya que ofrece diversas metas de pasos para diferentes ubicaciones – por ejemplo, es necesario caminar 8.000 pasos para completar la aventura de las 3,1 millas de Nueva York.
Cada paso que das en casa, en el trabajo o en el calle cuenta frente a este objetivo e incluso puedes ver tus pasos sobre un plano imaginario que te muestre en qué punto estarías de la ruta. Conforme vas completando metas de pasos, la aplicación desbloquea imágenes panorámicas de localizaciones interesantes del camino.
Notificaciones en la pantalla
La pulsera Fitbit Charge 2 no pretende hacer las veces de reloj inteligente, pero cuando está emparejada con un teléfono por Bluetooth vibra y muestra el nombre de la persona que está llamando o te envía un SMS, y también puede mostrar eventos de la agenda.
Se trata de una funcionalidad muy interesante ya que ayuda a que no perdamos ninguna llamada aun cuando llevemos el teléfono en un lugar poco accesible o estemos en un entorno ruidoso.
Sería muy interesante que Fitbit añadiera también la posibilidad de recibir ciertas notificaciones de apps de terceros en la pulsera, como la llegada de nuevos mensajes de WhatsApp, correos electrónicos, menciones en Twitter, etc.
Batería y proceso de carga
La compañía afirma que la pulsera Fitbit Charge 2 tiene una autonomía de cinco días, igual que la Fitbit Alta o la Fitbit Charge HR. En nuestras pruebas, hemos conseguido cinco o seis días de autonomía sin mucho problema.
La carga de la pulsera se realiza mediante un cable USB propietario que se conecta al lado interior de la pantalla y se agarra mediante una especie de pinza. El cable solo sirve para la pulsera, por lo que no conviene perderlo.
Cuando la batería está cercana a agotarse, la aplicación nos lo notifica e incluso podemos recibir un correo electrónico advirtiéndonos de esta situación.
Precio y competidores
La pulsera Fitbit Charge 2 se puede adquirir en la web de Fitbit.com por 159,95€ y, por algo menos, en Amazon España.
Si deseas hacerte con una pulsera algo más económica que la Fitbit Charge 2, puedes optar por la Fitbit Charge HR ([amazon template=precio&chan=default&asin=B00SLKK8JE] en Amazon), aunque tendrás que prescindir de algunas de las funcionalidades que ofrece la nueva pulsera.
La pulsera Samsung Gear Fit 2 ([amazon template=precio&chan=default&asin=B01GTNMH8Y] en Amazon) es una pulsera muy diferente a Fitbit Charge 2 ya que llega con una pantalla mucho más grande y en color. Cuesta algo más que la Charge 2 y, por el momento, no es compatible con el iPhone, pero es una gran alternativa.
Por último, la Microsoft Band 2 es bastante más cara que la Fitbit Charge 2, pero tiene un aspecto bastante atractivo. La Band 2 está llena de sensores, por lo que puede ser una buena opción para los más deportistas. Ahora bien, debes tener en cuenta que Microsoft ha decidido dejar de venderla, por lo que quizás no te resulte fácil encontrarla.
Conclusiones
Fitbit es la marca líder en dispositivos de actividad física y, en los últimos años, la compañía ha hecho que estos dispositivos se parezcan cada vez más a accesorios de moda.
Su última incorporación, Fitbit Charge 2, incorpora algunas novedades interesantes respecto a su predecesora, la Fitbit Charge HR: un diseño más atractivo y versátil, una pantalla de mayor tamaño y algunas nuevas funcionalidades de salud.
Comenzado por su diseño, la Fitbit Charge 2 admite correas intercambiables, por lo que podrás cambiar de color y material a tu gusto o reemplazarla si se estropea.
Al igual que otras pulseras Fitibit que hemos probado, resulta bastante cómoda de llevar en la muñeca, aunque obviamente tienes que hacerte a la idea de que vas a llevar algo que abulta aproximadamente como un reloj.
La pantalla del Fitbit Charge 2 ha aumentado de tamaño y ahora es posible leer notificaciones – avisos de llamadas, SMS o citas de la agenda – e indicaciones de ejercicios con mucha más facilidad.
El conteo de pasos y plantas ascendidas no es demasiado preciso – un día llegó a registrar 44 plantas subidas durante un viaje en coche de 3 horas – pero en general la monitorización de la actividad física es lo suficientemente buena y consistente como para que podamos hacer un buen seguimiento de nuestro ejercicio diario.
La Fitbit Charge 2 es capaz de detectar automáticamente las sesiones de ejercicio físico y los periodos de sueño, sin necesidad de que lo indiquemos manualmente, lo que resulta realmente cómodo. Ahora bien, si las sesiones de ejercicio son muy cortas, tenemos que registrarlas manualmente.
La nueva métrica de capacidad aeróbica es un añadido interesante, así como las sesiones de respiración guiada que ofrece la pulsera, que te ayudan a relajarte tras un ejercicio o, sencillamente, si estás un poco estresado.
La app Fitbit ofrece diversas formas de mantenernos motivados – como la posibilidad de retar a nuestros amigos, ganar insignias o, desde hace poco, emprender aventuras virtuales por lugares emblemáticos. Esto último consiste en que recorres una ruta de forma virtual y la aplicación te muestra lugares emblemáticos de dicha ruta conforme vas pasando por ellos.
Otra de las mejoras de Fitbit Charge 2 es que puede conectarse a nuestro smartphone para hacer uso del GPS, aunque obviamente sería mucho mejor si la propia pulsera incorporase su propio GPS para poder dejar en casa el smartphone.
La pulsera presenta algunas áreas de mejora, como la ausencia de protección frente al agua. Si bien resiste salpicaduras, no puedes nadar con ella y tampoco deberías llevarla en la ducha. Una pulsera de actividad física es algo que te deberías quitar solamente para cargarla, ya que si cualquier ocasión en que te la quitas abre la posibilidad a que se te olvide ponértela.
Hablando de cargar la pulsera, su autonomía es bastante buena, de unos cinco o seis días según el uso que hagas de ella. Sin duda es mucho de lo que aguantan los relojes inteligentes, aunque está por debajo de algunas pulseras de actividad.
Por último, nos hubiera gustado que Fitbit permitiese que se mostrasen ciertas notificaciones de aplicaciones en la pantalla de la pulsera, más allá de llamadas, SMS o citas en la agenda. Recibir notificaciones de WhatsApp o correos electrónicos sería un añadido interesante que no debería ser complicado de añadir.
En definitiva, si te gusta salir a correr sin tu smartphone, si tu deporte favorito es la natación, o si buscas un dispositivo inteligente con notificaciones, la Fitbit Charge 2 posiblemente no sea tu mejor elección. Sin embargo, para todos los demás usos y, por tanto, para la mayoría de las personas, la pulsera Charge 2 es un compañero excelente.
Lo mejor:
- Diseño atractivo con una gran variedad de correas intercambiables.
- Pantalla OLED de gran tamaño que muestra la hora y los principales indicadores de actividad física
- Notificación de llamadas entrantes, SMS y eventos de agenda en la pantalla y mediante vibración.
- Aplicación Fitbit disponible para las principales plataformas móviles
- Seguimiento automático de los períodos de sueño, las sesiones de actividad física, la distancia recorrida, las calorías consumidas, los pasos caminados, y las plantas subidas.
- Funcionalidades interesantes como la medición de la capacidad aeróbica, las sesiones de respiración guiada, las repeticiones de ejercicios, las alertas de inactividad y la alarma silenciosa
- Conexión con el GPS del smartphone para una medición más exacta de la distancia recorrida
- Autonomía buena, entre 5 y 7 días en la práctica
Lo peor:
- Respuesta mejorable de la pantalla ante toques y gestos, ya que no siempre se activa al golpearla o girar la muñeca
- Inexactitud en la medición de pasos y plantas subidas en algunas ocasiones
- Ausencia de GPS en la propia pulsera
- Ausencia de notificaciones de aplicaciones de terceros (WhatsApp, E-Mail, etc.)
- Falta de compatibilidad con la aplicación Salud de iOS o Google Fit de Android
- No sumergible en agua (aunque sí que resiste salpicaduras)
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