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Análisis del iPad (2018) a fondo y opinión

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¿No tienes tiempo de leer el análisis completo? Dirígete directamente a la sección de Conclusiones para conocer lo que más y lo que menos nos ha gustado del iPad (2018).

A mediados del año pasado, Apple anunció un nuevo iPad con un precio asequible, que estaba especialmente dirigido a aquellos usuarios que no habían tenido nunca antes un iPad, así como a los poseedores de modelos antiguos próximos a la renovación.

Este año, la compañía ha vuelto a lanzar un nuevo iPad (o iPad de sexta generación) que no solamente ofrece mayor potencia y menor precio con respecto al modelo del año pasado, sino que su pantalla añade soporte para el Apple Pencil.

Con esta incorporación, Apple está apuntando directamente al sector educativo, donde el uso de dispositivos como Chromebook ha ido en aumento. El nuevo iPad se sitúa no solamente como un dispositivo para consumir contenido sino también para crearlo.

Por cortesía de Apple, hemos tenido la oportunidad de probar el iPad de 2018 durante algo más de una semana. A continuación, os presentamos nuestras impresiones tras haber utilizado extensamente el nuevo iPad.

 

Diseño y construcción

El iPad de 2018 es indistinguible a simple vista del modelo de 2017 y este, a su vez, era prácticamente idéntico al iPad Air de 2013, por lo que tenemos pocas sorpresas en el apartado de diseño con respecto a modelos anteriores.

Las diferencias son más visibles si comparamos el nuevo iPad frente al iPad Pro de 10.5″, que tiene una pantalla más grande pero un grosor considerablemente inferior y un peso similar

Las diferencias de peso y grosor no son tan importantes en un tablet como en un smartphone que llevas en un bolsillo, pero me hubiera gustado ver una reducción de marcos, grosor o peso con respecto al año pasado. Supongo que es una de las concesiones que ha tenido que hacer Apple para reducir el precio.

El frontal del iPad de 2018 posee un diseño clásico, con un frontal de cristal  y marcos negros o blancos rodeando la pantalla, en función de la variante de color que elijas. El chasis del nuevo iPad es de aluminio y, si la resistencia de los modelos anteriores es indicativa de la de este nuevo modelo, aguanta perfectamente el paso de los años.

Esto no quita para que ciertos arañazos o golpes fuertes queden marcados en la superficie pero, en general, el iPad es un dispositivo que podemos meter en la mochila  con otros elementos sin preocuparnos demasiado por que se estropee. En mi casa todavía ronda un iPad 2 (2011) que, dejando a su lado sus limitaciones en potencia, ha resistido muy bien el paso del tiempo.

 

Como ocurre con cualquier dispositivo con una gran pantalla, el uso de una funda protectora es una buena idea. Apple y otros fabricantes comercializan fundas en distintos colores, y la funda oficial Smart Cover permite sostener el tablet de pie sobre una mesa para utilizarlo cómodamente.

El nuevo iPad de 2018 está disponible en tres acabados: plata, gris espacial y oro. Si eres fan del color oro rosa, lamentamos comunicarte que sigue siendo un acabado exclusivo del iPad Pro de 10.5″.

Los modelos de iPad con conectividad celular presentan en la zona superior de la cubierta trasera una franja de plástico para facilitar la transmisión de las ondas, mientras que los modelos con conectividad únicamente WiFi tienen un acabado completo de metal.

A continuación, vamos a revisar todos los lados del tablet para ver qué elementos encontramos en su superficie.

Como ya hemos comentado, la parte delantera del iPad de 2018 no se diferencia del modelo del año pasado y posee un diseño clásico.

El frontal está dominado por su gran pantalla de 9.7″, rodeada por unos marcos que permiten sujetar el tablet con comodidad.

Como es habitual en los iPad, no hay ningún problema si, al sujetarlo con una mano, tocamos la pantalla, ya que esa pulsación se anula y podemos manejarlo con la otra.

Encima de la pantalla encontramos la cámara frontal en el centro y, debajo de la pantalla, está el botón Touch ID.

El botón Touch ID no solamente integra el lector de huella dactilar de Apple, que es uno de los más rápidos del mercado, sino que también hace las de botón de Inicio para volver a la pantalla principal.

El botón está recubierto de zafiro para evitar el desgaste y la pérdida de fiabilidad que podría darse con los años.

En la parte de atrás podemos encontrar, en la esquina superior izquierda, la cámara de fotos, que está a ras de la superficie y no sobresale.

Esta cámara no viene acompañada por un flash, como ocurre en el iPad Pro.

Un poco más abajo, en el centro de la parte trasera, encontramos la manzana del logotipo de Apple, en color plateado.

En la parte inferior podemos leer “iPad” sin ninguna referencia al modelo específico. Debajo hay diversas inscripciones en letra pequeña y algunos logotipos.

Dado que hemos probado el modelo con conectividad celular, en la parte superior hay una tira de plástico de color negro que rompe la uniformidad del aluminio.

En el lateral derecho encontramos los botones de control de volumen y, en el modelo con conectividad móvil, el compartimento para la tarjeta nanoSIM, con una bandeja que se extrae al introducir un objeto punzante incluido en la caja del tablet.

 

En el lateral izquierdo está libre de botones y conectores.

 

En la parte superior encontramos el botón de encendido y el conector de auriculares.

 

En la parte inferior está el conector Lightning y los dos altavoces inferiores a ambos lados del conector.

 

La pantalla atrae las huellas con bastante facilidad, por lo que tendrás que limpiarla frecuentemente si quieres mantenerla en perfecto estado de pulcritud. El acabado mate del aluminio hace que las huellas no queden marcadas en la parte de atrás, aunque el logotipo de Apple acabado en espejo tiende a ensuciarse con bastante facilidad.

El iPad de 2018 no resiste inmersiones en agua, algo que no es de extrañar ya que ni siquiera el iPad Pro posee esta característica. Dado que cada vez más gente opta por llevarse el iPad a la bañera o la piscina, nos gustaría ver esta funcionalidad en algún modelo futuro.

Pantalla

El iPad de 2018 llega con una pantalla LCD IPS de 9.7″ con una resolución de 2.048 x 1.536 píxeles, lo que implica la misma densidad de píxeles que encontramos en otras pantallas Retina: 264 ppp.

Esta densidad de píxeles garantiza una imagen nítida. No debemos olvidar que los iPad se utilizan a una distancia superior a los smartphones y, por tanto, no es necesaria una resolución tan elevada como la del iPhone 8 (326 ppp), iPhone 8 Plus (401 ppp) o iPhone X (458 ppp).

El iPad de 2018 posee con un panel sin laminar, lo que quiere decir que la pantalla no está pegada al cristal sino que existe una capa de aire entre medias. En la práctica, la diferencia es casi imperceptible, aunque se nota levemente al apretar la pantalla, sobre todo en el centro, ya que el dedo se hunde ligeramente debido a la capa de aire entre pantalla y cristal.

El uso de un panel sin laminar tiene una ventaja clara en el caso del iPad de 2018, que está dirigido al sector educativo. Si se rompe el cristal frontal del dispositivo, no necesitas gastar cientos de euros en reemplazar la pantalla completa.

La pantalla del iPad de 2018 no cuenta con una película antirreflectante, lo que puede dificultar su uso cuando hay fuentes de luz intensas como lámparas o el sol. Colocando el iPad de 2018 junto a un iPad Pro al lado de una ventana, es evidente que el iPad Pro produce menos reflejos en la pantalla que el nuevo iPad.

Al tratarse de un panel IPS LCD, la matriz de sub-píxeles es RGB, como se puede apreciar en la imagen adjunta donde se ven los tres sub-píxeles rojo-verde-azul uno a continuación del otro.

 

Las matrices RGB ofrecen una resolución efectiva igual a la real, a diferencia de las matrices Pentile que encontramos habitualmente en las pantallas OLED. Estas últimas ofrecen una resolución efectiva menor por la disposición de los píxeles en formas geométricas, habitualmente en forma de rombo, pero presentan otras ventajas en cuanto a contraste, velocidad de refresco, etc.

Para analizar la calidad de la pantalla hemos realizado diversas pruebas con el software profesional CalMAN Ultimate y un colorímetro X-Rite i1Display Pro.

El brillo máximo es bastante elevado, ya que se encuentra alrededor de los 495 nits según nuestras propias mediciones. Se trata de un valor similar al iPad de 2017 (470 nits) o el Samsung Galaxy Tab S3 (480 nits), aunque queda lejos de los casi 620 nits del iPad Pro de 10.5″.

El iPad de 2018 cuenta con ajuste de brillo automático y, por defecto, está activado. Si quieres desactivarlo, es posible que tardes un rato en encontrar la manera de harcerlo ya que el ajuste no está en la sección de Pantalla y brillo sino algo escondido en Ajustes > General > Ajustes de visualización > Brillo automático.

El iPad de 2018 cubre un 94% del espacio de color sRGB y ofrece una fidelidad de colores excelente. El error medio en la reproducción de los colores resulta ser 2.1 dE (un valor por debajo de 4 dE se considera excelente y por encima de 9 se considera inaceptable), y el error máximo se queda en 5.3 dE.

 

El color negro es bastante profundo incluso al nivel máximo de brillo, ya que se encuentra alrededor de 0,49 nits. No es un color negro puro como el que encontramos en una pantalla OLED, pero es bastante bueno para una pantalla LCD. El contraste resulta ser 1.000:1, como en el iPad de 2017.

Los ángulos de visión son amplios y los colores no se ven alterados al observar la pantalla desde un ángulo. El color blanco presenta una temperatura de color de 6.596ºK, muy cerca del nivel de referencia de 6.500 ºK, lo que implica un color blanco puro. El valor de gamma es de 2,3, bastante cerca del óptimo 2,2.

Si activamos el modo Noche, la temperatura de color disminuye hasta 3.880ºK, por lo que todos los colores se muestran mucho más cálidos y, de esta forma, tendremos más facilidad para conciliar el sueño por la noche (o al menos eso dicen algunos estudios).

Lamentablemente, el nuevo iPad no cuenta con funcionalidades presentes en el iPad Pro como True Tone (ajusta el balance de blancos en función de la luz ambiental) o Pro Motion (tasa de refresco a 120Hz), ni cubre un gamut de color tan amplio como DCI-P3. En cualquier caso, se trata de características de las que la mayoría de los usuarios pueden prescindir.

Hardware y rendimiento

El iPad de 2018 cuenta con un procesador A10, que ofrece un 40 por ciento más de rendimiento en CPU y un 50 por ciento más de rendimiento gráfico que el procesador A9 que llevaba el iPad de 2017.

Este chip es el mismo que utiliza el iPhone 7 de 2017, por lo que cabe esperar una gran fluidez a la hora de movernos por el interfaz y las apps. Además, el nuevo chip hace posible que las aplicaciones de Realidad Aumentada se muevan con gran fluidez.

El nuevo iPad posee 2GB de RAM según las aplicaciones de benchmark que he utilizado, ya que esta no es una información que Apple incluya en las especificaciones técnicas. Se trata de la misma cantidad de memoria que encontramos en iPad de 2017, pero la mitad que en el iPad Pro.

A continuación, vamos a ver en distintos benchmarks cómo se comporta el nuevo iPad.

 

En el benchmark AnTuTu v6 el nuevo iPad ha obtenido 175.704, una marca excelente a la altura de la primera generación del iPad Pro.

 

En el benchmark Geekbench CPU, el nuevo iPad obtiene 3481/5942 puntos en las pruebas mono/multi-núcleo, un rendimiento que también es excelente.

 

En cuanto a potencia gráfica 3D, el benchmark 3DMark Sling Shot muestra unos resultados a medio camino entre los iPad Pro de primera y segunda generación.

 

Por último, en el test gráfico GFXBench, el dispositivo ha obtenido unos resultados excelentes, como se puede apreciar en la gráfica.

 

Los resultados de los benchmarks confirman que el iPad de 2018 es un tablet extremadamente potente, que supera en rendimiento al iPad del año pasado y a los iPad Pro de primera generación. Los únicos tablets que lo superan en potencia son los iPad Pro de segunda generación.

A pesar de ser usuario habitual de un iPad Pro de 10.5″, me he sentido muy cómodo utilizando estos días el iPad de 2018 y rara vez he echado en falta mayor potencia.

Durante mis pruebas, el nuevo iPad ha movido con suavidad el interfaz iOS 11, aplicaciones de Realidad Aumentada y juegos 3D exigentes. Tampoco he tenido problemas a la hora de hacer multi-tarea con la pantalla dividida, o al ejecutar una app exigente mientras se descarga e instala otra en segundo plano.

Juegos como Fortnite se ejecutan perfectamente en el iPad (2018)

 

La navegación con Safari también funciona rápido: las páginas web cargan rápidamente y el zoom y scroll funciona con suavidad, incluso con muchas webs abiertas en distintas pestañas.

Las diferencias más importantes de rendimiento que he encontrado frente al iPad Pro de 10.5″ es a la hora de abrir apps pesadas, que tardan un poco más en cargar, o al emplear apps de edición de imagen y vídeo.

El iPad de 2018 se comercializa únicamente en versiones de 32 y 128GB, por lo que no hay versión de 64GB.

Como es bien conocido, Apple no ofrece la posibilidad de ampliar el espacio por lo que debes escoger con cuidado la capacidad que vas a necesitar, sobre todo si estás pensando en almacenar vídeos y películas.

En el aspecto de conectividad, el nuevo iPad va bien servido gracias a conectividad Wi-Fi 802.11a/b/g/n/ac (2.4 y 5 GHz) y Bluetooth 4.2. Apple también comercializa una versión con conectividad 4G si necesitas estar conectado en cualquier lado, que es la que hemos probado.

En las pruebas realizadas, la velocidad de conexión tanto por Wi-Fi como por 4G es muy satisfactoria.

Se alcanzaron 260 Mbps de bajada y 71 Mbps de subida en Wi-Fi 802.11ac con una conexión a Internet de fibra óptica de 300 Mbps, y 20 Mbps de bajada y 12 Mbps de subida con una conexión 4G de Movistar.

La batería del iPad de 2018 tiene la misma capacidad que el modelo del año pasado, 8.827 mAh. En comparación, el iPad Pro de 10.5″ posee una batería de 8.134 mAh ya que es más fino.

 

Apple indica la misma autonomía para todos los iPad que se comercializan a día de hoy: 10 horas de navegación vía WiFi y de reproducción de vídeo o música, o 9 horas utilizando la conexión de datos móviles. Resulta curioso que todos los iPad tengan la misma autonomía con diferencias tan importantes en la arquitectura de procesador y capacidad de la batería.

En mis pruebas, la autonomía del iPad de 2018 ha sido excelente y no tengo ninguna queja al respecto.

La batería tarda en cargarse completamente unas 4 horas y 26 minutos con el cargador incluido. Esta cantidad de tiempo es bastante alta y, como se puede apreciar en la gráfica, el nuevo iPad no ofrece carga rápida sino que el proceso de carga es bastante lineal.

 

A pesar de que Apple incorpora un modo de consumo de bajo energía en los iPhone, este modo no está presente en los iPad, por lo que no tenemos forma de reducir el consumo de energía cuando la batería está próxima a agotarse.  Desconocemos a qué se debe esta omisión.

Apple ha incorporado una vez más el lector de huella dactilar Touch ID de primera generación que actúa como botón de inicio. Si bien Apple cambió el botón Touch ID en el iPhone 7 para que fuera inmóvil, en los iPad sigue siendo un botón apretable.

Touch ID reconoce la huella dactilar de forma rápida y fiable, y podemos registrar hasta cinco huellas diferentes, en caso de que queramos compartir el tablet con varios miembros de la familia o, sencillamente, desbloquear el iPad con varios posibles dedos.

 

En el apartado de ausencias, echamos de menos la presencia de conectores Smart Connector para poder acoplar una funda con teclado como la Smart Keyboard del iPad Pro de 10.5″.

Para poder usar un teclado externo con el iPad de 2018, tenemos que recurrir a teclados Bluetooth con batería, que son más engorrosos ya que hay que acordarse de cargarlo y tienes que encender/apagarlo.

Software

El iPad de 2018 llega con iOS 11, la última versión del sistema operativo de Apple. En el momento de realizar este análisis, la última versión disponible es iOS 11.3.

Si ya eres usuario de un iPhone o un iPad, la configuración del iPad de 2018 no podría ser más sencilla ya que basta con que acerques tu dispositivo actual al iPad y captures con su cámara un código que aparece en la pantalla del iPad. A partir de ahí, se configurarán automáticamente todos los ajustes — opciones de configuración, fondos de pantalla, cuentas de correo electrónico, etc. — y se instalarán todas tus aplicaciones.

Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, una de las ventajas de iOS es que Apple se encarga de actualizar los dispositivos, por lo que las actualizaciones llegan rápidamente, incluso a dispositivos bastante antiguos. De acuerdo a lo que hemos visto en otros dispositivos, el iPad de 2018 será actualizado durante muchos años.

En iOS, todas las aplicaciones se colocan en el escritorio, siendo posible crear carpetas para agrupar apps similares.

Al arrastrar la pantalla de arriba a abajo tenemos acceso a las notificaciones, con las que podemos interactuar sin necesidad de abrir la aplicación en muchos casos.

Si arrastramos la pantalla de abajo a arriba, aparece todas las apps abiertas y el centro de control, que son un conjunto de accesos rápidos que resultan útiles: modo avión, WiFi, Bluetooth, modo Noche, modo Silencio, bloquear rotación, control de brillo, etc.

En el menú de Ajustes, podemos seleccionar qué accesos rápidos se mostrarán en el Centro de Control, ya que por defecto no aparecen todos.

Una funcionalidad que puede resultar útil en ciertas ocasiones es la posibilidad de crear un vídeo grabando la pantalla, con o sin el micrófono del teléfono activado.

Otra funcionalidad interesante que está presente en los iPad (pero no en los iPhone) es el dock, donde puedes colocar aquellas apps a las que accedes con mayor frecuencia y puedes ver, a la derecha, las tres últimas apps abiertas o las que estás usando en ese momento en el iPhone o el Mac.

Si nos vamos a la pantalla que está a la izquierda del todo, veremos diversos widgets con información sobre nuestra agenda, sugerencias de apps por parte de Siri, destinos en mapas, etc. Las aplicaciones de terceros también pueden mostrar aquí su propia información.

iOS apuesta por su propio asistente inteligente Siri, que se activa al mantener apretado el botón Inicio o, si tenemos las manos ocupadas, al pronunciar «Oye Siri» estando la pantalla del tablet apagada.

El iPad de 2018 permite hacer uso de multi-tarea gracias a la funcionalidad SplitView, que permite mostrar dos aplicaciones a la vez sobre la pantalla. Para activarla basta con arrastrar la segunda app desde el dock hasta el marco derecho de la pantalla

Mientras que la mayoría de las apps nativas de Apple soportan el modo de pantalla dividida SplitView, no todas las apps de terceros permiten funcionar en este modo.

Modo pantalla dividida (Split View) de iOS 11 para utilizar dos apps a la vez

 

Apple no permite abrir dos instancias de una misma aplicación, una al lado de la otra, salvo en el caso del navegador Safari. Si mantienes pulsado un enlace, aparece una opción llamada «Abrir en Split View» que permite abrir una segunda instancia de Safari a la derecha.

Picture-in-Picture es otra funcionalidad de multitasking que permite reproducir vídeos y mantener conversaciones con FaceTime a la vez que empleas el tablet para otras tareas. El vídeo se coloca en la esquina de la pantalla en cuanto pulsas el botón Inicio, y es posible cambiar el tamaño y moverlo por toda la pantalla.

Una de las mejoras internas más interesantes de iOS 11 es el soporte del formato de vídeo HEVC (también llamado H.265) y del formato de imagen HEIF. HEVC y HEIF sustituyen a H.264 y JPEG como los formatos por defecto en los que se guardan los vídeos e imágenes en el iPad de 2018.

La ventaja de estos nuevos formatos es que ofrecen la misma calidad de imagen con un tamaño de archivo inferior, en torno a la mitad.

 

Apple también ha mejorado el funcionamiento de la pantalla de bloqueo. Al igual que con iOS 10, en esta pantalla podemos ver las últimas notificaciones recibidas desde la última vez que bloqueamos el iPad. Sin embargo, ahora basta con arrastrar la pantalla hacia arriba para que podamos ver notificaciones más antiguas.

Apple ha apostado muy fuerte por la Realidad Aumentada, e iOS 11 incorpora el framework ARKit que permite a los desarrolladores crear aplicaciones con esta tecnología. Con ARKit, basta con escanear con la cámara una superficie plana y, como por arte de magia, empezarán a aparecer objetos en 3D.

Dado el foco que ha puesto Apple en el sector educativo con el iPad de 2018, no es de extrañar que la compañía haya resaltado las ventajas de ARKit para formar a los estudiantes. Por ejemplo, gracias a algunas apps con ARKit podemos estudiar a fondo la anatomía de una rana con la app Froggipedia.

La app Froggipedia permite aprender mediante Realidad Aumentada

 

También podemos estudiar la anatomía humana con Complete Anatomy, que permite colocar ante nuestros ojos un esqueleto al que podemos ir añadiendo capas para examinar los distintos sistemas corporales.

La ventaja de utilizar la Realidad Aumentada frente a una app tradicional es que podemos ir moviendo en el aire el iPad y acercarlo/alejarlo para examinar zonas del cuerpo, sin tener que recurrir a gestos sobre la pantalla.

La app Complete Anatomy muestra el cuerpo humano en Realidad Aumentada

 

Dejando a un lado las aplicaciones educativas, también podemos utilizar ARKit para conocer mejor artículos que vamos a comprar en apps como la de IKEA, o disfrutar de juegos como AR Dragon.

En mi experiencia, ARKit funciona bien en el iPad de 2018, aunque en ocasiones resulta un poco complicado que detecte una superficie plana, especialmente si no es demasiado grande (por ejemplo una mesa en lugar del suelo). Es recomendable que la zona esté bien iluminada para que la detección se produzca más rápido.

Apple incorpora un buen número de aplicaciones de serie con iOS para mostrar fotografías, reproducir música, editar vídeos y documentos, ver mapas, tomar notas, etc. Sin embargo, la fortaleza de iOS reside en la App Store, donde podemos encontrar miles de apps y juegos para descargar, muchos de ellos adaptados a la gran pantalla del iPad.

Lamentablemente, iOS sigue sin ofrecer soporte multi-usuario, algo que resultaría muy útil en un dispositivo tan familiar como el iPad.

 

Lápiz Apple Pencil

Con la llegada del primer iPad Pro, Apple lanzó el lápiz Apple Pencil, un puntero que permite escribir y dibujar sobre la pantalla del iPad como si lo hiciéramos sobre una hoja de papel.

Hasta ahora, el uso de este accesorio estaba limitado a la familia iPad Pro pero esto ha cambiado con el iPad de 2018, que es el primer tablet asequible que es compatible con el Apple Pencil.

El Apple Pencil permite utilizar el iPad, no solo como una herramienta de consumo, sino también de creación de contenidos.

Esto es especialmente útil en el sector educativo, donde los alumnos deben tomar apuntes y realizar trabajos.

El Apple Pencil presenta un pequeño retardo al escribir o dibujar sobre la pantalla del iPad de 2018, ya que la tasa de refresco del panel no es tan elevada como en el iPad Pro (120 Hz), donde el retardo es imperceptible.

El Apple Pencil posee un sensor en su punta que determina de forma precisa la presión que estás aplicando, de forma que si presionas más fuerte obtienes un trazado grueso mientras que si presionas más suave obtienes líneas más finas.

También cuenta con dos sensores en su punta que calculan el ángulo y la inclinación de tu mano. De esta manera, cuando dibujas o pintas, la pantalla detecta la posición relativa de estos sensores y permite dibujar sombras con solo inclinar el Apple Pencil igual que harías con un lápiz.

Apple permite utilizar el Apple Pencil con diversas aplicaciones de iOS. Es posible, por ejemplo, realizar anotaciones a mano sobre documentos PDF, mensajes de correo electrónico o la aplicación Notas. La suite ofimática formada por Pages, Numbers y Keynote también ha sido actualizada para dibujar, crear bocetos o escribir con el Apple Pencil.

Apple ha actualizado el conjunto de apps de productividad de iWork — Pages, Numbers y Keynote — y, por primera vez, es posible dibujar, crear bocetos o escribir con el Apple Pencil directamente en estas apps.

Además, Smart Annotation, en beta permite a los usuarios enviar, recibir e incluir comentarios en un documento de Pagés con el Apple Pencil. Los comentarios y las correcciones se fijan de forma dinámica al texto y, a medida que añades comentarios y el documento cambia, las anotaciones permanecen en la parte del texto donde se incluyeron inicialmente.

Asimismo, existen muchos desarrolladores que han creado apps compatibles con el Apple Pencil. Entre ellas, encontramos desde aplicaciones de dibujo, como Procreate o Autodesk SketchBook, hasta aplicaciones de retoque fotográfico, como Affinity Photo o Pixelmator, pasando por aplicaciones de tomar notas como GoodNotes 4 o Notability.

También es posible utilizar el Apple Pencil en apps de educación, como Froggipedia, que permite diseccionar una rana utilizando el lápiz, como si manejásemos un bisturí.

La app Froggipedia permite diseccionar una rana con el Apple Pencil

 

Nos hubiera gustado que Apple incorporase reconocimiento de caracteres, pero por el momento tendremos que recurrir a aplicaciones de terceros.

Por ejemplo, la aplicación Smart Note permite convertir texto manuscrito a texto mediante reconocimiento de caracteres, y el resultado es bastante bueno, como se puede apreciar en este ejemplo.

 

El Apple Pencil posee una tapita magnética en el extremo opuesto a la punta que, si retiras, deja al descubierto el conector Lightning que permite cargarlo desde el iPad Pro. Dado el pequeño tamaño de esta tapita, el riesgo de perderlo cuando está cargando el Apple Pencil es bastante elevado.

Con una carga completa el Apple Pencil consigue una autonomía de hasta 12 horas y, si te quedas sin batería, con una carga de solo 15 segundos obtienes media hora de autonomía. Con un uso intenso, necesitas recargar el lápiz cada dos días aproximadamente.

Echo de menos en el Apple Pencil un botón que emule la pulsación del botón Inicio, con el objeto de poder manejar el iPad con una mano sin soltar el Apple Pencil en ningún momento.

Multimedia

El nuevo iPad cuenta con dos altavoces, situados en la parte inferior del dispositivo (o a un lado, si lo sostienes en horizontal). El sonido es bueno, aunque la calidad y potencia sonora queda lejos de la que ofrece el iPad Pro de 10.5″ con sus cuatro altavoces.

Centrándonos en las aplicaciones multimedia, la aplicación Música reproduce canciones transferidas al tablet vía la aplicación iTunes, compradas en iTunes Store, almacenadas en iCloud por medio de iTunes Match o mediante la suscripción a Apple Music.

La aplicación Música muestra las carátulas de los discos y fotos de los artistas, y permite organizar nuestras canciones por artistas, títulos, álbumes, géneros, recopilaciones y compositores.

 

Al reproducir una canción podemos ver la carátula, el título, los controles de reproducción, el progreso de la canción y podemos activar las opciones de «repetir» y «aleatorio.»

Cuando el tablet está bloqueado, desde la propia pantalla de bloqueo podemos controlar el reproductor, y también podemos controlar la reproducción desde el Centro de Control.

En la sección de Ajustes generales de iOS, no en la propia aplicación, podemos controlar algunas opciones de la aplicación, ajustar el ecualizador, limitar el volumen máximo, etc.

El tamaño de la pantalla del iPad y su elevada resolución, hacen que se trate de un dispositivo ideal para disfrutar de películas en alta resolución. Sin embargo, dado que la pantalla tiene una relación de aspecto bastante cuadrada, es habitual que las películas presentes gruesas franjas negras encima y debajo de la imagen.

Por supuesto, podemos disfrutar sin ningún problema de apps de streaming de vídeo como Netflix.

 

La aplicación Vídeos da acceso a las películas, series y programas de televisión almacenados en el tablet y en iCloud.

El aspecto que menos me gusta de este reproductor de vídeos es su limitada compatibilidad con formatos de vídeo. Los iPad solo son compatibles con ficheros MP4, MOV o M4V, por lo que no podremos reproducir ficheros MKV, AVI o cualquier otro formato salvo que lo convirtamos previamente a MP4 en el ordenador. Por suerte, podemos recurrir a un reproductor de terceros, como el versátil PlayerXtreme.

La aplicación Fotos clasifica las fotos tomadas por el teléfono por fecha y ubicación, creando automáticamente colecciones, y ofrece la posibilidad de ver todas las imágenes sobre un mapa.

La aplicación Fotos reconoce automáticamente las caras de las personas en las fotos y, si las asociamos con el nombre de una persona, nos permite clasificar las fotografías por personas y hacer búsquedas. También es posible buscar objetos o situaciones – como puesta de sol, playa, atuendos, televisor, etc.

 

Cámara

Aunque no es muy frecuente utilizar el iPad como un dispositivo para tomar fotografías para el recuerdo, cada vez hay más aplicaciones que hacen uso de la cámara para escanear documentos o, por ejemplo, ofrecer experiencias en Realidad Aumentada.

El iPad cuenta con una cámara principal de 8MP con apertura f/2.4, pero carece de flash True Tone y estabilización óptica. Esta cámara es idéntica a la del iPad de 2017, y queda por debajo de la cámara de 12MP y apertura f/1.8 del iPad Pro de 10.5″.

En condiciones de buena luz, la cámara del nuevo iPad ofrece una buena calidad ya que las capturas exhiben un buen nivel de detalle y reproducen bien el color, como se puede apreciar en la fotografía adjunta.

Fotografía tomada por el iPad (2018) a plena luz del día

 

En condiciones de poca luz, la reducida apertura de la lente f/2.4 unida a la ausencia de estabilización óptica hacen que aparezca bastante ruido y que la imagen pierda mucha nitidez. En todo caso, no parece probable que vayamos a utilizar el tablet en situaciones tan extremas.

Fotografía tomada por el iPad (2018) por la noche

 

La interfaz de la cámara es similar a la de otros iPad. Si sostenemos el tablet en horizontal, arriba a la derecha tenemos unos iconos que nos permiten activar/desactivar fotografías Live, HDR y la cuenta atrás.

En la zona central encontramos el icono para conmutar entre la cámara principal y la secundaria, el botón de disparo y la última fotografía tomada. Abajo a la derecha están los distintos modos de cámara: vídeo, foto, 1:1 y panorámica.

La aplicación Cámara del nuevo iPad ofrece pocas opciones con las que jugar a la hora de tomar una foto. No ofrece modos predefinidos (nocturno, playa, retrato, etc.), controles manuales (nivel de ISO, velocidad de disparo, balance de blancos, etc.) o funcionalidades avanzadas (modo retrato), como encontramos en otros dispositivos.

A continuación incluimos una muestra de unas fotografías tomadas por el iPad a la resolución original para que podáis comprobar por vosotros mismos la calidad de imagen.

[RoyalSlider Error] Flickr Responded: "Photoset not found"

 

La cámara principal es capaz de grabar vídeo 1080p pero no es capaz de grabar vídeo 4K. A continuación podemos ver una muestra de grabación de un vídeo.

 

En cuanto a la cámara frontal, cuenta con un sensor de tan solo 1,2MP capaz de grabar vídeo 720p. Los selfies capturados con el nuevo iPad ofrecen una calidad de imagen correcta para realizar videoconferencias, aunque posiblemente prefieras tomar selfies para el recuerdo con tu smartphone.

Precio y competidores

El iPad (2018) llega con un precio muy atractivo, por debajo de su predecesor, lo que lo sitúa como un tablet muy interesante para quienes quieren hacerse con un iPad por primera vez o para aquellos que tienen un modelo antiguo y buscan renovarlo.

El nuevo iPad está disponible en dos variantes de almacenamiento, 32 y 128 GB, así como en versión WiFi y WiFi + celular.

iPad 2018  32GB 128GB 
WiFi  349 € 439 €
WiFi + Celular  479 € 569 €


Por otro lado, el Apple Pencil se comercializa por separado a un precio de 99 euros.

En el caso de que seas estudiante o trabajador de un centro educativo, el iPad de 32GB cuesta 332 euros y el iPad de 128GB cuesta 418 euros, mientras que el Apple Pencil tiene un precio de 89,5 euros. En caso de centros educativos, los precios del iPad de 32GB y 128GB son 335 y 421 euros respectivamente, y el precio del Apple Pencil es 89,5 euros.

En el mundo Android, resulta complicado encontrar tablets con una calidad comparable a la del iPad de 2018 a un precio similar, ya que el mundo de los tablets es ignorado por la mayoría de los fabricantes.

Como alternativa a este nuevo iPad tenemos el iPad Pro de 10.5″, que parte de 729€ para el modelo de 10.5″ con 64GB de almacenamiento y conexión WiFi, por lo que se trata de un dispositivo mucho más costoso.

El iPad Pro de 10.5″ presenta mejoras en diseño (marcos laterales más estrechos), potencia, calidad de la pantalla, sonido, cámaras y además cuenta con el accesorio Smart Keyboard. No obstante, la mayoría de los usuarios domésticos no necesitan estas características tan avanzadas.

Apple posiciona los iPad como dispositivos tan potentes como algunos portátiles y, aunque esto es cierto, el sistema operativo iOS todavía presenta limitaciones frente a lo que podemos hacer con macOS o Windows. De igual forma, las versiones para iOS de apps como la suite Microsoft Office o Adobe Creative Cloud presentan diferencias importantes con respecto a las versiones de escritorio.

Por tanto, si dudas entre hacerte con un iPad o un portátil, debes analizar la necesidad que tienes de conectar periféricos, utilizar aplicaciones complejas o hacer multitarea, entre otras.

 

Conclusiones

El año pasado, Apple quiso poner las cosas fáciles a los usuarios que no habían tenido nunca un iPad o que poseían uno antiguo, ya que la compañía lanzó un iPad con un hardware bastante potente a un precio atractivo.

Este año, la compañía ha decidido repetir esta misma fórmula lanzando un nuevo iPad. El iPad de 2018 no solamente llega con un hardware renovado y un precio aún más asequible, sino que, por primera vez, es compatible con el Apple Pencil.

Hasta ahora, los usuarios que querían utilizara el iPad para crear contenido con el Apple Pencil tenían que recurrir al iPad Pro, un dispositivo con características muy avanzadas pero un precio bastante elevado.

Con el nuevo iPad de 2018, los usuarios que no necesitan todas las funcionalidades del iPad Pro pero quieren tomar notas, esbozar bocetos o crear ilustraciones en su tablet tienen una alternativa más accesible.

Como es lógico, el iPad de 2018 carece de diversas funcionalidades avanzadas que están presentes en el iPad Pro de 10.5” — pantalla True Tone y ProMotion, procesador A10X, cuatro altavoces, marcos estrechos, cuerpo delgado, conectores Smart Connector, etc. — pero Apple ha acertado recortando en aquellos aspectos que son menos importantes para la mayoría de los usuarios.

Uno de los colectivos que más se pueden beneficiar del nuevo iPad es, sin duda, el de estudiantes, ya que ahora tienen un tablet asequible en el que pueden tomar apuntes o realizar proyectos. Además, su construcción en metal es resistente, por lo que el nuevo iPad puede ir en la mochila sin miedo a que se dañe.

La pantalla del iPad de 2018 es nítida y suficientemente brillante, aunque su tasa de refresco de 60Hz hace que se perciba un pequeño retardo entre el movimiento del Apple Pencil y el trazo sobre la pantalla. En el iPad Pro, este retardo ha sido eliminado gracias a su pantalla ProMotion con una tasa de refresco de 120Hz.

La gama cromática del nuevo iPad y la fidelidad de los colores son excelentes, aunque no alcanzan el amplio gamut de color del iPad Pro. No obstante, salvo que uses el iPad para retocar fotografías de manera profesional, esto no debería suponer ningún problema.

 

El iPad de 2018 llega con el potente procesador A10, el mismo que utilizaba el iPhone 7 del año pasado, por lo que no tengo ninguna queja de rendimiento. Las apps se mueven y cargan con rapidez, y la experiencia a la hora de jugar o utilizar apps complejas de Realidad Aumentada es excelente.

En el día a día, la diferencia entre la potencia del nuevo iPad y el iPad Pro pasa desapercibida, y solo sale a la luz al ejecutar tareas muy exigentes como edición de vídeo o retoque fotográfico avanzado, o al cargar ciertas aplicaciones pesadas.

La autonomía del iPad de 2018 es buena y, de hecho, según Apple, es la misma que la del iPad Pro. En este aspecto, sin embargo, hubiéramos esperado una autonomía superior al iPad Pro de 10.5″, ya que el nuevo iPad es considerablemente más grueso y tiene una pantalla ligeramente más pequeña.

El nuevo iPad cuenta con dos altavoces en la parte inferior, junto al conector Lighting, por lo que la calidad del sonido es correcta pero no tan buena como la que ofrece el iPad Pro con sus cuatro altavoces.

Las cámaras del iPad de 2018 cumplen con su cometido, pero no son la mejor opción a la hora de tomar instantáneas que quieras guardar para el recuerdo.

Para otros usos, como escanear documentos dentro de apps, realizar videoconferencias o aprovechar las capacidades de Realidad Aumentada de ARKit, las cámaras cumplen de sobra.

Hablando de ARKit, en la App Store podemos encontrar un gran número de apps que permiten utilizar la Realidad Aumentada para fines educativos, ayudarnos en nuestras compras, jugar en 3D, etc.

El iPad de 2018 corre iOS 11, la última versión de sistema operativo de Apple, y la experiencia nos dice que recibirá actualizaciones de iOS durante muchos años ya que cuenta con un hardware  moderno.

iOS ofrece funcionalidades especialmente pensadas para tablets, como la vista SplitView que permite utilizar dos apps a la vez, una al lado de la otra, o el dock donde podemos anclar apps frecuentes y acceder a las últimas que hemos abierto.

Por último, una de las características que más me gusta del nuevo iPad es su precio, que se ha visto reducido con respecto al modelo del año pasado. A partir de 349 euros (o menos si te puedes aprovechar de los precios especiales para educación), puedes hacerte con el iPad de 2018, aunque si quieres aprovecharlo al máximo tendrás que desembolsar 99 euros adicionales para el Apple Pencil.

¿Merece la pena comprar el iPad de 2018? Si cuentas con un iPad algo antiguo, quieres hacerte con tu primer iPad o buscas crear contenido con el Apple Pencil, el nuevo iPad es una opción de compra muy recomendable, especialmente si no necesitas todas las funcionalidades avanzadas que ofrece el iPad Pro o no quieres gastar tanto dinero.

Si buscas un reemplazo para un ordenador portátil, la decisión no está tan clara ya que es posible que encuentres limitaciones en los puertos de entrada/salida, el sistema operativo o en ciertas aplicaciones respecto a sus versiones de escritorio.

Lo mejor:

  • Pantalla de 9.7″ con buena resolución, brillo elevado, elevada fidelidad de color y amplios ángulos de visión
  • Rapidez y fluidez en el manejo del interfaz, juegos, y aplicaciones exigentes gracias al elevado rendimiento de su procesador A10
  • Sistema operativo iOS 11 que incorpora algunas funcionalidades especialmente pensadas para tablets como Split View o el dock
  • Ecosistema amplio de aplicaciones con una interfaz adaptada a la gran pantalla del iPad
  • Excelente autonomía gracias a una batería de mayor capacidad
  • Lector de huella dactilar con reconocimiento muy rápido
  • Capacidades avanzadas de Realidad Aumentadas gracias a ARKit
  • Opciones de conectividad WiFi y celular
  • Soporte para Apple Pencil
  • Precio más asequible que nunca

Lo peor:

  • Diseño sin mejoras en grosor y peso respecto al modelo del año anterior
  • Pantalla sin película antirreflectante (produce algunos reflejos) y sin laminación (peor sensación al pulsar sobre la pantalla)
  • Pequeño retardo en los trazos del Apple Pencil sobre la pantalla, que en el iPad Pro no está presente
  • Cámaras frontal y trasera con calidad mejorable
  • Sin posibilidad de expansión de almacenamiento, lo que nos obliga a escoger entre alguno de los dos modelos: 32 o 128GB
  • Sin conectores Smart Connector para acoplar el teclado Smart Keyboard

Nota: El nuevo iPad ha sido proporcionado amablemente por Apple para la realización de este análisis 

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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