Análisis del ultrabook Lenovo IdeaPad Yoga 13 y prueba a fondo
La llegada de Windows 8 con su interfaz táctil ha traído la proliferación de dispositivos híbridos que están a caballo entre un portátil con pantalla táctil y un tablet. Algunos tienen pantallas que se extraen por completo para convertirse en un tablet, mientras que otros, como el Lenovo IdeaPad Yoga 13, se denominan convertibles ya que tienen pantallas que rotan para adoptar un aspecto de tablet.
El Lenovo IdeaPad Yoga 13 es uno de los Ultrabooks más originales que hemos visto. A primera vista parece un portátil tradicional con una pantalla táctil, pero basta con empujar la pantalla hacia atrás más allá de la posición horizontal para darse cuenta de que puede girar 360º hasta convertirse en un tablet o ser utilizado como dispositivo de presentación.
Por cortesía de Lenovo hemos tenido la oportunidad de probar el Lenovo IdeaPad Yoga 13 durante unas semanas. A continuación os traemos nuestras impresiones.
Aspecto exterior y diseño
Lenovo ha denominado al Yoga 13 como el primer Ultrabook multi-modo, ya que puede adoptar cuatro modos de funcionamiento: portátil, tienda (de campaña), soporte y tablet.
El modo portátil es el modo clásico de uso de un ordenador portátil.
Está indicado para aquellas ocasiones en las que se requiere hacer uso intensivo del teclado y el trackpad para introducir información o controlar aplicaciones.
Dado que la pantalla es táctil, es posible combinar el manejo tradicional del ordenador, mediante el teclado y trackpad, con pulsaciones y gestos sobre la pantalla táctil.
El modo tienda (de campaña) consiste en girar la pantalla casi por completo hasta que el Yoga 13 adopte una posición de «V» invertida, o visto de otra forma, de tienda de campaña.
Dado que no es posible utilizar el teclado, este modo está especialmente indicado para tareas que requieren tocar la pantalla como ver fotografías, jugar a juegos táctiles o, por ejemplo, consultar recetas mientras se cocina.
También se puede utilizar para visualizar películas o hacer videoconferencias, especialmente si hay poco espacio disponible.
El inconveniente de este modo es que no resulta tan cómodo porque no es posible ajustar el ángulo de la pantalla fácilmente.
El modo soporte es similar al modo tienda solo que en lugar de apoyarlo en forma de «V» invertida, el teclado se apoya boca abajo sobre la superficie horizontal, tal y como se aprecia en la imagen.
Esta posición permite inclinar la pantalla libremente hasta conseguir el ángulo deseado, lo que lo hace muy indicada para ver películas o hacer videoconferencias con la cámara frontal.
El modo tablet se consigue al girar la pantalla por completo, de forma que la cubierta superior queda pegada a la cubierta inferior del Yoga 13.
Este modo es el idóneo para utilizar el dispositivo como un tablet tradicional, es decir, para tareas que no requieran el uso del teclado y para manejar el dispositivo sentados en un sofá o en la cama. Ahora bien, el Yoga 13 puede resultar un tanto pesado para sostenerlo en las manos mucho tiempo.
Como ocurre con otros dispositivos, el teclado y el touchpad se desactivan cuando el Yoga 13 se coloca en modo Tablet o Soporte para evitar pulsaciones no deseadas. Sin embargo, la sensación de notar el teclado en la parte de atrás al sostener el dispositivo en modo Tablet, o el hecho de que esté presionado sobre la mesa en modo Soporte, resulta algo extraño a lo que no es fácil acostumbrarse.
Además hay que tener en cuenta que al apoyar el teclado sobre la mesa, este captura mucha más suciedad y se puede estropear. No hubiera estado de más que Lenovo incluyese en el precio del Yoga 13 la funda protectora para el teclado que vende por separado.
Centrándonos en el aspecto del Yoga 13, se trata de un dispositivo fino, ligero y con una construcción y acabados de gran calidad. El Yoga 13 pesa únicamente 1,54 Kg. y cuando está cerrado tiene un grosor de tan solo 16,9 mm., sensiblemente menor que la mayoría de los Ultrabooks del mercado. Nos ha parecido bastante increíble que Lenovo haya conseguido fabricar un portátil con pantalla táctil tan estilizado, resultando más fino incluso que el MacBook Air.
Cuando está cerrado, el exterior del Yoga 13 ofrece un aspecto minimalista que recuerda a un portátil tradicional, sin dar pistas de sus capacidades de transformación.
La carcasa delantera, de aluminio y con un acabado suave, es de gran calidad y hace un buen trabajo protegiendo al dispositivo de golpes y rayones. Únicamente muestra el logotipo plateado de Lenovo, quedando el resto de la superficie completamente limpia.
La carcasa inferior del Yoga 13 también está completamente libre y únicamente posee algunas pegatinas con información del dispositivo. A diferencia de los ordenadores portátiles que permiten al usuario acceder fácilmente a la memoria, disco duro u otros componentes el Yoga 13, como la mayoría de los Ultrabooks, no ofrece una forma sencilla de que el usuario acceda a estos elementos.
En el caso del Yoga 13 el acceso al interior se realiza retirando el teclado, y es posible cambiar la unidad de disco duro, la memoria y el módulo inalámbrico.
En el lateral frontal encontramos, a la izquierda, el botón Novo que activa el sistema Lenovo OneKey Recovery (ver apartado software), el botón de encendido y el indicador de estado de la batería. La posición del indicador de batería en el lateral frontal hace que sea complicado detectar cambios en su iluminación durante el uso normal del Yoga 13.
La posición del botón de encendido hace que sea posible apretarlo por error si apoyamos el Yoga 13 sobre nuestras piernas o si lo colocamos en vertical en el modo tienda de campaña, por lo que hay que tener un cierto cuidado.
En el lateral derecho encontramos el botón de bloqueo de rotación de pantalla, la ranura para tarjeta de memoria SD/MMC, un puerto USB 2.0 y el conector del adaptador de corriente.
El lateral izquierdo posee un puerto HDMI, un puerto USB 3.0, un conector de auriculares, el micrófono, y los controles de volumen.
El lateral trasero no posee ningún tipo de conector, como se puede apreciar en la siguiente imagen, sinio únicamente los orificios de ventilación.
El Yoga 13 viene equipado con el teclado AccuType, que es una versión del teclado ThinkPad de los portátiles Lenovo en el que las teclas tienen algo menos de recorrido y algunas son más pequeñas (por ejemplo el Shift derecho o la tecla de Retroceso).
El espacio entre las teclas es adecuado y el recorrido de las teclas es suficiente para notar que estamos apretando las mismas. Las manos descansan cómodamente sobre la superficie gracias al apoyamanos que incorpora.
Aunque me enfrenté con cierto recelo ante este teclado al estar acostumbrado a trabajar con un teclado ThinkPad de un portátil Lenovo T430, la realidad es que resulta bastante cómodo de utilizar, aunque no tanto como el de mi portátil convencional. Las principales carencias que he detectado frente al teclado ThinkPad de mi Lenovo T430 son la ausencia de retroiluminación en el teclado, un menor recorrido de las teclas y el menor tamaño de algunas de ellas.
En cuanto al touchpad, el Yoga 13 posee uno de Synaptics con gran tamaño que soporta acciones como scroll, zoom y rotar, así como los gestos de Windows 8. El touchpad incorpora un sensor inteligente para ignorar la palma de la mano y evitar que los usuarios mueven accidentalmente el cursor mientras teclean. No posee botones físicos izquierdo y derecho, lo cual puede resultar un poco molesto para algunos usuarios.
En la pantalla encontramos la cámara web 720p de 1 MP sobre la misma, y un botón físico de Windows 8 debajo. Nos hubiera gustado que el botón fuera retroiluminado ya que, al utilizar el Yoga 13 en la oscuridad, resulta complicado acertar con el botón. También nos parece que es necesario apretarlo demasiado fuerte para que surta efecto.
En cuanto a conectividad, echamos de menos un puerto Ethernet o, al menos, que Lenovo hubiera incluido algún adaptador para poder conectar el Yoga 13 por Ethernet a través de un puerto USB.
El Yoga 13 tampoco posee un puerto VGA o similar, lo cual puede ser un problema para los usuarios de negocio acostumbrados a conectar su portátil a proyectores. Este tipo de usuarios también echarán de menos la falta de un anclaje Kensington para poder atar el portátil en la oficina y evitar robos. Por último el Yoga 13 tampoco posee una unidad de DVD, aunque esto entra dentro de lo esperable.
El sonido que produce el Yoga 13 es bastante normalito. Los altavoces están escondidos debajo del teclado y miran hacia arriba, por lo que el sonido suena un poco apagado cuando el Yoga 13 está en modo tablet apoyado sobre una superficie. El volumen máximo es bastante aceptable pero no acaba de sonar demasiado bien.
El Yoga 13 no se calienta demasiado y es bastante silencioso, incluso cuando realizamos tareas intensivas en procesamiento.
Ahora bien, el calor se expulsa por unos orificios situados entre las dos bisagras que permiten girar la pantalla (ver imagen a la derecha). Mientras que en las posiciones de portátil o de tienda de campaña no supone ningún problema, en las posiciones de tablet o soporte el calor va directamente al usuario. No es un problema grave ya que el Yoga 13 no se calienta mucho, pero en verano no es demasiado agradable sentir un continuo flujo de aire caliente.
Pantalla
El Yoga 13 posee una pantalla IPS de 13,3″ con una resolución nativa de 1.600 x 900 píxeles, suficiente para ver los textos nítidos sin que sean demasiado pequeños. Aunque no llega a ser Full HD como otros portátiles y tablets, la mayoría de 13″ optan por una resolución de 1366 x 768, así que en este sentido está por encima de la media.
La pantalla presenta unos colores vivos y unos ángulos de visión buenos aunque, como ocurre con todas las pantallas de cristal, produce cierto reflejos en exteriores o en habitaciones iluminadas desde arriba. El brillo máximo de 300 nits es suficiente para trabajar sin problemas con la pantalla en lugares iluminados. Posee un detector de iluminación y adapta de forma inteligente el brillo a la iluminación ambiental.
La pantalla está protegida por una capa de Gorilla Glass pero no esto no impide que la respuesta táctil sea excelente gracias a su pantalla multi-touch de 10 puntos. Como en todos los dispositivos híbridos, las huellas en la pantalla hacen acto de presencia rápidamente.
Especificaciones técnicas y rendimiento
Aunque Lenovo ofrece distintas configuraciones del Yoga 13 todas ellas son esencialmente variaciones sobre la misma con diferente procesador, memoria de RAM y capacidad del disco SSD.
En el momento de escribir este artículo hay tres posibilidades de procesador:
- Intel Core i7-3517U a 1,9 GHz y Turbo 3,0 GHz
- Intel Core i5-3317U a 1,7 GHz y Turbo 2,6 GHz
- Intel Core i3-3217U a 1,5 GHz
La tarjeta gráfica Intel HD Graphics 4000 integrada que incorpora es capaz de reproducir vídeo HD sin problemas e incluso de mover algunos juegos, pero obviamente carece de la potencia de una tarjeta gráfica dedicada ATI o Nvidia.
El Yoga 13 posee un único slot de memoria SO-DIMM que soporta módulos de hasta 8 GB, por lo que el acceso a la memoria se realiza por un solo canal. Como veremos más adelante, esto penaliza el rendimiento del tablet frente a otros que llevan dos slots o en los que la memoria está directamente integrada en la placa base.
En cuanto a almacenamiento, posee un disco de estado sólido (SSD) que, al ser mucho más rápido que un disco mecánico, contribuye a alcanzar la gran velocidad que obtenemos con este equipo.
Su capacidad es de tan solo 128 GB (aunque puede adquirirse también con 256 GB), lo cual puede resultar algo limitado para aquellos usuarios que quieran almacenar fotos, vídeos y otros grandes ficheros en el Yoga 13.
En el sistema el disco SSD aparece dividido en dos unidades: la principal (Windows8_OS C:) posee una capacidad de 93 GB y quedan libres cerca de 60 GB, y la segunda (Lenovo D:) posee una capacidad de 4 GB y almacena los drivers del sistema.
En todo caso siempre está la posibilidad de almacenar ficheros en la nube gracias al servicio Windows SkyDrive que trae Windows 8 o al servicio Lenovo Cloud Storage by SugarSync que incorpora Lenovo (ver apartado software). Por supuesto, también es posible conectar discos duros externos a través de los puertos USB que incorpora. Lamentablemente solamente posee un puerto USB 3.0, ya que el otro puerto que hay es USB 2.0.
En cuanto a conectividad, el Yoga 13 soporta los estándares habituales 802.11 b/g/n y Bluetooth 4.0. No existe ninguna opción de configuración con slot para tarjeta 3G/4G aunque siempre podemos conectar un modems 3G por USB, recurrir al tethering o a un punto de acceso MiFi.
Hemos realizado una prueba de velocidad del Wi-Fi 802.11n sobre una conexión de fibra óptica 100/10 mediante el test de velocidad de ONO y hemos alcanzado una velocidad de descarga de 76 Mbps y de subida de 9,9 Mbps, unos valores muy satisfactorios.
El Yoga 13 posee un puerto HDMI para poder conectarlo a pantallas externas pero, como hemos comentado anteriormente, no posee ningún conector VGA o similar, lo cual puede resultar problemático para los usuarios profesionales.
Desconocemos la capacidad de la batería del Yoga 13, pero Lenovo afirma que ofrece más de 8 horas de autonomía. Teniendo en cuenta que este dispositivo puede actuar como un tablet y que estos rara vez se utilizan conectados al enchufe, la autonomía del Yoga 13 es un aspecto importante
En nuestras pruebas reprodujimos un vídeo 1080p indefinidamente con el brillo de la pantalla al máximo y Wi-Fi activado. El Yoga 13 aguantó 4h 10m antes de agotar la batería, bastante más que el Surface Pro (2h 45m) que probamos hace unos días aunque menos que el Surface RT (7h 20m).
El cargador de batería del Yoga 13 es bastante pequeño y delgado, y tiene compatibilidad internacional 110-220 voltios (salida: 20 VDC/3.25 A/65 W). El conector de alimentación es diferente al que encontramos en los portátiles Lenovo, y su rediseño se debe al menor grosor de este dispositivo.
El Yoga 13 que hemos probado posee un procesador Intel Core i5-3317u a 1,7 GHz con una tarjeta gráfica Intel HD Graphics 4000 y 8 GB de memoria RAM PC3-12800 en un único slot disponible SO-DIMM. En la siguiente captura tomada con la aplicación HwiNFO64 se pueden apreciar todas las características.
Hemos utilizado PC Benchmark para probar el rendimiento de la CPU, GPU, RAM y Disco. A continuación mostramos los resultados de la prueba que, como era de esperar, son similares al que obtuvimos en el Microsoft Surface Pro (dado que ambos poseen una configuración similar) a excepción de la memoria, donde suponemos que el hecho de que el Yoga 13 tenga un solo canal ha penalizado el rendimiento.
Hemos utilizado 3DMark para probar el rendimiento en 3D del Yoga 13. En la prueba Ice Storm obtuvo 24549 puntos, muy por debajo de los 33879 puntos que obtuvimos con el Microsoft Surface Pro.
En cuanto al rendimiento del navegador, el test de javascript Sunspider 1.0.1 dio un excelente resultado de 157,9 ms. y el test Browsermark 2.0 otorga 3.262 puntos.
Son cifras bastante buenas, como era de esperar para un portátil de estas características.
Dejando a un lado los benchmarks, la sensación de uso del Yoga 13 ha sido muy satisfactoria. El tiempo de arranque estando completamente apagado es bastante bueno ya que en menos de 13 segundos aparece la pantalla de bienvenida.
El potente hardware es capaz de mover con total fluidez el interfaz de Windows 8 y ejecutar sin problemas aplicaciones complejas. Ahora bien, cuando se intenta ejecutar alguna aplicación gráfica 3D muy exigente, especialmente un juego, el Yoga 13 sufre para mantener un tasa de refresco aceptable debido a su tarjeta gráfica Intel HD 4000, no demasiado potente, y la configuración de memoria en un solo canal.
Hemos tenido la oportunidad de probar algunos juegos y, los que son sencillos como Cut The Rope,se ejecutan perfectamente. Sin embargo, juegos de última generación en 3D no van demasiado fluidos, como era de esperar. En nuestro caso hemos jugado a Mass Effect 3 y, aunque era jugable, la tasa de imágenes por segundo era muy baja tan pronto como incrementábamos la resolución y activábamos el antialiasing.
Software
El Yoga 13 corre Windows 8, del que no vamos a hablar ya que suponemos que nuestros lectores conocen bien este sistema operativo. De no ser así, en nuestro análisis del Microsoft Surface Pro hicimos buen repaso por las principales características de este sistema operativo.
Lenovo ha incluido algunas aplicaciones adicionales por encima de Windows 8. Por un lado tenemos sus propias aplicaciones de soporte y productividad:
- Lenovo Support, que incluye información útil sobre el dispositivo (guía, sugerencias, etc.) y permite registrar el dispositivo.
- Lenovo Companion, que es una tienda online de aplicaciones, dispositivos y accesorios de Lenovo.
- Lenovo Cloud Storage by SugarSync, que permite almacenar ficheros en la nube de forma gratuita (hasta 5 GB).
- Energy Management, que permite controlar el uso de energía y establecer opciones para minimizar el consumo de la batería.
- Lenovo Transition, que permite que seleccionar qué aplicaciones (Powerpoint, Media Player, Media Center, Photo Viewer, Photo Live Gallery o Paint) se deben poner a pantalla completa al colocar el dispositivo en modos tienda de campaña, soporte o tablet.
- Lenovo Motion Control, que permite controlar algunas aplicaciones (como Microsoft Office) mediante gestos. Curioso pero poco práctico.
Por otro lado, Lenovo incluye otras aplicaciones de terceros en el Yoga 13:
- YouCam 4, que aplica efectos curiosos sobre la imagen que captura la cámara web.
- Evernote, una aplicación para gestionar notas y almacenarlas en la nube.
- Ebay, una aplicación para gestionar tus compras y ventas en el sitio eBay
- AccuWeather, una aplicación que muestra la previsión metereológica.
- McAfee, un antivirus que nos ha resultado un tanto molesto por su insistencia a la hora de mostrar mensajes de aviso y recordatorio en el escritorio.
- Skype, la popular aplicación de videoconferencia que ya vendrá incluida de serie en Windows 8.1.
- Rara Music, una aplicación de música en streaming del estilo de Spotify.
- OneKey Recovery, que permite realizar imágenes del sistema y restaurarlas posteriormente.
- Kindle, el software de lectura de libros electrónicos de Amazon.
Por último también incluye tres juegos sencillos: Fishing Joy, Fruit Ninja y Birzzle.
Precio
El precio del Yoga 13 depende de la configuración escogida, es decir, del tipo de procesador, cantidad de memoria RAM y tamaño del disco duro SSD.
El precio en Amazon España de un Lenovo IdeaPad Yoga 13 como el que nosotros hemos probado, es decir, con procesador Intel Core i5-3317u a 1,7 GHz, 8 GB de memoria RAM y 128 GB de disco duro SSD,es de [amazon asin=B00DM2B3E0&template=precio&chan=default].
Conclusiones
Lenovo ha innovado en el mundo de los ultrabooks con un dispositivo que ofrece cuatro modos diferentes de funcionamiento – portátil, tienda (de campaña), soporte y tablet – para ajustarse a las necesidades del usuario en cada ocasión.
Esto lo ha conseguido mediante una pantalla capaz de girar 360º en torno a uno de sus lados. Esta característica, que para muchos será su gran virtud por la versatilidad que aporta, también puede ser considerada su punto débil por otros.
Esto es así porque en las posiciones de soporte y tablet el teclado queda expuesto al exterior, lo que resulta algo incómodo a la hora de sostenerlo y contribuye a que se ensucie al apoyarlo sobre una superficie. Como comentábamos anteriormente, nos hubiera gustado que Lenovo incorporase de serie una funda para proteger el teclado en estas situaciones.
Por lo demás, el Lenovo IdeaPad Yoga 13 es un equipo fino, ligero y silencioso, con un acabado en aluminio muy elegante.
Su pantalla IPS de 13,3″ es fantástica gracias a una buena resolución y excelentes ángulos de visión, aunque resulta proclive a producir reflejos y a captar huellas. El teclado es cómodo de pulsar, aunque echamos de menos que las teclas no estén retroiluminadas y un mayor recorrido de las mismas.
El Yoga 13 posee un hardware bastante potente, aunque la existencia de una única ranura de memoria limita el acceso a un solo canal y, en consecuencia, el rendimiento se ve penalizado, como hemos visto en los benchmarks. Además no puede ampliarse la memoria por encima de 8 GB.
La tarjeta gráfica integrada mueve con soltura vídeos HD pero tiene bastantes dificultades a la hora de manejar gráficos 3D complejos de juegos de última generación. En todo caso no creemos que nadie se compre un ultrabook para jugar al último juego 3D del momento.
Los usuarios de negocio pueden echar de menos el puerto Ethernet y lamentar que tan solo posea una salida de vídeo HDMI y ninguna salida VGA.
La existencia de un solo puerto USB 3.0 (más otro USB 2.0) también es una limitación a tener en cuenta.
En definitiva, el Lenovo IdeaPad Yoga 13 es un portátil Windows 8 potente y muy bien construido, aunque no perfecto. Por sus características lo vemos especialmente indicado para aquellos usuarios que deseen llevar un único dispositivo a cuestas en lugar de un portátil y un tablet.
Lo mejor:
- Diseño minimalista, poco grosor, reducido peso y acabado elegante en aluminio.
- Versatilidad de uso gracias a sus cuatro modos de funcionamiento (portátil, tablet, soporte y tienda de campaña)
- Potencia y fluidez en el uso del interfaz y de las aplicaciones, gracias a un hardware bastante potente.
- Pantalla de alta resolución y gran calidad en cuanto a brillo, contraste, ángulos de visión y reproducción de colores
- Teclado cómodo de utilizar, aunque sin retroiluminación de teclas.
Lo peor:
- Los modos tablet y soporte de funcionamiento exponen el teclado al exterior, lo que resulta incómodo a la hora de sostenerlo y apoyarlo. En estos dos modos el aire caliente se dirige hacia el usuario.
- Rendimiento mejorable en juegos 3D debido a la poca potencia de la tarjeta gráfica integrada y a la memoria RAM funcionando en configuración de un solo canal.
- Difícil de acceder al interior para ampliar los componentes (aunque es posible hacerlo).
- Ausencia de puerto Ethernet (o de un adaptador USB a Ethernet) y de un segundo puerto USB 3.0.
Nota: El portátil Lenovo IdeaPad Yoga 13 ha sido cedido amablemente por Lenovo para la realización de este análisis.
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