Análisis a fondo del MacBook Pro de 15″ con Touch Bar
El nuevo MacBook Pro fue presentado el 27 de octubre y, lejos de ser un simple refresco tecnológico, el nuevo dispositivo de Apple incorpora un diseño más estilizado y varias novedades realmente interesantes.
En un mundo en el que las diferencias entre la mayoría de los portátiles se limitan a la potencia del procesador, la cantidad de memoria o el tamaño del disco, Apple ha roto moldes incorporando una innovadora pantalla táctil en el teclado llamada Touch Bar.
Esta barra muestra teclas virtuales cuya función se adapta a la aplicación que estamos utilizando y, en ciertas aplicaciones, extiende el interfaz de usuario con elementos adicionales. Al final de la barra está el lector de huella Touch ID similar al que encontramos en el iPhone o el iPad, que permite desbloquear el ordenador con solo apoyar el dedo.
Apple ha demostrado una vez más que no le importa «el qué dirán» ya que, de igual forma que tuvo el valor de eliminar el conector de auriculares del iPhone 7, en el MacBook Pro ha prescindido de todos los conectores USB convencionales en favor de cuatro puertos USB Tipo-C.
El MacBook Pro llega en dos tamaños de pantalla, 13 y 15 pulgadas, y cuenta con procesadores Intel de sexta generación. A grandes rasgos se comercializan tres modelos de MacBook Pro: uno de 13″ sin Touch Bar (a partir de 1.699 euros), y dos de 13″ y 15″ con Touch Bar (a partir de 1.999 y 2.699 euros respectivamente)
Por cortesía de Apple, hemos tenido oportunidad de probar el MacBook Pro de 15″ con procesador Intel Core i7 de cuatro núcleos a 2.9GHz, 16GB de RAM y 1TB de disco SSD. A continuación, os traemos nuestras conclusiones tras varias semanas de uso a fondo.
Diseño y construcción
El nuevo MacBook Pro posee un atractivo cuerpo de aluminio con dos posibles acabados, en color plata y gris espacial, siendo este último mi color preferido ya que resulta muy elegante. La calidad de la construcción es excelente y, además de ser una máquina muy potente, es un dispositivo que queda bien en cualquier lugar.
Externamente, el diseño del MacBook Pro es similar al del modelo del año pasado, ya que los principales cambios están ocultos bajo la tapa. Apple ha conseguido reducir notablemente el grosor y el peso del nuevo MacBook Pro en relación al de su predecesor, alrededor de 2,5 milímetros y 200 gramos.
Además, el nuevo MacBook Pro también ha disminuido sus medidas de largo y ancho en aproximadamente 1 cm en cada dimensión, por lo que es mucho más «portátil» que su antecesor.
Además de la reducción de peso y tamaño, el nuevo MacBook Pro presenta ciertos cambios de diseño que hacen que el portátil tenga una apariencia muy atractiva. Por ejemplo, mientras que en el modelo anterior la bisagra era claramente visible en color negro, en el nuevo MacBook Pro queda completamente escondida.
Apple también ha modificado el aspecto del logotipo de la manzana, que ya no se ilumina sino que tiene un acabado de espejo similar al que encontramos en el iPhone y en el iPad.
Otra diferencia digna de mención es el diseño del teclado y trackpad. Las teclas son ahora más grandes y, sobre todo, el trackpad ha crecido significativamente de tamaño, algo que mejora enormemente la usabilidad (¿a quién no se le ha quedado pequeña alguna vez la superficie del trackpad al arrastrar un fichero?).
Utilizar un trackpad de este tamaño es una auténtica gozada, y nos gustaría que otros fabricantes siguieran por este mismo camino. La clave para conseguir un trackpad tan grande se encuentra en la tecnología de sensibilidad a la presión de Apple, que permite que obtengas la misma sensación táctil pulses donde pulses.
Como ya ocurrió con el MacBook Pro de 2015, el trackpad del nuevo modelo cuenta con la tecnología Force Touch. Aunque la mayoría de los usuarios no se dará cuenta, el trackpad no se hunde realmente al pulsarlo sino que utiliza la tecnología háptica de Apple para simular un «clic» al ser pulsado.
El trackpad no solamente actúa como un ratón sino que ofrece funcionalidades adicionales. Por ejemplo, puedes variar la velocidad de desplazamiento en QuickTime Player, o acelerar el zoom en Apple Maps. Y si pulsas fuerte sobre una palabra en el navegador podrás ver su definición.
Apple ha mejorado el teclado del MacBook Pro, que ahora cuenta con el mecanismo de mariposa de segunda generación que encontramos en el MacBook de 12″. Este sistema mejora la velocidad de respuesta al escribir, y multiplica por cuatro la estabilidad respecto a la generación anterior.
La diferencia entre el teclado del MacBook Pro y el de otros portátiles es que, gracias a esta mayor estabilidad, el portátil tiembla mucho menos al golpear las teclas con nuestros dedos. La pulsación de las teclas es bastante más sonora, por lo que si acostumbras a teclear fuerte notarás un cierto ruido.
El nuevo MacBook Pro cuenta con dos grandes a altavoces a ambos lados del teclado, lo que rompe con la monotonía de la superficie de aluminio. Los pequeños orificios de los altavoces no desentonan con el resto del portátil sino que se integran perfectamente en el conjunto.
El último gran cambio de diseño tiene que ver con los puertos del portátil. El nuevo MacBook Pro llega con cuatro puerto USB-C Thunderbolt 3 y un conector de auriculares. Esto significa que no hay conectores USB estándar, ni lector de tarjetas SD, ni puerto HDMI o DisplayPort, y ni siquiera el famoso conector de alimentación MagSafe.
Una ventaja de utilizar cuatro puertos USB-C es que podemos cargar el portátil conectando el cable de alimentación a cualquiera de ellos, aunque al haber eliminado el conector MagSafe corremos un mayor riesgo de que el portátil caiga al suelo si alguien tropieza con el cable.
Ahora bien, la ausencia de puertos USB estándar nos ha causado algunos inconvenientes ya que no es posible conectar periféricos externos convencionales tan habituales como una llave o un disco externo USB. Incluso conectar un iPhone para que se cargue requiere ahora un cable especial.
Es cierto que el conector USB-C se está convirtiendo poco a poco en el estándar en el mundo de los smartphones, y ofrece grandes ventajas para los ordenadores como velocidades de transferencia de hasta 40 Gb/s y soporte de dos monitores de hasta 5K cada uno. Sin embargo, Apple parece haberse adelantado a su tiempo al eliminar todos los puertos USB convencionales en el nuevo MacBook Pro.
Pantalla
El MacBook Pro llega con una pantalla IPS que cuenta con una resolución Retina de 2.880 por 1.800 píxeles, lo que nos da una densidad de píxeles muy elevada: 220 ppp. Además posee una amplia gama cromática, ya que es capaz de mostrar el amplio gamut de color P3.
La pantalla del nuevo MacBook Pro es una de las mejores que hemos visto en un portátil. Ofrece colores vivos y un elevado brillo, que además se ajusta automáticamente a la luz ambiente. Se ve extraordinariamente bien desde todos los ángulos y los iconos, textos e imágenes se muestran con gran nitidez.
Al colocar la pantalla del nuevo MacBook Pro junto a la del modelo de 2015, la pantalla del nuevo modelo es notablemente más brillante, y los colores parecen estar más vivos. En cualquier caso, las pantallas de los portátiles de Apple son tan extraordinarias que, salvo que estés haciendo una comparativa frente a otra, es difícil que notes la diferencia.
La matriz de sub-píxeles de la pantalla es de tipo RGB, como es habitual en los paneles LCD IPS. En las pantallas RGB los sub-pixeles se organizan uno a continuación de otro en hileras rojo-verde-azul (RGB), como se puede apreciar en la siguiente imagen.
Para analizar la calidad de la pantalla hemos realizado diversas pruebas con el software profesional CalMAN Ultimate y un colorímetro X-Rite i1Display Pro.
El brillo máximo de la pantalla ha resultado ser de 489 nits según nuestras propias mediciones, bastante cerca de los 500 nits que anuncia Apple en su página web. Este es un valor muy alto, un 67% más elevado que el del modelo anterior, por lo que no deberíamos tener ningún problema en utilizar la pantalla en entornos muy iluminados.
La gama de colores del panel del MacBook es excelente ya que cubre más de un 99% del espacio de color P3, que es un 25% más amplio el espacio de color sRGB habitual. Esto es especialmente interesante para los profesionales que se dedican a la fotografía y el vídeo, ya que el número de tonalidades de rojo y, sobre todo, de color verde es muy superior.
La fidelidad de los colores es muy alta, ya que el error medio resulta ser 2,2 dE (un valor por debajo de 3 dE se considera excelente y por encima de 9 se considera inaceptable), y el error máximo resulta ser de 4,7 dE, un valor bastante bajo.
La temperatura de color de la pantalla resulta ser de 6.843 ºK, un valor ligeramente por encima del nivel de referencia de 6.500 ºK, lo que implica que el blanco es bastante puro aunque tiene un cierto tinte azulado.
El valor de gamma, 2.3, está muy cerca del valor ideal de 2.2, y el color negro es relativamente profundo (0,83 nits), por lo que el contraste resulta ser bastante elevado, alrededor de 710:1.
Hardware y rendimiento
El nuevo MacBook Pro llega con la sexta generación de procesadores dual-core y quad-core de Intel, llamada Skylake.
Los lectores más techies se habrán dado cuenta de que esta no es la última generación de procesadores, ya que ese honor lo tienen las CPUs Kaby Lake de séptima generación. La razón de esta decisión es que, por el momento, no hay procesadores Kaby Lake de cuatro núcleos, y Apple ha dedicado mucho tiempo a optimizar el funcionamiento de macOS con cuatro núcleos.
El MacBook Pro de 15″ puede ser configurado con un procesador de cuatro núcleos a 2.7 o 2.9GHz (con Turbo Boost hasta 3.6 o 3.8GHz) y con 16 GB de RAM LPDDR3 a 2133 MHz.
La limitación de 16GB de RAM puede resultar algo decepcionante para los usuarios más exigentes. Por suerte, macOS utiliza un sistema de compresión de la memoria y, como veremos más adelante, el disco SSD es extremadamente rápido, por lo que la paginación será muy rápida.
Contrariamente a lo que se ha escrito en diversos medios, la limitación de 16GB no es un capricho de Apple sino que responde al objetivo de maximizar la autonomía de la batería. Para un bajo de consumo de energía, los procesadores Intel Skylake solo soportan LPDDR3, que no permiten más de 16GB.
En el apartado gráfico, el MacBook Pro de 15″ llega con una tarjeta dedicada Radeon Pro 455 con 2 GB o Radeon Pro 460 con 4 GB. Apple afirma que el modelo de 15″ ofrece un rendimiento gráfico hasta un 130 por ciento superior.
En cuanto al almacenamiento, el MacBook Pro de 15″ llega con disco SSD PCIe de 512GB, 1TB o 2TB de capacidad. Según Apple, los discos SSD son un 100% más rápidos que los del MacBook Pro anterior, con velocidades de lectura de hasta 3.1 GB/s y velocidades de escritura de hasta 2.2 GB/s.
Lamentablemente el MacBook Pro no ofrece opciones de ampliación, por lo que deberías escoger con cuidado la configuración de tu equipo ya que, en el futuro, no podrás ampliar el disco duro o realizar otras mejoras.
Nosotros hemos tenido oportunidad de probar la configuración más potente del MacBook Pro de 15″: procesador i7 de cuatro núcleos a 2.9 GHz, 16GB de RAM y tarjeta Radeon Pro 460 con 4GB.
La prueba Geekbench 4 ha dado unos buenos resultados: 4.332 puntos en la prueba de un solo núcleo y 13.323 puntos en la prueba multi-núcleo. Los resultados son bastante parecidos a los que obtuvo el modelo del año pasado, por lo que la mejora en rendimiento bruto es bastante pequeña según este benchmark.
Hemos probado la velocidad del disco utilizando la herramienta Blackmagic, que ha ofrecido unos excelentes resultados: ha superado el valor máximo de velocidad de lectura del test, 2.000 MB/s, y ha alcanzado 1.959MB/s en velocidad de escritura.
Para comprobar la velocidad de lectura, he copiado una carpeta de unos 10GB de un lugar a otro del disco duro, y esta operación ha llevado unos 14 segundos. Esto da una velocidad de más de 700 MB/s de lectura+escritura.
Dejando a un lado los benchmarks, mi experiencia en el día a día es muy satisfactoria. Durante las semanas que he venido utilizando el MacBook Pro como mi ordenador principal, no he notado ningún signo de retardo o lentitud.
Navegadores como Safari / Chrome, el editor de imágenes GIMP, la aplicación de música Spotify, la suite ofimática Microsoft Office y otras aplicaciones habituales se mueven con total suavidad.
También he utilizado el MacBook Pro para editar vídeos con la última versión de Final Cut Pro X, y resulta sorprendente la velocidad con la que se renderizan vídeos complejos y la capacidad del portátil a la hora de mostrar pre-visualizaciones en tiempo real con multitud de efectos.
Aunque el MacBook Pro no es un portátil dirigido a los aficionados a los juegos, posee un hardware suficientemente potente como para mover ciertos juegos complejos con suavidad. He probado el juego Tomb Raider: Underworld, un juego 3D con unos gráficos bastante exigentes, que se ha movido de maravilla.
Hemos medido la tasa de imágenes por segundo (FPS) con la herramienta Count It, y hemos obtenido una tasa media de 70 fps a la resolución estándar de 1650 x 1050 píxeles y suavizado medio. La mayor parte del tiempo obtenemos valores comprendidos entre 60 y 80 fps, por lo que el juego se mueve con una gran suavidad.
El MacBook Pro incorpora un ventilador que garantiza que el dispositivo se mantiene a una temperatura adecuada. No obstante, al cabo de unos minutos jugando, la parte inferior del portátil se nota bastante calentita, alcanzando hasta 42ºC según nuestras propias mediciones. Esto hace que pueda resultar algo molesto si lo tenemos apoyado sobre nuestras piernas.
Apple afirma que el MacBook Pro de 15″ ofrece una autonomía de 10 horas de navegación web o reproducción de vídeos de iTunes, lo que supone un incremento de 1 hora respecto al modelo del año pasado, al menos sobre el papel.
A pesar de la mejora en la autonomía, esta sigue sin ser tan elevada como la del MacBook Air o la de otros dispositivos del mercado. Esto se debe sencillamente a que se trata de un ordenador con un grosor mínimo, y por tanto la batería también lo es.
Durante el tiempo que he utilizado el portátil, he obtenido tiempos de batería similares a los enunciados por Apple, aunque obviamente depende mucho del uso que hagas del dispositivo cada día.
En el aspecto de conectividad, el MacBook Pro va bien servido ya que soporta Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac en las bandas de 2.4 y 5 GHz, y Bluetooth 4.2.
La calidad del sonido del MacBook Pro es excelente gracias a los nuevos altavoces estéreo que se sitúan a los lados del teclado. Apple ha duplicado el rango dinámico de los altavoces y ha incrementado el volumen en cerca de un 60 por ciento. La profundidad del sonido podría ser mejor pero, dado el delgado cuerpo del portátil, está muy por encima de lo que vemos en otros portátiles.
La cámara frontal FaceTime HD posee una esolución 720p, que debería ser suficiente para llevar a cabo videoconferencias con FaceTime o Skype.
Touch Bar
La funcionalidad estrella del MacBook Pro es la pantalla táctil Touch Bar con panel OLED y resolución 2170 x 60 píxeles que está situada encima del teclado, sustituyendo a la habitual hilera de teclas físicas de función.
Normalmente esta barra muestra teclas virtuales con atajos a funciones comunes, y las teclas van cambiando en función de la aplicación que utilizamos en cada momento o, incluso, de lo que estamos haciendo dentro de la aplicación.
Además, en algunas aplicaciones, la barra extiende el interfaz de usuario con elementos adicionales, por ejemplo mostrando una línea de tiempos en Final Cut Pro X, una colección de imágenes en Fotos, sugerencias de palabras o de e-mails en Mail u otras funciones que hagan más sencillo el uso de una aplicación.
Ahora bien, conviene tener en cuenta que en ningún caso la pantalla Touch Pad muestra notificaciones o información deslizante, aunque no descartamos que Apple extienda las funcionalidades de esta barra en un futuro con estas y otras funciones.
Por defecto, cuando estás en el escritorio del Mac, la barra Touch Bar muestra la tecla Escape en el extremo izquierdo y algunos iconos a la derecha: brillo, volumen, silencio y Siri.
Si pulsamos sobre las teclas de Brillo o Sonido, aparecen controles deslizantes para ajustar el brillo de la pantalla y la intensidad del sonido arrastrando el dedo.
Además de las cuatro teclas de la parte derecha que hemos indicado, también encontramos una flecha que oculta controles adicionales. Si pulsamos sobre ella, aparecen los mismos controles que encontramos habitualmente en las teclas de función de un Mac.
Las teclas de la Touch Bar son personalizables, por lo que podemos añadir, eliminar o reordenar los atajos a nuestra conveniencia. El proceso de añadir nuevos botones es muy intuitivo ya que basta con arrastrar el botón hacia el extremo inferior de la pantalla y este «salta» a la barra Touch Bar.
Lamentablemente no es posible personalizar las teclas que aparecen cuando la barra Touch Bar está colapsada, sino únicamente cuando está expandida. En lugar de tener una tecla para Volumen que, al ser pulsada, muestra un control deslizante, me gustaría tener permanentemente dos teclas de subir/bajar volumen (las mismas que aparecen cuando pulsamos sobre la flecha) pero esto no es posible.
Touch Bar también es especialmente útil con ciertas aplicaciones, como al utilizar el navegador Safari. La barra muestra todas las pestañas abiertas y podemos pulsar sobre una de ellas para abrirla, así como arrastrarla para cambiar su orden. Cuando colocamos el cursor sobre el campo de dirección web, tus webs favoritas aparecen en Touch Bar.
En la aplicación de correo electrónico Mail y en la de Mensajes, la barra Touch Bar sugiere palabras y nos permite seleccionar emojis, como si estuviéramos usando un iPhone, sugiere destinatarios de correo electrónico y nos propone en qué carpeta guardar un mensaje.
En la aplicación Fotos, la barra Touch Bar muestra las fotografías en miniatura y podemos desplazarnos rápidamente por nuestras fotos arrastrando el dedo sobre la barra. Al ver una imagen en particular, podemos acceder a funciones rápidas de edición e incluso pre-visualizar los efectos de los filtros.
En Final Cut Pro X podemos utilizar Touch Bar para acceder a atajos de funciones comunes o, incluso, para ver una previsualización de las distintas capas de vídeo y desplazarnos cómodamente arrastrando el dedo.
Durante las semanas que he venido utilizando el MacBook Pro, me he acostumbrado a utilizar Touch Bar en muchas aplicaciones. Resulta especialmente útil en aquellas aplicaciones en las que esta barra añade funciones adicionales (como las miniaturas de Fotos o las pistas de vídeo en Final Cut Pro X) que no podemos obtener con pulsaciones de teclas.
He encontrado menos útil las ayudas a la escritura – por ejemplo, las sugerencias de palabras – ya que, cuando tecleo, no estoy mirando el teclado sino la pantalla del ordenador.
Por último, Apple ha publicado un API para que los desarrolladores puedan añadir sus propias teclas a Touch Bar, por lo que próximamente veremos muchas aplicaciones de terceros con sus propias teclas táctiles.
Touch ID
El lector de huella Touch ID lleva presente en el iPhone y en el iPad durante muchos años y, ahora ha llegado también a los ordenadores MacBook Pro en forma de un lector de huella colocado a la derecha de Touch Bar.
Touch ID captura una imagen de alta resolución de tu huella dactilar, genera un código único a partir de la misma y lo almacena en un lugar seguro. En iOS, este lugar forma parte del procesador principal, mientras que en el MacBook Pro se guarda en un chip T1.
Cada vez que tu huella dactilar es validada, el chip genera un token que es utilizado por el sistema operativo para verificar tu identidad. La ventaja de este sistema es que tus huellas dactilares nunca son reveladas al sistema operativo, ni almacenadas en la nube, ni compartidas con nadie.
El registro de la huella dactilar en el MacBook Pro se realiza de forma similar a como se lleva a cabo en el iPhone y iPad. Puedes registrar hasta 3 huellas dactilares por usuario, y un total de 5 huellas para todos los usuarios del ordenador. Puedes incluso utilizar el lector de huella para conmutar entre usuarios.
Al igual que ocurre con el iPhone y el iPad, si reinicias el ordenador, dejas de utilizar Touch ID durante mucho tiempo o el lector no consigue detectar tu huella, debes introducir tu contraseña en el teclado.
El lector Touch ID del MacBook Pro parece ser el mismo que encontramos en el iPhone 6s o iPhone 7, por lo que resulta muy rápido. Para despertar al ordenador basta con colocar el dedo encima del lector y mantenerlo allí varios segundos. Si lo prefieres, puedes despertar primero al ordenador y colocar el dedo después.
Además de acceder a tu escritorio, el uso de Touch ID permite autenticar tus compras en la App Store de Mac o realizar compras con Apple Pay, y en un futuro veremos aplicaciones para macOS que podrán hacer uso de Touch ID. Por el momento Apple no tiene previsto habilitar el uso de Touch ID para sitios web.
macOS Sierra
El MacBook Pro corre macOS Sierra, la última versión del sistema operativo de escritorio de Apple que llegó en septiembre de este año y que incorpora un buen número de mejoras respecto a la versión anterior.
Si llevas puesto un Apple Watch, cuando te acercas al MacBook Pro no tienes que introducir tu contraseña en el teclado o colocar el dedo sobre Touch ID, ya que el ordenador se desbloquea a los pocos segundos. Este sistema funciona muy bien, aunque el proceso de desbloqueo tarda algo más de lo que nos gustaría (unos 3 o 4 segundos) y aparece una notificación en el reloj que debemos descartar.
Otra de las mejoras es Universal Clipboard, que permite compartir el portapapeles entre tus dispositivos iOS y el ordenador. Apple también ha hecho mejoras en iCloud Drive, de forma que ahora los ficheros que tenemos en el escritorio también son compartidos entre dispositivos, tanto ordenadores como dispositivos iOS.
Apple también ha añadido funcionalidades para optimizar el almacenamiento, de forma que ahora es muy sencillo eliminar información redundante y liberar espacio en el disco.
macOS Sierra permite el uso de Apple Pay en la web, de forma que cuando vayas a realizar una compra en una página web con tu MacBook Pro, podrás confirmar el pago cómodamente desde el iPhone o el Apple Wach, o usando el sensor de huella Touch ID.
Por último, Siri también ha llegado llega al MacBook Pro y está disponible en nuestro escritorio con funcionalidades más avanzadas que en iOS. Por ejemplo, Siri puede buscar ficheros en nuestro ordenador y filtrar los resultados, reproducir una lista musical, realizar búsquedas en Internet, enviar un mensaje a un amigo, buscar nuevas películas, etc.
Precio y competidores
Si estás pensando en hacerte con el último MacBook Pro, debes recordar que contar con la última tecnología nunca ha salido barato.
El MacBook Pro con Touch Bar se comercializa en dos tamaños de pantalla, 13 y 15 pulgadas, y existe también un modelo básico sin Touch Bar con un tamaño de pantalla de 13 pulgadas.
Los precios de partida de estos tres modelos son los de la siguiente table, aunque deberías tener en cuenta que estos son los modelos con la configuración más sencilla, y a partir de ahí aumentan en precio según mejoran las especificaciones.
Modelo | Precio base |
MacBook Pro de 13″ con procesador Core i5 a 2GHz, 8GB de RAM, 256GB de almacenamiento SSD, tarjeta gráfica Intel Iris Graphics 540 y 2 puertos Thunderbolt 3 | 1.699 € |
MacBook Pro de 13″ con Touch Bar, Touch ID, procesador Core i5 a 2.9GHz, 8GB de RAM, 256GB de almacenamiento SSD, tarjeta gráfica Intel Iris Graphics 550 y 4 puertos Thunderbolt 3 | 1.999 € |
MacBook Pro de 15″ con Touch Bar, Touch ID, procesador Core i7 a 2.6GHz, 16GB de RAM, 256GB de almacenamiento SSD, tarjeta gráfica Radeon Pro 450 y 4 puertos Thunderbolt 3 | 2.699 € |
Dado que los únicos ordenadores que corren macOS son los de Apple, resulta difícil comentar alternativas a los MacBook Pro de otras marcas ya que cualquier otro fabricante incorpora Windows. Si dejamos a un lado el aspecto del sistema operativo, existen algunos modelos en el mercado que merece la pena tener en cuenta.
Un dispositivo que nos viene a la cabeza es el Surface Book i7, que posee una gran autonomía (16 horas), un buen número de puertos de conexión y un diseño que permite extraer la pantalla y utilizarlo como un tablet. Ahora bien, todavía no se comercializa en España y, cuando lo haga, probablemente supere con creces los 2.000 euros.
Otro dispositivo a tener en cuenta es el HP Spectre x360, que llega con un diseño muy ligero, un procesador Intel de séptima generación, 8 o 16 GB de RAM, y una gran autonomía. Ahora bien, al resolución de su pantalla se queda en 1080p y a nivel gráfico no es tan potente. Su precio parte de 1.499 euros.
Conclusiones
Los seguidores del MacBook Pro esperaban con impaciencia la llegada de un nuevo modelo desde hace tiempo. La compañía tenía motivos para hacernos esperar ya que el nuevo modelo llega con un buen número de novedades y cambios – algunos de ellos no exentos de polémica – más allá del mero incremento de potencia.
Comenzando por su diseño, el MacBook Pro de 15″ sigue las atractivas líneas de diseño exterior del modelo anterior, aunque ha sustituido la iluminación del logotipo de la manzana por un acabado en espejo, y ha reducido su peso, grosor y dimensiones notablemente.
En su interior, sin embargo, los cambios de diseño son más significativos ya que el trackpad ha aumentado significativamente de tamaño y, con ello, ha mejorado la usabilidad. Ahora bien, la estrella del MacBook Pro es la sustitución de la fila de teclas de función por la pantalla táctil Touch Bar y el lector de huella dactilar Touch ID.
Touch Bar es una importante innovación de Apple y resulta un añadido muy interesante en aquellas aplicaciones que aprovechan su versatilidad para ofrecer funciones adicionales, como por ejemplo una vista de timeline en Final Cut Pro X o una vista de fotografías en miniatura en Fotos.
La presencia de Touch ID resulta muy útil a la hora de desbloquear el portátil, ya que basta con apoyar el dedo encima para acceder rápidamente a nuestro escritorio, comprar aplicaciones en la App Store o confirmar pagos con Apple Pay.
Apple siempre ha puesto especial cuidado en las pantallas de sus ordenadores, y el nuevo MacBook Pro no es la excepción. No solamente es más brillante que su predecesor sino que además ofrece un gamut de colores más amplio y, como hemos podido comprobar en nuestras pruebas, ofrece colores fieles a la realidad.
El aspecto más polémico del diseño del MacBook Pro es, sin duda, la ausencia de puertos USB convencionales. Aunque el puerto USB-C se está convirtiendo en algo estándar en smartphones Android, la inmensa mayoría de los periféricos de ordenador aún utilizan USB convencional.
La ausencia de puertos USB convencionales obliga al uso de adaptadores para conectar discos externos, llaves USB, tarjetas de memoria SD, ratones con cable y, básicamente, cualquier periférico. Por ello, la decisión de Apple de prescindir de puertos USB convencionales resulta, en cierta medida, adelantada a su tiempo.
El rendimiento del MacBook Pro es excelente, especialmente en el modelo que hemos probado con la configuración más potente. La velocidad del disco SSD es extraordinaria, y las pruebas de rendimiento del procesador y memoria también han arrojado resultados muy satisfactorios. Quizás la mayor limitación sea el tope de 16GB de RAM, especialmente para usuarios de edición de vídeo y fotografía.
Durante el tiempo que he utilizado el MacBook Pro, he disfrutado de un rendimiento excelente al utilizar varias aplicaciones a la vez – correo electrónico, navegación web, reproducción de películas y música, edición de vídeo, retoque de fotografías, etc. – e incluso he podido disfrutar de algunos juegos 3D como Tomb Raider Underworld con gran suavidad.
Apple ha mejorado el sonido del MacBook Pro, que suena sorprendentemente bien para ser un dispositivo tan fino. Los altavoces están situados a los lados del teclado y resulta una delicia disfrutar de música o películas en este portátil.
La autonomía del MacBook Pro ha mejorado ligeramente respecto al modelo del año pasado, y ahora ofrece 10 horas de navegación web o reproducción de vídeo. El MacBook Pro aguanta bien una jornada de trabajo con un uso intermitente, pero existen otros portátiles que poseen una autonomía superior.
En definitiva, el MacBook Pro es un portátil atractivo, potente e innovador. Está especialmente dirigido a usuarios exigentes, que buscan una gran potencia sin renunciar a la portabilidad, y que tienen una buena cantidad de dinero para gastar en tecnología.
Lo mejor:
- Construcción en aluminio con un diseño muy atractivo. Más ligero y más delgado que su predecesor.
- Teclado muy estable, que no hace vibrar el dispositivo al pulsar las teclas.
- Trackpad de grandes dimensiones que facilita su uso
- Pantalla táctil Touch Bar que mejora la usabilidad gracias a teclas de función contextuales y extensiones del interfaz de usuario
- Pantalla capaz de mostrar un amplio gamut de colores, un brillo muy elevado y una nitidez excelente
- Rendimiento del disco SSD extraordinario
- Lector de huella Touch ID que permite desbloquear el ordenador cómodamente
- Altavoces estéreo que emiten sonido potente y de buena calidad
- Integración de macOS Sierra con los dispositivos iOS
Lo peor:
- Ausencia de puertos USB convencionales y una ranura para tarjeta de memoria.
- Ciertas acciones (por ejemplo, subir/bajar el volumen o el brillo) requieren ahora más pulsaciones
- Autonomía correcta, pero inferior a otras alternativas del mercado
- Componentes internos no ampliables en el futuro
- Precio elevado
Nota: El portátil MacBook Pro ha sido cedido amablemente por Apple España para la realización de este análisis.