🎃 ¡Rebajas de Halloween! ¡Office 2021 para siempre por sólo 29,11€/PC! [ Saber más ]
El sistema de rastreo de contactos para el coronavirus que han desarrollado conjuntamente Apple y Google va a recibir algunos ajustes previos al lanzamiento, en respuesta a las preocupaciones de privacidad que algunos especialistas han puesto encima de la mesa en los últimos días.
El objetivo de esta herramienta es frenar los contagios. Los científicos creen que el COVID-19 tiene un período aproximado de 48 horas antes de que se manifiesten los síntomas, pero durante el cual los infectados son contagiosos para los demás. Aún es más preocupante que un porcentaje de las personas infectadas son completamente asintomáticas — es decir, no muestran ningún signo del virus — pero siguen siendo contagiosas.
El rastreo de contactos tiene como objetivo registrar con quién ha podido entrar en contacto un individuo y, si más tarde tiene un diagnóstico positivo de coronavirus, que se pueda informar a aquellas personas que estuvieron en contacto.
La idea de Google y Apple ha sido crear una nueva API para Bluetooth, que registraría continuamente en los teléfonos de los usuarios de quién han estado cerca en los últimos catorce días. Si más tarde dieran positivo en una prueba de COVID-19, esa información podría usarse para recuperar los registros y alertar automáticamente a los demás de que han estado expuestos.
No es de extrañar que la privacidad haya sido una preocupación clave en el desarrollo del sistema, y Apple y Google fueron muy transparentes con la forma en que trataban los datos personales. Sin embargo, desde que se presentó el enfoque preliminar, ha habido comentarios de la comunidad, y hoy han confirmado una serie de ajustes y adaptaciones.
Por ejemplo, los metadatos de Bluetooth serán cifrados ahora, manteniendo factores como el tipo de teléfono y la fuerza de la señal de Bluetooth segura al igual que los datos de proximidad. Los números que identifican a los usuarios se generarán completamente al azar cada día, en lugar de generarse de otro número vinculado al teléfono.
La API también compartirá ahora la potencia de la señal de Bluetooth, y permitirá a los desarrolladores de aplicaciones que aprovechen la API — que seguirán estando limitados a organizaciones como los organismos gubernamentales de salud, y no a los desarrolladores en general — decidir lo que se considera suficientemente cercano para ser contado como un contacto positivo. Eso debería evitar falsos positivos, si las señales de Bluetooth son lo suficientemente fuertes para atravesar una pared, por ejemplo.
Los datos compartidos ahora mostrarán el tiempo total de contacto entre 5 y 30 minutos en intervalos de 5 minutos. También habrá datos sobre cuánto tiempo ha pasado desde que tuvo lugar el contacto con una persona infectada. Esto tiene como objetivo evitar que el tiempo de exposición se utilice para identificar quién podría ser un contacto. Por último, el nombre de esta herramienta está cambiando a «notificación de exposición» en lugar de «rastreo de contactos».
Google y Apple pretenden lanzar el sistema en su primera versión el próximo mes, aunque dependerá de los gobiernos y otras agencias desarrollar las aplicaciones de rastreo de contactos y animar a los usuarios a instalarlas. Una iteración posterior lo integrará en el sistema operativo, ya sea iOS o Android, de modo que no será necesaria una aplicación.