Apple y Nvidia se salvan (por ahora) de los aranceles del 125% de Trump
En medio de una creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China, la administración Trump ha decidido excluir a los smartphones, portátiles y otros productos electrónicos de consumo de los nuevos aranceles “recíprocos” del 125%, lo que representa un importante respiro para gigantes tecnológicos como Apple, Nvidia y Microsoft.
La exención fue anunciada en un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. publicado el viernes por la noche. La medida llega tras una semana de fuerte inestabilidad en los mercados financieros estadounidenses, provocada por el lanzamiento oficial de una guerra comercial multifrontal liderada por Donald Trump el pasado 2 de abril, conocido como “Día de la Liberación”.
La exención de estos productos, que también incluye routers, auriculares inalámbricos y equipos para fabricación de chips, ha sido vista por muchos analistas como un intento de contener el pánico en los mercados y evitar una mayor caída de las acciones tecnológicas, como ya ocurrió días atrás.
Apple ha sido una de las compañías más vulnerables ante esta ola de aranceles, dado que aproximadamente el 80% de sus iPhones se siguen fabricando en China, principalmente en el enorme complejo industrial de Foxconn en Zhengzhou. Aunque la empresa ha avanzado en diversificar su producción hacia India, su dependencia del mercado chino sigue siendo alta.
En los días posteriores al anuncio de los aranceles, las acciones de Apple llegaron a perder hasta 700.000 millones de dólares de capitalización bursátil, convirtiéndose en una de las mayores víctimas del conflicto comercial.
Chad Bown, investigador principal del Peterson Institute for International Economics, señaló que estas exenciones recuerdan a las que Trump ya aplicó en 2018 y 2019 durante sus anteriores disputas comerciales con China. Sin embargo, advirtió que aún está por verse si esta decisión se mantendrá o si podría revertirse en el corto plazo.
Trump ha indicado que las exenciones se evaluarán de forma “instintiva”, lo que deja una considerable incertidumbre sobre la estabilidad de estas medidas a largo plazo.
A pesar de la exclusión temporal para productos de consumo como teléfonos y portátiles, la administración Trump ha mantenido aranceles del 10% sobre otros socios comerciales y del 20% a todas las importaciones chinas relacionadas con la fabricación de fentanilo.
Además, un funcionario de la Casa Blanca confirmó que se está preparando una nueva investigación que podría resultar en aranceles para el sector de los semiconductores en las próximas semanas.
Según Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, compañías tecnológicas líderes como Apple, TSMC y Nvidia ya están trabajando para trasladar su producción a suelo estadounidense, en línea con la política del presidente Trump de reducir la dependencia tecnológica de China.
Trump ha reiterado que Estados Unidos no puede seguir confiando en China para fabricar tecnologías críticas como chips, teléfonos inteligentes o portátiles. Esta postura forma parte de una estrategia para reforzar la producción local y blindar sectores clave de la economía estadounidense.
Aunque estas exenciones temporales representan un alivio para las tecnológicas, los economistas advierten sobre los efectos negativos a largo plazo. El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, señaló que la inflación en EE. UU. podría alcanzar hasta el 4% debido a los aranceles generalizados que afectan productos de consumo diario.
El riesgo no solo está en el alza de precios, sino también en un posible freno al crecimiento económico, afectando tanto a consumidores como a empresas.