China presenta un innovador sistema de pago que solo requiere tu mano
China ha dado un gran paso hacia el futuro con un innovador sistema de pago que no requiere tarjetas ni dispositivos electrónicos: basta con un simple movimiento de la mano.
El nuevo método, conocido como Weixin Palm Payment, permite a los usuarios pagar el transporte público o ingresar a edificios simplemente escaneando la palma de su mano. Este avance tecnológico utiliza una cámara infrarroja para capturar la huella única de la palma y el patrón de las venas debajo de la piel, lo que garantiza una identificación precisa y rápida. Una vez aprobado, el pago se procesa en cuestión de segundos.
Este desarrollo es obra de Tencent, una de las mayores empresas tecnológicas de China. Fundada en 1998, la compañía es un gigante en entretenimiento, videojuegos, fintech y redes sociales. Con Weixin Palm Payment, Tencent busca simplificar la vida cotidiana de las personas y llevar la tecnología biométrica al uso masivo.
Guo Rizen, subgerente general de la unidad de aplicaciones industriales de Weixin Pay, expresó optimismo sobre el futuro del sistema, afirmando: “Tenemos confianza en esto”.
El concepto no es completamente nuevo. Amazon, por ejemplo, lleva años utilizando su propia tecnología biométrica a través de Amazon One, que permite a los clientes realizar pagos vinculando la información de sus manos con sus datos financieros. Sin embargo, el enfoque de Tencent ha ganado tracción rápidamente en China, promovido con mensajes como: “Pagar con la palma de la mano es como saludar a un amigo”.
Comodidad versus privacidad
Si bien esta tecnología elimina la necesidad de llevar billetera o teléfono, también plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de los datos personales.
Edward Santow, profesor de tecnología responsable en la Universidad de Tecnología de Sídney, advirtió que este tipo de avances podrían alimentar temores de vigilancia masiva. “Las personas no quieren participar en una especie de estado de vigilancia”, señaló.
Santow también resaltó los riesgos asociados con la recopilación masiva de información personal, calificándola como un imán para los ciberdelincuentes. Si estos datos son robados, podrían ser vendidos en el mercado negro, causando serios problemas a los usuarios.
El futuro de los pagos biométricos
Aunque el sistema plantea desafíos en términos de privacidad y ciberseguridad, no cabe duda de que representa un hito en la forma en que las personas interactúan con la tecnología en su vida diaria.
La combinación de rapidez, comodidad y precisión podría convertir los pagos biométricos en una norma global en los próximos años, siempre y cuando se implementen medidas robustas para proteger los datos de los usuarios.