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Quizás te haya pasada alguna vez. Llegas a casa con el móvil con poca batería, lo pones a cargar y… no pasa nada. Es un problema que puede resultar desesperante, y diagnosticar la causa puede serlo todavía más.
Hay varios problemas que pueden estar ocurriendo, desde que tu dispositivo no quiera cargarse hasta que la carga sea realmente lenta (hasta el punto de que gasta más energía de lo que la recibe).
A continuación vamos a revisar los problemas más comunes que han identificado los chicos de Android Central.
Descarga Ampere
Ampere es una herramienta genial para comprobar si tu teléfono se está cargando y a qué ritmo lo está haciendo. Identifica la cantidad de corriente que recibe tu dispositivo cuando se carga.
Si el número que muestra la aplicación es de color verde, el dispositivo se está cargando, pero si es naranja, el dispositivo está gastando energía. Utiliza esta app después de cada uno de los siguientes pasos para ver qué cambios ocurren.
Prueba otra fuente de energía
Quizás tu cargador no sea el problema, sino la fuente de energía. Si estás cargando desde un enchufe, prueba con otro enchufe. Si estás usando un puerto USB del ordenador, prueba con otro puerto o con un cargador de pared.
Si el dispositivo comienza a cargar cuando cambias de fuente de energía, ya has encontrado el problema.
Comprueba el cable USB
Hay dos componentes que deberías probar antes de probar otras cosas: el cargador de pared y el cable de carga. El cable de carga es la fuente de problemas más habitual, ya que suele ser maltratado – lo estiras, lo doblas y lo re-doblas – y eso acaba estropeándolo.
Lo más probable es que tengas algún cable USB por ahí, así que prueba a cambiarlo a ver si se arregla. Si no tienes otro cable, seguro que alguien te puede dejar uno.
Comprueba el cargador
El otro componente que es bastante probable que se te estropee es el cargador de pared. Esto es bastante común si estás usando un adaptador en el que el cable puede ser desconectado, ya que el puerto USB del cargador puede estar estropeado.
Como ocurre con el cable, lo más sencillo es cambiarlo por otro. Si no tienes acceso a otro cargador, puedes probar a conectarlo a tu ordenador. Si carga, es que el cargador de pared está estropeado.
Apaga el teléfono
Si estás jugando a un título 3D exigente mientras tratas de cargar tu teléfono, es posible que tu teléfono consuma energía más rápido que lo que la recibe, por lo que da la impresión de que no esté cargando.
Si apagas tu teléfono mientras lo cargas (o al menos apagas la pantalla), es poco probable que pueda gastar energía. Incluso cambiar a modo Avión puede acelerar la carga.
Comprueba el puerto USB del teléfono
Una vez que has descartado el cable y el adaptador, es hora de comprobar el conector de metal del puerto USB, que puede haberse doblado ligeramente y no hacer contacto con el cable de carga.
Para arreglarlo, apaga el teléfono y, si puedes, retira la batería. Entonces utiliza una aguja o similar y trata de enderezar la pieza interna del puerto USB de tu teléfono. Ten cuidado ya que puedes acabar estropeándolo más, en lugar de arreglarlo. Después vuelve a introducir la batería y prueba de nuevo a cargarlo.
Otra posibilidad es que haya entrado algo en el puerto USB, como pelusas del bolsillo. Si compras una lata de aire comprimido y la diriges al puerto, es posible que consigas extraer cualquier elemento que se haya quedado en el interior.
Sustituye la batería
A veces es fácil identificar baterías estropeadas ya que se sale líquido o se hinchan ligeramente. Sin embargo, si la batería no es reemplazable, ver si el problema es de la batería puede ser más complicado.
A veces la cubierta trasera del smartphone se empieza a deformar, así que si notas esto probablemente deberías dejar de utilizar tu smartphone hasta que lo reparen.
Actualiza tu sistema operativo (o vuelve hacia atrás)
Los cambios del software de tu teléfono pueden afectar a la autonomía más de lo que crees. Aunque normalmente las nuevas versiones de Android están optimizadas para ahorrar batería, los teléfonos más antiguos a veces no aguantan bien las actualizaciones de software y cómo gestionan la batería.
Si encuentras un problema de carga justo después de haber actualizado el software, puede que necesites volver a una versión más antigua de Android. De igual forma, si estás usando una versión antigua de Android, merece la pena actualizar el software para ver si eso soluciona los problemas de carga.