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Hace apenas unas semanas, CrowdStrike, una de las principales compañías de ciberseguridad, se vio envuelta en una crisis global tras una actualización de software que provocó un colapso masivo en millones de ordenadores Windows.
Sin embargo, lejos de esconderse de la atención pública, la empresa ha decidido enfrentar la situación de manera directa. Michael Sentonas, presidente de CrowdStrike, se presentó en el escenario de los Pwnie Awards para recibir el premio al «Fallo más épico».
Un reconocimiento indeseado
Los Pwnie Awards, celebrados en el marco de la conferencia Def Con, inmediatamente después de Black Hat, son conocidos por premiar tanto los logros como los desastres en el mundo de la ciberseguridad.
Este año, CrowdStrike no solo tuvo una presencia destacada en Black Hat, donde regalaron camisetas y figuras de acción en uno de los stands más grandes del evento, sino que también terminaron llevándose un premio que ningún equipo de tecnología quiere recibir.
El discurso de aceptación de Sentonas fue recibido con entusiasmo por los asistentes. Muchos de los presentes parecían dispuestos a darle una segunda oportunidad a la compañía, mostrando aprecio por la valentía de Sentonas al reconocer públicamente sus errores.
Los organizadores del evento explicaron que la decisión de otorgar este premio a CrowdStrike fue una decisión de último minuto, ya que consideraron que no había forma de que otra compañía pudiera superar este fallo. Al recibir el trofeo, Sentonas reconoció con humor que «definitivamente no es un premio del que estar orgulloso».
Lecciones aprendidas y el camino hacia adelante
En su discurso, Sentonas subrayó la importancia de asumir la responsabilidad, tanto cuando las cosas se hacen bien como cuando se cometen errores.
«Creo que el equipo se sorprendió cuando dije de inmediato que aceptaría el premio», comentó. «Nos equivocamos terriblemente, lo hemos dicho en varias ocasiones, y es muy importante reconocerlo. Nuestro objetivo es proteger a las personas, y en esta ocasión no lo logramos. Quiero asegurarme de que todos entiendan que esto no puede volver a suceder.»
Finalmente, Sentonas mencionó que llevaría el trofeo a las oficinas centrales de CrowdStrike, donde lo colocaría en un lugar destacado como un recordatorio constante de la importancia de su misión y de la necesidad de evitar errores de tal magnitud en el futuro.