🧹🪣 ¡Conga 8290! ¡Conoce el robot aspirador con mejor calidad-precio que he probado! [Más info ]
Utilizar emojis en el trabajo puede dar lugar a malentendidos, así que tal vez quieras tener especial cuidado con el emoji de pulgar hacia arriba 👍🏻.
Un juez canadiense ha dictaminado que este emoji es prueba de un acuerdo contractual.
Chris Achter, un agricultor de Saskatchewan, utilizó el emoji en una conversación con Kent Mickleborough, un comprador de grano, en 2021. Después de que el comprador de grano firmara un contrato para comprar 87 toneladas de lino, envió una foto al agricultor. El agricultor respondió con un pulgar hacia arriba, lo que parecía significar que estaba de acuerdo en vender, pero… nunca entregó.
El agricultor argumenta que el emoji no pretendía transmitir eso. Dice que sólo lo envió para mostrar que había recibido el contrato, no que estuviera de acuerdo con sus condiciones. También dice que pensó que le llegaría un «contrato completo por fax o correo electrónico» para que lo revisara.
Pero Mickleborough dice que escribió «Por favor, confirme el contrato del lino» junto con la foto del contrato; así que cuando Achter le devolvió el pulgar hacia arriba, Mickleborough lo interpretó como «su manera» de aceptar sus términos.
Desde la perspectiva de una persona ajena al caso, está claro que la conversación pudo malinterpretarse, sobre todo teniendo en cuenta la variedad de formas en que la gente utiliza los emojis. Pero el juez T.J. Keene señaló que los dos hombres solían llegar a acuerdos contractuales a través de mensajes de texto, y que este intercambio se parecía a otros anteriores.
También se refirió a la definición de dictionary.com del signo del pulgar hacia arriba, que «se utiliza para expresar asentimiento, aprobación o estímulo en las comunicaciones digitales, especialmente en las culturas occidentales». El juez condenó a Achter a pagar una indemnización de 82.200 dólares canadienses (unos 56.000 euros).
Los emojis han aparecido cada vez con más frecuencia en los tribunales estadounidenses, como en la disputa de Twitter con Elon Musk en 2022, después de que éste intentara dar marcha atrás en la compra de la empresa por 44.000 millones de dólares. Entre otras cosas, Twitter acusó a Musk de menospreciar a la empresa al responder al tuit del entonces consejero delegado Parag Agrawal con un emoji de caca. Al final, Musk abandonó la lucha legal y compró Twitter.