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Uno de los elementos más fascinantes que hemos visto en películas son las lentes de contacto inteligentes que muestran información directamente en el campo de visión del protagonista.
Sin embargo, el desafío principal de estos dispositivos es encontrar una fuente de energía adecuada para las funciones de realidad aumentada (AR). Las baterías convencionales no son viables por razones obvias y no se puede poner un puerto de carga en un lente de contacto.
Ahora, un investigador ha creado baterías ultra-delgadas y seguras para lentes de contacto inteligentes.
La innovación de Nanyang Technological University
Lee Seok Woo, de la Universidad Tecnológica de Nanyang, fue inspirado por una escena de la cuarta película de Misión: Imposible, donde un agente usa lentes con capacidades sofisticadas como reconocimiento facial y seguimiento ocular. Para alcanzar este nivel de tecnología, se necesita energía.
La solución propuesta por Lee y su equipo es una batería especial, apenas más gruesa que un cabello humano, que puede ser cargada por el azúcar presente en las lágrimas. Cuanta más humedad haya en los ojos, mejor será la duración de la batería. Esta tecnología no solo podría permitir la creación de lentes de contacto inteligentes, sino también lentes que puedan medir los niveles de azúcar en personas con diabetes.
Diseño y funcionamiento de la batería
Lee y su equipo entendieron que las baterías para lentes de contacto inteligentes deben ser seguras y cómodas de usar. Las lentes de contacto tienen un grosor de solo 0,5 mm, por lo que las baterías deben ser incluso más delgadas. El equipo desarrolló una batería de aproximadamente 0,2 mm, el doble del grosor de un cabello humano.
Para alimentar la batería de manera segura para el usuario, los investigadores exploraron una alternativa biocompatible a las baterías de iones de litio, como las que se encuentran en smartphones.
La batería puede ser recargada mediante un método con cable o un método químico, que consiste en una reacción entre la glucosa que recubre la batería y los iones de sodio y cloruro en la solución salina.
Ocho horas de esta reacción proporcionan un 80% de carga a los lentes inteligentes, suficiente para unas pocas horas de uso.
Recarga a través de lágrimas
Existe otra manera de recargar los lentes de contacto inteligentes: simplemente poniéndolos y dejando que el cuerpo humano haga su trabajo. Las lágrimas también contienen glucosa, por lo que los investigadores descubrieron que la batería de las lentes puede recargarse llorando mientras los usas. Esto significa que cuanto más llores, más batería tendrás. Justificar tus lágrimas a los demás es otro asunto.
Prototipo y usos potenciales
Los investigadores ya tienen un prototipo funcional que puede cargarse mediante ambos métodos, pero aún se enfrentan al desafío de aumentar el voltaje de la batería, que actualmente es de 0.3V a 0.6V. Este voltaje no es suficiente para alimentar el almacenamiento de datos o la conectividad a Internet, elementos esenciales para cualquier funcionalidad AR significativa en lentes de contacto inteligentes.
Mientras trabajan en mejorar las especificaciones de la batería para usos comerciales, los investigadores han identificado otro uso potencial: medir los niveles de glucosa en pacientes diabéticos mediante la lectura del azúcar en las lágrimas. Este invento podría ser un dispositivo revolucionario si logra ofrecer monitorización de azúcar de forma no invasiva.
Futuro y accesibilidad
No está claro cuándo estará listo este producto para uso comercial, pero los investigadores desean que la tecnología de la batería sea lo más asequible posible. Lee comentó que cada batería costaría solo unos pocos dólares.