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En un escenario global cada vez más influenciado por la tecnología, la discusión sobre el papel de la inteligencia artificial (IA) en la toma de decisiones relacionadas con armas nucleares ha cobrado relevancia.
Estados Unidos ha instado a Rusia y China a no permitir que la IA tome decisiones sobre el despliegue de armas nucleares, abogando por la primacía humana en este ámbito crítico.
Paul Dean, subsecretario adjunto principal en la Oficina de Control de Armas, Disuasión y Estabilidad, afirmó que Estados Unidos ha dejado claro su compromiso de que solo los seres humanos tomen decisiones en casos de empleo nuclear. Esta declaración se alinea con la postura de otros países como el Reino Unido y Francia.
Dean expresó que sería bienvenida una declaración similar por parte de China y la Federación Rusa, subrayando la importancia de esta norma en el contexto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
La petición de Estados Unidos llega en un momento en el que diversos países muestran preocupación por el impacto potencial de la IA y las armas autónomas. Uno de los principios clave que Dean resaltó es la necesidad de garantizar que las aplicaciones de IA se desarrollen y utilicen siempre con un propósito específico, para evitar riesgos de error o malinterpretación.
Mallory Stewart, secretaria adjunta de Estado para el Control de Armas de EE. UU., subrayó la importancia de evitar el sesgo de automatización en el uso de la IA. La comprensión precisa del uso adecuado de la IA y los riesgos asociados es esencial para prevenir situaciones problemáticas.