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Cuando Simón Anthony dejó su trabajo en un banco de inversión de Londres para resolver rompecabezas de sudoku en YouTube, todos pensaron que estaba loco.
Sus primeras publicaciones no superaban el centenar de visitas, lo que le llevó a pensar que quizás había sobrestimado la demanda de largos videos de un hombre de 46 años poniendo números en una cuadrícula desde su habitación.
Un año después, Anthony se ha convertido en un fenómeno viral. El canal Cracking the Cryptic que dirige con su viejo amigo Mark Goodliffe, se ha convertido en un canal de éxito en las últimas semanas, atrayendo a más de 200.000 suscriptores y casi 30 millones de visitas.
El último éxito de Anthony es The Miracle Sudoku (Sudoku El Milagro), un vídeo sorprendente de 25 minutos en el que se enfrenta a una cuadrícula aparentemente imposible. En cada video, la vista en directo del rompecabezas ocupa la mitad izquierda de la pantalla, junto a una vista de cámara web de Anthony o Goodliffe, quienes comentan sus intentos de resolverlo.
«Tienes que ser una broma», dice Anthony mientras se enfrenta a una cuadrícula que contiene sólo dos números dados.
Además de las reglas normales (cada fila, columna y bloque de cuadraditos debe contener los números del uno al nueve) este sudoku contiene una serie de restricciones. Las celdas adyacentes no pueden contener dígitos consecutivos, por ejemplo.
Al principio Anthony piensa que le están troleando. Luego, lentamente comienza a agregar números a la pantalla. Cuando, a los 10 minutos, encuentra un lugar para todos los unos y los doses, Anthony se viene arriba. «Esto es asombroso», dice mientras los treses caen en su lugar. «Estamos viendo cómo se desarrolla la magia aquí.»
Antes de la publicación del «The Miracle Sudoku», el gran avance llegó el mes pasado cuando Anthony puso otro video de 25 minutos que ha alcanzado los 4 millones de vistas. »
Anthony, que tiene dos hijos pequeños, no se arrepiente de haber dejado su trabajo en la ciudad. «Sólo lo hice por una razón y era plenamente consciente de que estaba tirando por la borda mi pasado», dice. Se fue con algunos ahorros y con la idea de que el dinero de los anuncios de YouTube podría pagar las facturas. Sus ingresos siguen siendo más bajos de lo que eran, pero ahora están subiendo rápidamente.