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Hace aproximadamente un año, en protesta por la guerra de Ucrania, Apple dejó de vender el iPhone en Rusia. Recientemente, a los funcionarios del Kremlin se les ha prohibido usar el iPhone en el país ante los temores de espionaje.
A los rusos preocupados por no poder comprar el último modelo de iPhone, su gobierno les dijo que no temieran. Una filial de un conglomerado de la industria de defensa en Rusia llamada Rostec desarrolló lo que llamó un reemplazo para el iPhone llamado AYYA T1.
¿Qué tal ha funcionado? No muy bien, según el diario económico ruso Vedomosti, los consumidores rusos han comprado menos de 1.000 unidades del AYYA T1 desde que el dispositivo salió a la venta.
El número real de teléfonos vendidos, según el informe, es de 905. Eso es solo el 18% de las 5.000 unidades producidas y es uno de los mayores fracasos de un teléfono.
Para poner en contexto esta cifra, el año pasado se vendieron en Rusia unos 25 millones de smartphones. Las pobres ventas obligaron a los comercios rusos a reducir el precio a 11.000 rublos (130 euros), lo que supone el umbral de rentabilidad.
La versión minorista del teléfono funciona con Android 11, mientras que la variante para empresas tiene instalado el sistema operativo ruso Aurora. Hay 2.000 unidades para empresas en manos de agentes de la ley rusos y empleados de la agencia de energía nuclear del país.
El teléfono cuenta con una pantalla LCD de 6,5″ con resolución de 720 x 1600. Está alimentado por el SoC MediaTek Helio P70, 4 GB de RAM y cámaras traseras de 12MP y 5MP. Delante hay una cámara selfie frontal de 13 MP.
Incluye una batería de 4000mAh con un puerto de carga USB-C. No hay conectividad 5G, pero hay una ranura microSD con una capacidad de 128GB.