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La policía china ha desbaratdo uno de los mayores grupos de desarrollo de cheats para juegos móviles del mundo.
Los cheats en cuestión incluían cosas como wallhacks y fueron desarrolladas para las versiones móviles de PlayerUnknown’s Battlegrounds (PUBG).
Naturalmente, dado que las trampas tienen un efecto negativo en el juego y en la cuenta de resultados de sus creadores, la empresa china Tencent tenía especial interés en atrapar los creadores de estos cheats.
Una redada policial en Kunshan se saldó con la detención de hasta 10 personas y la incautación de múltiples bienes, entre ellos varios coches caros, que al parecer eran fruto de estas labores.
En colaboración con Tencent, la policía china persiguió a varios de los creadores de cheats. Uno de ellos, Catfish, había ganado suficiente dinero como para retirarse cómodamente del negocio. En el punto álgido de la popularidad de sus cheats, él y sus compatriotas ganaban entre 350.000 y 400.000 dólares al mes (entre 290.000 y 330.000 euros al mes).
Los activos incautados en las mencionadas redadas tenían un valor de 46 millones de dólares.