El Pentágono tiene un láser que identifica a una persona a distancia por su latido cardíaco

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El corazón de cada persona es diferente. Al igual que el iris o la huella dactilar, nuestro latido es único y puede servir para distinguirnos. Y lo que es más importante, puede hacerse a distancia.

La firma cardíaca de un individuo es única y, a diferencia de los rostros o la forma de andar, permanece constante y no puede alterarse ni disfrazarse.

Un nuevo dispositivo, desarrollado para el Pentágono, puede identificar a las personas sin verles la cara. En su lugar, detecta su firma cardíaca única con un láser infrarrojo. Aunque funciona a 200 metros, podrían alcanzarse distancias mayores con un láser mejor.

El nuevo dispositivo, llamado Jetson, utiliza una técnica conocida como vibrometría láser para detectar el movimiento de la superficie causado por los latidos del corazón. Funciona a través de prendas típicas como una camisa y una chaqueta, aunque no de prendas más gruesas como un abrigo de invierno.

La forma más habitual de llevar a cabo la identificación biométrica a distancia es el reconocimiento facial. Pero para ello se necesita una buena vista frontal de la cara, que puede ser difícil de obtener, especialmente desde un dron. El reconocimiento facial también puede confundirse con barbas, gafas de sol o pañuelos en la cabeza.

Se tarda unos 30 segundos en obtener un buen resultado, por lo que actualmente el dispositivo sólo es eficaz cuando el sujeto está sentado o de pie. Puede alcanzar una precisión superior al 95% en buenas condiciones, y que podría mejorarse aún más. En la práctica, es probable que se utilice junto con el reconocimiento facial u otros métodos de identificación.

En febrero de 2021, emaly, director del programa en la Oficina de Apoyo Técnico a la Lucha contra el Terrorismo, explicó en una entrevista que este láser fue desarrollado por Ideal Innovations Incorporated, también conocida como I3, en colaboración con la Universidad de Washington en San Luis. Su desarrollo comenzó en 2010.

Una limitación evidente es la necesidad de una base de datos de firmas cardíacas, pero incluso sin ella el sistema tiene su utilidad. Por ejemplo, un insurgente visto en un grupo colocando un artefacto explosivo improvisado podría ser identificado posteriormente a partir de una firma cardíaca, incluso si el nombre y la cara de la persona son desconocidos.

Las fuerzas armadas estadounidenses también han recogido datos biométricos de forma rutinaria en Irak y Afganistán, por lo que los datos cardíacos podrían añadirse a esa biblioteca.

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