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Horas después de que el FBI arrestara a un hombre armado con un AK-47 en el campo de golf de Trump, Elon Musk publicó un comentario en X que desató una gran controversia. La publicación, que posteriormente fue eliminada, generó una ola de críticas y abrió un debate sobre la responsabilidad de las figuras públicas en las redes sociales.
En su publicación, Musk escribió: «Y nadie está siquiera intentando asesinar a Biden/Kamala 🤔», una frase que rápidamente fue considerada como un comentario fuera de lugar. Aunque muchas personas pueden publicar reacciones en momentos de tensión, Musk no es «cualquiera».
Su posición como una de las personas más influyentes del mundo y su implicación en contratos gubernamentales hacen que cada una de sus palabras tenga un peso considerable.
Reacciones inmediatas
Una de las respuestas más notables fue la de Tom Nichols, un exprofesor del Colegio Naval de Guerra de los EE. UU. y colaborador de The Atlantic, quien señaló:
Tuve una autorización de seguridad durante la mayor parte de mi vida adulta. Si yo hubiera dicho algo así, la habría perdido instantáneamente. Y sin embargo, este tipo sigue siendo un importante contratista del gobierno». Sus palabras resonaron con muchos, destacando la aparente falta de consecuencias inmediatas para Musk.
Para Musk, todo parecía ser una broma malentendida. En una publicación posterior, trató de minimizar el impacto de su comentario:
Bueno, una lección que he aprendido es que solo porque diga algo a un grupo y se rían, no significa que va a ser igual de gracioso en X. Resulta que los chistes son MUCHO menos divertidos si la gente no conoce el contexto y la entrega es solo texto plano.
Este no es el primer incidente donde Musk pone en riesgo su autorización de seguridad. En 2019, el Pentágono revisó su autorización después de que apareciera en el podcast de Joe Rogan fumando marihuana. Y, nuevamente, en 2024, surgieron informes sobre un posible uso de drogas, lo que llevó a una nueva revisión de su acceso a información clasificada.
A pesar de estos antecedentes, Musk ha logrado mantener su acceso a proyectos gubernamentales. No obstante, cada incidente alimenta la preocupación sobre si sus acciones públicas podrían, en algún momento, llevar a consecuencias más serias.