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The Wall Street Journal ha confirmado hoy los rumores sobre que el iPhone 7 guardará un gran parecido con sus predecesores, el iPhone 6 y el 6s.
El dispositivo, que llegará después del verano, incorporará algunos muy pocos cambios de diseño, siendo el único relevante la eliminación del conector de auriculares. Los tamaños de pantalla no cambiarán sino que se mantendrán en 4.7″ y 5.5″.
De ser cierto, esto supondría un cambio en el ciclo de renovación de Apple, que hasta ahora introducía cambios significativos de diseño cada dos años. Según parece tendremos que esperar al año que viene para los grandes cambios.
Se baraja que el iPhone de 2017 podría llegar con una pantalla OLED curvada de lado a lado y un sensor Touch ID integrado en la propia pantalla, lo que eliminaría la necesidad de un botón físico.
El Jefe de Diseño de Apple, Jony Ive, lleva años tratando de que el iPhone tenga el aspecto de una lámina de cristal, según las fuentes del WSJ. El año 2017 marcará el décimo aniversario del iPhone y podría ser el momento elegido para un gran cambio.
Volviendo al iPhone de 2016, este podría llegar con protección frente al agua y será más fino que los anteriores. También se ha rumoreado que podría incorporar un sistema de cámara dual, aunque por ahora no hay nada seguro.