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Como han demostrado los recientes despidos en Twitter, a Elon Musk no le tiembla el pulso a la hora de despedir a sus empleados.
Una de las acciones más destacadas de Musk tras tomar las riendas de Twitter consistió en despedir a varios miembros del consejo de administración de la compañía. Los miembros del consejo no fueron los únicos que se vieron obligados a abandonar Twitter tras la adquisición, ya que Musk despidió a cerca de la mitad de la plantilla de la empresa poco después.
Sin embargo, algunos de esos despidos pueden haber sido prematuros, ya que la empresa pidió a varios empleados que volvieran después de que se descubriera que eran más necesarios para el funcionamiento diario de la empresa de lo que preveían los directivos responsables de realizar los recortes.
Musk afirmó que los despidos eran necesarios debido a la cantidad de dinero que la empresa estaba perdiendo y que probablemente habrían ocurrido de todos modos. Esta afirmación fue respaldada en cierta medida por el ex CEO de Twitter, Jack Dorsey, que asumió la responsabilidad de los recortes y afirma haber hecho crecer «el tamaño de la empresa demasiado rápido.»
Sobrevivir a los recortes no significa que un empleado esté a salvo, como ha descubierto recientemente un ingeniero. El aparentemente ex empleado de Twitter fue despedido públicamente después de participar en un debate en Twitter con Musk.
La disputa con el ex empleado de Twitter comenzó cuando Musk publicó un tuit sobre el rendimiento de la app en algunos lugares, afirmando «Por cierto, me gustaría disculparme por que Twitter es súper lento en muchos países. La aplicación está haciendo >1000 RPCs pobremente agrupados sólo para renderizar la timeline principal!»
Uno de los desarrolladores de Twitter para Android, Eric Frohnhoefer, no estuvo de acuerdo, diciendo que había pasado seis años trabajando en la app y que la declaración de Musk era errónea.
Frohnhoefer aclaró que la app no hace ninguna llamada RPC y que los retrasos se deben al tiempo que se tarda en interactuar con los servidores de Twitter en Estados Unidos, y no a las llamadas remotas que se incorporan a la propia aplicación.
Después de algunas idas y venidas, Musk preguntó directamente al ingeniero sobre lo que había hecho para mejorar la aplicación durante su tiempo en la compañía. Frohnhoefer dio una respuesta detallada en la que citó los problemas que había ayudado a solucionar, los problemas que veía en la aplicación y las posibles soluciones.
Musk pareció despedir públicamente a un empleado después de mantener esta discusión. Al responder a un mensaje de otro usuario que aseguraba que no tendría en su equipo a un empleado con la actitud de Frohnhoefer, Musk se limitó a afirmar: «está despedido» en un tweet, que posteriormente fue borrado.
Musk también utilizó el término «exempleado» para referirse a Frohnhoefer en un tuit posterior, en el que también afirmaba que el desarrollador de Android estaba equivocado y que varios ingenieros de Twitter habían «confirmado de forma independiente» que alrededor de 1.200 llamadas remotas estaban ralentizando la aplicación de Twitter.
Durante un tiempo, no estaba claro si el desarrollador había sido realmente despedido o si Musk estaba bromeando. Frohnhoefer tuiteó ayer afirmando que técnicamente «seguía siendo empleado» de la compañía. La biografía del desarrollador seguía conteniendo la frase «still @ Twitter», aunque también afirmaba que estaba abierto a otras oportunidades.
Luego, en la tarde del 14 de noviembre, el empleado pareció confirmar su despido.