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Elon Musk, fundador de empresas como Tesla y SpaceX, podría enfrentarse a serias repercusiones legales, incluida la revocación de su ciudadanía estadounidense, si se comprueba que mintió en algún punto del proceso migratorio.
Expertos legales han advertido que, si las acusaciones resultan ciertas, el magnate podría incluso ser procesado penalmente.
Musk, originario de Sudáfrica, emigró a Canadá antes de mudarse a los Estados Unidos, donde finalmente se convirtió en ciudadano. A pesar de haber invertido más de 100 millones de dólares en apoyo a la campaña presidencial de Donald Trump, caracterizada por una fuerte retórica antiinmigrante, ha surgido información que cuestiona la legalidad de su propio estatus migratorio en el pasado.
Un artículo de The Washington Post reveló que en la década de los 90, Musk habría trabajado en EE. UU. sin la autorización correspondiente.
Los inicios de Musk en Estados Unidos
En 1995, Musk fue aceptado en un programa de posgrado en Stanford, pero nunca llegó a inscribirse. En lugar de eso, se enfocó en desarrollar Zip2, su primer proyecto empresarial. Según documentos judiciales y testimonios de antiguos socios de negocios, su estatus migratorio no permitía que trabajara legalmente en ese momento.
De hecho, un miembro de la junta de Zip2, Derek Proudian, confirmó que los inversionistas exigieron que Musk y su hermano Kimbal regularizaran su situación laboral en un plazo de 45 días.
Musk niega haber trabajado ilegalmente y asegura que llegó a Estados Unidos con una visa J-1 de estudiante, que posteriormente se convirtió en una visa H-1B. Sin embargo, The Washington Post señala un correo electrónico de 2005, presentado como evidencia en un juicio por difamación, en el que Musk admitió que su solicitud para Stanford era una estrategia para permanecer en el país legalmente.
Implicaciones legales y posibles consecuencias
Los expertos en inmigración coinciden en que trabajar sin autorización y no reportarlo durante el proceso de naturalización constituye una violación seria de la ley estadounidense.
Según Stephen Yale-Loehr, profesor de derecho en Cornell, una mentira sobre estas circunstancias podría justificar la revocación de la ciudadanía. Sin embargo, señala que casos como este son raros y, en general, las autoridades deben considerar si la falta es lo suficientemente grave.
Los expertos creen que sería difícil que Musk enfrente consecuencias severas, como la deportación, por una infracción ocurrida hace décadas.
Si bien la situación aún está llena de incertidumbre, Musk podría disipar las dudas permitiendo que se revelen sus archivos migratorios. Hasta ahora, ni él ni su abogado han respondido a las solicitudes de comentarios sobre este asunto.