Empleados de Samsung despedidos por un descuido en una filtración
El mundo de las filtraciones siempre ha sido un terreno fascinante y polémico. En los últimos días, las redes sociales han ardido con imágenes filtradas de los próximos dispositivos de Samsung, los Galaxy S25 Ultra y Galaxy S25+, compartidas inicialmente por el reconocido filtrador Evan Blass.
Estas imágenes no solo desvelaron detalles del diseño, sino que también confirmaron la fecha del primer evento Unpacked de 2025: el 22 de enero. Ese día, Samsung presentará oficialmente su nueva línea de dispositivos insignia, incluyendo el modelo base Galaxy S25.
Filtraciones con consecuencias serias
Aunque la publicación de Blass generó un gran interés, una filtración previa, publicada por el usuario @Jukanlosreve, tuvo repercusiones más graves.
Las imágenes del Galaxy S25+ mostraban detalles que resultaron ser un grave descuido para algunos empleados de Samsung. Estos dispositivos, a menudo fotografiados con cinta adhesiva tapando en ciertas áreas, buscan proteger números de identificación que podrían rastrear a los responsables de las filtraciones.
Sin embargo, en este caso, las imágenes revelaron datos que llevaron a Samsung a identificar a los empleados involucrados, quienes han acabado despedidos.
Congrats to the owner of unit CE092439139P4DF34E7ECE092 👍
If I can read the identification, Samsung will be able too. https://t.co/hsVC6mwT9u pic.twitter.com/pAwwrhAV81
— Max Jambor (@MaxJmb) December 17, 2024
Las filtraciones pueden parecer un movimiento inocuo, pero para los fabricantes representan un desafío importante. En este caso, el «descuido» fue suficiente para que Samsung tomara medidas drásticas contra quienes violaron las políticas internas de confidencialidad.
Las filtraciones no son bienvenidas
Muchos podrían pensar que las filtraciones son una forma gratuita de publicidad, y que empresas como Samsung las aprovechan para generar expectativa. Sin embargo, para los grandes fabricantes, estas acciones suelen ser más un problema que un beneficio.
Las filtraciones pueden arruinar las estrategias cuidadosamente planeadas, robando protagonismo a los lanzamientos oficiales y reduciendo el impacto de las novedades presentadas durante los eventos.
Los gigantes tecnológicos prefieren mantener el control absoluto sobre la presentación de sus productos, ajustándose a campañas publicitarias diseñadas con meses de anticipación. Cuando las imágenes y características de un dispositivo llegan al público antes de lo previsto, se pierde la sorpresa y, con ella, parte del entusiasmo que rodea estos anuncios.