Este nuevo fraude nos recuerda por qué no debes dejar tu teléfono a un desconocido
El auge de los smartphones ha traído consigo innumerables beneficios, pero también ha incrementado los riesgos asociados a su uso. Si bien instalar una aplicación maliciosa o caer en un intento de phishing puede comprometer tu identidad y credenciales, existe un peligro financiero aún más inminente: las estafas con aplicaciones de pago instantáneo.
Aplicaciones populares como Google Pay, Venmo, CashApp y Zelle facilitan las transacciones, pero también pueden ser utilizadas por estafadores para vaciar cuentas bancarias en cuestión de segundos.
Recientemente, en la ciudad de Nueva York, varias personas desprevenidas fueron víctimas de una nueva modalidad de robo digital. Según un informe de Gothamist, la policía de SoHo ha comenzado a distribuir volantes advirtiendo a los ciudadanos sobre el incremento de estafas de transferencias digitales, donde los ladrones logran que las víctimas transfieran grandes sumas de dinero a sus cuentas sin darse cuenta.
El modus operandi de los estafadores es simple pero efectivo. Se acercan a la víctima bajo el pretexto de solicitar una donación para una organización benéfica, una escuela o una causa social. Si la persona accede y abre una aplicación de pago en su teléfono, el estafador crea confusión, asegurando que la transacción no fue exitosa y ofreciendo «ayuda» para resolver el problema. Este engaño tiene como objetivo que la víctima entregue su teléfono.
Una vez que tienen acceso al dispositivo, los estafadores aprovechan el descuido de la víctima para observar su PIN o patrón de desbloqueo. Con esta información en mano, rápidamente transfieren grandes sumas de dinero a sus propias cuentas en lugar del monto que la víctima pretendía donar.
Además, como tienen el teléfono en su poder, pueden eliminar notificaciones bancarias o cualquier mensaje de alerta de la entidad financiera, retrasando la detección del fraude. Muchas veces, las víctimas solo se dan cuenta de lo sucedido horas después, cuando ya es prácticamente imposible recuperar el dinero enviado.
Las pérdidas registradas en estos robos oscilan entre los 928 y 3.500 dólares por víctima, y en total, el monto defraudado en Brooklyn y Manhattan el año pasado superó los 76.000 dólares.
Las autoridades han identificado un patrón en estos delitos: son más frecuentes en verano, cuando la gente está más expuesta en la calle. Además, algunos arrestos han revelado que los estafadores suelen ser jóvenes de entre 15 y 21 años, provenientes de Jersey City. Por otro lado, la mayoría de las víctimas tienen entre 20 y 40 años, y 35 de los 39 casos reportados han tenido como blanco a mujeres.
Para evitar ser víctima de estas estafas, es fundamental no entregar tu teléfono a desconocidos, especialmente si tienes una aplicación de pago abierta. Además, se recomienda establecer límites de débito en las cuentas bancarias y monederos electrónicos, de manera que se pueda minimizar el impacto de una posible transacción fraudulenta.