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Todos hemos enfrentado la frustración de intentar mantener una conversación en lugares ruidosos, ya sea en un restaurante lleno de gente, durante una reunión en una oficina bulliciosa o en una fiesta con música de fondo.
Esto no solo puede ser incómodo, sino que se intensifica en personas con pérdida auditiva, un problema cada vez más común debido al envejecimiento.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington, Microsoft y Assembly AI ha desarrollado una solución basada en inteligencia artificial (IA) que promete superar esta dificultad. La tecnología permite crear una «burbuja de sonido» en un radio de hasta dos metros, aislando las conversaciones dentro de este espacio y reduciendo considerablemente el ruido externo.
Cómo funciona la burbuja de sonido
El proyecto, liderado por el profesor Shyam Gollakota, combina hardware con algoritmos avanzados de IA para mejorar la capacidad humana de procesar sonidos. A diferencia de los sistemas tradicionales de cancelación de ruido, que se enfocan en reducir el ruido ambiental general, este sistema identifica y suprime específicamente los sonidos que provienen de fuera de la burbuja definida, ajustándose en tiempo real.
El prototipo utiliza auriculares comerciales con cancelación de ruido equipados con hasta seis micrófonos que captan sonidos cercanos y distantes. Estos datos se procesan mediante redes neuronales personalizadas que determinan las distancias de las fuentes sonoras y deciden cuáles están dentro del rango programado, que puede configurarse entre uno y dos metros.
El procesamiento se realiza en un CPU compacto, como un Orange Pi o un Raspberry Pi, lo que permite enviar los datos procesados a los auriculares en milisegundos. Esto asegura que el sonido esté sincronizado con las señales visuales del hablante, ofreciendo una experiencia fluida al usuario.
Resultados impresionantes en pruebas iniciales
En pruebas realizadas en entornos acústicos variados, el sistema logró reducir los sonidos fuera de la burbuja en 49 dB, equivalente a solo el 0.001% de la intensidad original. Además, funcionó de manera efectiva con hasta dos hablantes dentro de la burbuja y hasta dos fuentes de ruido externas, incluso cuando estas últimas eran más fuertes.
El sistema también demostró flexibilidad al adaptarse a la entrada de nuevos hablantes dentro de la burbuja, garantizando una experiencia de comunicación clara y sin interrupciones.
Aplicaciones prácticas y el futuro del diseño portátil
Esta tecnología tiene un enorme potencial en dispositivos personalizables para entornos ruidosos, como oficinas, restaurantes o espacios públicos. También podría ser integrada en audífonos, lo que sería particularmente útil para personas con pérdida auditiva. E
mpresas como Google y Phonak ya han comenzado a incorporar elementos de IA en sus auriculares y audífonos, lo que sugiere que la burbuja de sonido podría ser una evolución natural en este campo.
Para que el sistema se adapte a formatos más portátiles, como audífonos detrás de la oreja o auriculares intrauditivos, será necesario optimizar el diseño para garantizar comunicación inalámbrica eficiente, autonomía de batería para todo el día y comodidad para el usuario.
Un impacto positivo en la interacción humana
Más allá de sus aplicaciones prácticas, esta tecnología tiene un profundo significado social. Al facilitar la comunicación clara en entornos difíciles, podría ayudar a reducir la sensación de aislamiento que muchas personas experimentan en situaciones ruidosas.
Según Gollakota, esta innovación no busca reemplazar capacidades humanas, sino aumentarlas, demostrando cómo la IA puede ser una herramienta para mejorar la calidad de vida y la interacción personal.