Estos drones voladores hacen 1.000 entregas a domicilio al día, sobre todo de cafés
Wing, la empresa de reparto con drones de Alphabet, ha mostrado su nuevo centro de operaciones remotas, donde los pilotos pueden supervisar varias misiones a la vez.
Desde este centro, los operadores gestionan fácilmente vuelos de drones a través de varias pantallas, algunas de las cuales muestran imágenes en directo de los «nidos», que es donde los drones de Wing están aparcados en plataformas de recarga de batería y a la espera de una carga útil.
Las pantallas situadas delante de los pilotos muestran vídeo en directo desde varios lugares, como Texas, Virginia e incluso Australia. La supervisión remota de los drones Wing es como ver una vista general de Google Maps con puntos de localización GPS en la pantalla, además de algunos datos de telemetría como la velocidad y la altura.
Los drones tienen un radio de entrega autorizado de 6,5 km (aunque técnicamente son capaces de recorrer unos 10 km). El radio incluye unos 50.000 hogares que pueden hacer pedidos a través de la aplicación Wing.
Una vez que llega un pedido, los empleados adjuntan los pedidos al dron y éste calcula automáticamente su ruta y, de forma autónoma, despega y entrega el paquete. Los operadores del centro de control están atentos al mal tiempo para cancelar las entregas que puedan verse afectadas. No hay un joystick ni nada parecido para que los pilotos vuelen manualmente los drones a distancia.
Aunque los drones llevan incorporadas cámaras en blanco y negro para la auto-navegación, los operadores no pueden ver una transmisión en directo de las mismas. Si hay algún problema antes, durante o después de la misión, los operadores se ponen en contacto con el servicio de asistencia en tierra, que puede hacer cosas como empujar un dron que no ha empezado a cargar.
Demmit explica que los drones se cargan de forma inalámbrica en las plataformas, realizan autodiagnósticos y envían la información al centro de operaciones remoto. Con una carga completa, son capaces de volar un trayecto de ida y vuelta de 20 kilómetros, y eso con su carga máxima de unos tres kilos. Wing está trabajando en la construcción de drones más grandes y con mayor capacidad.
La recarga de un dron lleva «varios minutos» tras un viaje corto. Hay unos 20 drones voladores en rotación en un momento dado, y cree que es poco probable que alguno de ellos llegue a quedarse sin batería.
Wing ha cosechado la mayor parte de su éxito en Australia, donde ahora realiza 1.000 entregas al día, siendo el café el artículo de transporte número uno. En Estados Unidos, la empresa ha sido la primera en obtener la certificación «Part 135», que permite volar más allá de la línea de visión directa y sobrevolar a las personas.
También opera en Finlandia, cerca de Helsinki, y pronto en Irlanda, cerca de Dublín. La empresa ha superado las 300.000 entregas, según su sitio web. Es un buen comienzo para una operación a escala relativamente pequeña, mientras otras empresas como Amazon tratan de ponerse al día.