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Anker ha admitido que la transmisión de sus cámaras de seguridad Eufy no estaba totalmente cifrada de extremo a extremo, pero ha empezado a aplicar cambios para resolver el problema.
En noviembre, un investigador de seguridad descubrió que las cámaras de seguridad Eufy de Anker enviaban capturas de imagen e información de los usuarios a la nube sin el consentimiento de los propietarios.
Además, resultó que las transmisiones de sus cámaras podían verse en directo con una aplicación como VLC si se conocía la URL de los vídeos — lo cual, por otro lado, no era trivial.
Ahora, Anker ha admitido que las cámaras de seguridad Eufy no están cifradas de extremo a extremo de forma nativa. Además, las cámaras también producían secuencias de vídeo sin cifrar para el portal web de Eufy, al que se puede acceder mediante reproductores multimedia.
Sin embargo, la empresa ha comunicado que ha empezado a aplicar correcciones para solucionar estos problemas. Tiene previsto actualizar las cámaras Eufy para que utilicen WebRTC, que está cifrado por defecto.
Anker también ha pedido disculpas por su falta de comunicación y se ha comprometido a contratar a empresas de seguridad externas para que auditen sus prácticas.