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El crimen ocurrirá el 1 de julio, día en el cual Google Reader nos dejará para siempre.
La reacción no se ha hecho esperar y miles de usuarios están mostrando su rechazo a esta decisión en las redes sociales. Incluso ha surgido ya una iniciativa de petición online que, en el momento de escribir esta entrada, cuenta con cerca de 50.000 firmantes.
Resulta un movimiento extraño para una compañía con unos ingresos de 50.000 millones de dólares que se ha labrado su éxito bajo el eslogan (no oficial) de «No seas malvado» (Don’t be Evil). Muchas compañías matarían por tener el número de fans que Google acumula con su servicio Google Reader y que, de un plumazo, van a abandonar este servicio.
Desde luego el uso de RSS ha decaído en los últimos años gracias al auge de las redes sociales pero su uso sigue siendo muy elevado. El término «Google Reader» se ha convertido de la noche a la mañana en el producto más popular en Twitter, reemplanzado a las famosas Google Glass.
No parece que esta reacción sea algo inesperado para Google, que de alguna forma ya anticipaba la decepción de sus usuarios en el blog oficial de Google Reder: «sabemos que Reader tiene unos seguidores fieles que se pondrán muy tristes de verlo desaparecer. Nosotros también estamos tristes.»
Todo apunta a que buena parte de los usuarios van a migrar a feedly, que ya ha anunciado una transición de Google Reader a su propia plataforma clon de Google Reader llamada Normandy. De hecho en las últimas horas han tenido tantos nuevos usuarios que han experimentado ciertos problemas de capacidad y, hace unos minutos, han confirmado que han aumentado su ancho de banda.