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Google cuenta con un equipo de ingenieros, expertos en normativa publicitaria, que luchan día a día contra la “mala publicidad”.
La compañía ha explicado hoy que, en 2016, ha retirado 1.700 millones de anuncios que infringen las políticas publicitarias, más del doble de la cantidad retirada en 2015.
El año pasado Google amplió sus políticas publicitarias para incrementar la protección de los usuarios contra ofertas engañosas y abusivas. Por ejemplo, en julio presentaron una política para prohibir los anuncios de préstamos vinculados a sueldos, que, a menudo, tienen como consecuencia unos pagos insostenibles y altas tasas de morosidad para los usuarios. En los seis meses desde el lanzamiento de esta política, retiraron más de 5 millones de anuncios de este tipo.
Google también ha mejorado su tecnología para detectar y retirar los anuncios más rápidamente. Por ejemplo, los anuncios del tipo “trick to clic» se camuflan habitualmente como falsos errores del sistema para que los usuarios hagan clic sobre ellos, sin darse cuenta de que, con esa acción, pueden descargar software o malware dañinos en sus equipos. En 2016, Google detectó y eliminó un total de 112 millones de anuncios de este tipo, lo que supone 6 veces más que en 2015.
Uno de los tipos más habituales de malos anuncios son los que promocionan actividades ilegales, como los productos farmacéuticos no aprobados o las empresas de apuestas (en aquellos países en donde estas actividades no están permitidas).
Aunque hace tiempo que Google tiene una política para bloquear anuncios que promocionan productos farmacéuticos no aprobados para su uso, el año pasado sus sistemas detectaron un enorme incremento de este tipo de acciones promovidas por los anunciantes y retiraron más de 68 millones de malos anuncios por infringir las normativas sanitarias, lo que representa un aumento respecto a los 12,5 millones en 2015.
De forma parecida, Google observó más intentos de anunciar acciones relacionadas con las apuestas que no cuentan con las autorizaciones oportunas de los reguladores en los países en donde operan. Por esta razón, la compañía retiró más de 17 millones de malos anuncios por infringir las normativas legales sobre apuestas en 2016.
Otros anuncios intentan hacer que los usuarios hagan clic y vean anuncios engañando de forma intencionadamente con información falsa como, por ejemplo, preguntando: “¿corres el riesgo de padecer esta enfermedad rara que se come la piel?” u ofreciendo curas milagrosas como una pastilla con la que puedes perder 22 kilos en 3 días sin levantar un dedo. En 2016, Google retiró cerca de 80 millones de malos anuncios por engañar, mentir y asustar a los usuarios.
En los últimos años, Google también ha observado un incremento de malos anuncios creados específicamente para dispositivos móviles. Si has estado usando tu teléfono y, de repente y sin avisar, has acabado en una tienda de apps descargando una aplicación de la que nunca habías tenido noticias, puedes echar la culpa a un “anuncio de auto clic”.
En 2015, solo eliminaron algunos pocos de miles de este tipo de anuncios, pero en 2016, los sistemas de Google detectaron y eliminaron más de 23.000 anuncios de auto clic, lo que supone un impresionante incremento interanual.
Aunque Google retiró más anuncios en 2016 que nunca antes, la batalla no ha acabado. La compañía sigue invirtiendo en mejorar la detección de malos anuncios aunque, al mismo tiempo, los estafadores invierten para lograr mecanismos más elaborados y engañar a sus sistemas. ¿Quién ganará la batalla?