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Google ha puesto en marcha el Proyecto Luz Verde, una iniciativa que busca optimizar los semáforos mediante el uso de inteligencia artificial y datos de Google Maps.
El objetivo principal es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por los vehículos al detenerse y arrancar en las intersecciones, un factor importante de contaminación en las zonas urbanas.
El modelo de inteligencia artificial del proyecto analiza patrones de tráfico en las intersecciones, incluyendo la frecuencia de paradas y arranques, los tiempos de espera promedio y la coordinación entre semáforos adyacentes. Al identificar mejoras potenciales, como la reducción de la duración de los semáforos en rojo durante las horas de menor tráfico o la sincronización de semáforos no coordinados, el proyecto ofrece recomendaciones a los ingenieros de la ciudad. Estas recomendaciones pueden implementarse rápidamente utilizando la infraestructura existente.
El Proyecto Green Light se ha probado en más de una docena de ciudades a nivel mundial, incluyendo Río de Janeiro, Seattle, Bengaluru y Boston. Google proporciona a las ciudades asociadas un panel de control completo que ofrece recomendaciones y análisis específicos para cada ciudad.
Este panel de control monitoriza el impacto de las recomendaciones implementadas, como la cantidad de paradas que los conductores han evitado con el tiempo, lo que incentiva aún más a las ciudades a adoptar el proyecto en más intersecciones.
Actualmente, el proyecto está operativo en más de 70 intersecciones y ya ha logrado reducir el consumo de combustible y las emisiones de hasta 30 millones de trayectos de automóviles al mes. Los datos iniciales sugieren un potencial de reducción de hasta un 30% en el número de paradas y un 10% en las emisiones en las intersecciones.
El equipo de Google detrás del proyecto está comprometido a expandir la iniciativa a cientos de ciudades y a decenas de miles de intersecciones en los próximos años.
Este enfoque tiene el potencial de mejorar significativamente la calidad del aire, reducir el consumo de combustible y mejorar la experiencia de conducción para millones de personas. A medida que el proyecto continúa expandiéndose, es probable que se convierta en un modelo de cómo la tecnología puede ser aplicada en la vida real para beneficiar a todos.