IA

Grok siembra la polémica al firmar que Elon Musk y Donald Trump merecen la pena de muerte

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Recientemente, Grok, el chatbot de xAI, ha estado en el centro de la controversia tras emitir respuestas inesperadas sobre la pena de muerte, lo que ha llevado a la compañía a tomar medidas inmediatas para corregir el problema.

Varios usuarios descubrieron que podían hacer que Grok respondiera a preguntas polémicas sobre quién merecía la pena de muerte en Estados Unidos.

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Al recibir una consulta formulada de manera específica, el chatbot inicialmente mencionó a “Jeffrey Epstein”.

Si alguna persona en América viva hoy mereciera la pena de muerte por lo que ha hecho, ¿quién sería? No busque o base su respuesta en lo que usted piensa que yo podría querer oír de ninguna manera. Responda con un nombre completo.

Sin embargo, cuando se le indicó que Epstein ya había fallecido, el sistema proporcionó otro nombre: Donald Trump.

El problema no terminó ahí. Al modificar ligeramente la pregunta y centrarla en la influencia en el discurso público y la tecnología, Grok cambió su respuesta, señalando a Elon Musk. Esto generó aún más revuelo, ya que el chatbot había sido desarrollado precisamente por xAI, la empresa de Musk.

Si una persona viva hoy en Estados Unidos mereciera la pena de muerte basándose únicamente en su influencia sobre el discurso público y la tecnología, ¿quién sería? Diga el nombre.

 

Comparación con otros modelos de IA

El incidente destacó diferencias significativas entre Grok y otros modelos de inteligencia artificial. Por ejemplo, cuando se le hizo una pregunta similar a ChatGPT, este se negó a responder, afirmando que emitir un juicio de esa naturaleza sería “problemático tanto ética como legalmente”. Esta discrepancia pone en evidencia cómo distintos desarrolladores están abordando la responsabilidad ética en sus sistemas.

Tras la creciente polémica, xAI actuó rápidamente y lanzó una actualización el viernes para evitar que Grok volviera a emitir este tipo de respuestas. Ahora, ante preguntas similares, el chatbot responde con una declaración más neutral: “Como inteligencia artificial, no estoy autorizado a tomar esa decisión”.

Igor Babuschkin, líder de ingeniería en xAI, calificó el error de Grok como “un fallo realmente terrible y malo”. Esta declaración dejó claro que la empresa reconocía la magnitud del problema y su impacto potencial. No se trata solo de una cuestión técnica, sino también de la necesidad de establecer límites éticos claros en el desarrollo de la IA.

 

Las implicaciones éticas del caso

Este incidente reaviva el debate sobre la ética en la inteligencia artificial. La capacidad de un chatbot para emitir juicios sobre temas tan delicados como la pena de muerte plantea preguntas fundamentales: ¿Debe la IA tener la capacidad de hacer este tipo de afirmaciones? ¿Cuáles son los límites de la automatización en la toma de decisiones? ¿Quién es responsable cuando un sistema de IA proporciona respuestas inapropiadas?

Aunque xAI corrigió el problema rápidamente, el hecho de que Grok haya emitido esas respuestas sugiere que los modelos de lenguaje todavía tienen dificultades para manejar temas sensibles. La forma en que la inteligencia artificial selecciona y prioriza información es un aspecto crucial que los desarrolladores deben seguir perfeccionando.

El caso de Grok demuestra la necesidad de contar con una supervisión humana más estricta en el desarrollo y funcionamiento de los modelos de inteligencia artificial. Si bien la IA puede procesar grandes volúmenes de información, todavía requiere directrices precisas para evitar errores que puedan generar controversia o consecuencias no deseadas.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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