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En 1995, Microsoft tomó una decisión que cambiaría la historia de internet: integrar Internet Explorer 2.0 en su sistema operativo Windows 95.
Para la empresa, este movimiento era parte de su estrategia habitual, que consistía en identificar un producto tecnológico prometedor, desarrollar su propia versión y ofrecerlo a un precio reducido (o gratuito) para dominar el mercado.
Sin embargo, esta vez, el impacto fue mucho mayor de lo esperado, generando una fuerte reacción de sus competidores y desencadenando demandas y una investigación del gobierno de los Estados Unidos.
Internet en los años 90: El dominio de Netscape
En la década de los 90, navegar por internet era un lujo, y el navegador predominante era Netscape Navigator. Al principio, este software era gratuito para usuarios individuales, académicos y organizaciones sin ánimo de lucro. Sin embargo, con su éxito, Netscape comenzó a cobrar 99 dólares por usuario, tanto para individuos como para empresas.
Entre 1993 y 1995, Netscape Navigator se consolidó como líder del mercado, estando disponible en todos los sistemas operativos principales y presente en hogares y oficinas de todo el país. Pero este panorama cambió drásticamente con la llegada de Internet Explorer 2.0, que Microsoft ofreció gratuitamente como parte de Windows 95.
Aunque Microsoft ya había incluido Internet Explorer 1.0 como parte del paquete Windows 95 Plus!, la versión 2.0 marcó un punto de inflexión. Al ofrecer un navegador gratuito preinstalado, Microsoft facilitó el acceso a internet para cualquier usuario de Windows, algo que Netscape no tardó en criticar como una práctica desleal.
En aquel momento, Netscape dominaba el 90% del mercado de navegadores y acusó a Microsoft de utilizar su posición dominante para crear un monopolio. Los temores de Netscape no eran infundados. Documentos internos de Microsoft revelaron estrategias para competir directamente con Netscape, incluyendo la presión a los fabricantes de equipos originales (OEM) para distribuir Internet Explorer y así «asfixiar» a Netscape Navigator.
La caída de Netscape y el ascenso de Internet Explorer
Durante los años siguientes, ambas empresas compitieron ferozmente. Netscape trató de adaptarse ofreciendo su navegador de forma gratuita y añadiendo herramientas adicionales, pero el dominio de Microsoft ya era abrumador. Con cada PC equipada con Windows, Internet Explorer ganaba terreno, mientras Netscape perdía usuarios.
En 1998, Netscape aún tenía un 30% del mercado, pero su declive era evidente. Ese mismo año, la empresa fue adquirida por AOL por 4.200 millones DE DÓLARES, marcando el principio del fin para Netscape Navigator. Para 2008, Microsoft compró los derechos de Netscape y sus patentes por 1.000 millones, solo para venderlas un año después a Facebook.
Sin embargo, Netscape dejó un legado significativo. Antes de su desaparición, el código fuente de su navegador fue liberado, dando origen a Mozilla Firefox, que todavía es una opción popular en la actualidad.
La adquisición de Netscape no fue el fin de los problemas para Microsoft. Ese mismo año, el gobierno de los Estados Unidos llevó a la empresa a los tribunales por prácticas monopólicas. Aunque inicialmente se ordenó la división de Microsoft en dos compañías (una para sistemas operativos y otra para navegadores), el fallo fue apelado y, tras años de litigios, la empresa salió relativamente ilesa.
A pesar de esta victoria, Microsoft eventualmente se enfrentó a nueva competencia. En la llamada Segunda Guerra de los Navegadores, opciones como Google Chrome y Mozilla Firefox comenzaron a ganar popularidad, desafiando el reinado de Internet Explorer y demostrando que el mercado de navegadores sigue evolucionando.