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La historia de Huawei es la de una empresa que rozó el éxito más absoluto en el mundo de la telefonía móvil para caer a lo más hondo por decisión del gobierno estadounidense en mayo de 2019.
El veto estadounidense ha impedido a Huawei fabricar sus propios chips Kirin, viéndose obligada a utilizar chips de otros fabricantes sin conectividad 5G. Aunque la conectividad 5G no ha resultado ser la maravilla que nos trataban de vender, sigue teniendo mucho tirón a la hora de decantarse por un dispositivo u otro.
Sin embargo, lo que más daño ha hecho a la compañía es la prohibición de incluir los servicios de Google y sus aplicaciones, incluida la tienda Play Store, en sus teléfonos.
Nos guste o no, los servicios de Google son omnipresentes en Android. Muchas aplicaciones se apoyan en los servicios de Google para funcionar (por ejemplo, para mostrar mapas, gestionar pagos o mostrar publicidad), por lo que no disponer de ellos supone un problema para utilizar ciertas apps.
Huawei ha intentado solventar este problema lanzando su propia tienda AppGallery, pero los fabricantes no la han adoptado masivamente. Uno de los ausentes es Google, por lo que no encontrarás Google Maps, YouTube, Gmail u otras apps de manera nativa en la tienda de Huawei.
La división de consumo, que en su momento supuso la mitad de su facturación y apuntaba con convertirse en la número 1, ha visto un retroceso en ventas de prácticamente un 50%, especialmente en los smartphones. En 2020, la compañía vendió 188,5 millones de unidades (incluyendo los de Honor), mientras que en 2021 solo consiguieron sumar 35 millones.
Esto ha llevado a la compañía a una situación difícil. Según cuenta El Confidencial, la filial española de Huawei lleva sufriendo un goteo incesante de salidas y recortes constantes. De hecho, muchas de las personas de Huawei con las que habitualmente tratábamos desde este blog, están ahora en plantilla de otros fabricantes.
Las fuentes consultadas por El Confidencial dan por hecho una reducción de la división de consumo a la «mínima expresión». Otras divisiones se extinguirán por completo, como el departamento encargado de las tiendas de aplicaciones, la plataforma de vídeo, la nube y otros servicios.
La compañía sigue lanzando teléfonos, que son muy bien valorados por la crítica en aspectos como la cámara, pero esto no es suficiente para que los usuarios quieran complicarse la vida con el software. A fin de cuentas, por un precio similar, puedes encuentrar teléfonos igualmente buenos con todos los servicios de Google.
Los recortes también amenazan con la clausura de las tiendas flagship de la compañía situadas en Madrid y Barcelona, algo que podría ocurrir en 2023.
El local que la compañía tiene en la madrileña calle Gran Vía, de 1.100 metros cuadrados, es el más grande que Huawei tiene en el mundo fuera de China. En Barcelona, aunque el local es ligeramente más pequeño, la ubicación también es excelente en la Plaza Cataluña, a unos pocos metros de la App Store de Apple.
Consultados por estos hechos por El Confidencial, la compañía reconoce que «ha realizado algunos ajustes de negocios, centrándose en los negocios clave de Huawei Consumer BG en España para adaptarse a las necesidades del mercado local», pero no da ninguna información sobre el alcance de los recortes ni acerca del cierre de establecimientos físicos.