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El año 2018 no está siendo un gran año para las compañías tecnológicas chinas en Estados Unidos.
En enero, el gobierno estadounidense intervino para impedir acuerdos entre Huawei y operadoras como Verizon y AT&T para la comercialización de smartphones Android. Hace un par de semanas, ZTE fue castigada con una orden que prohíbe a compañías americanas suministrar tecnología a la compañía china.
Según una información publicada esta mañana por Wall Street Journal, las cosas han empeorado todavía más. El Departamento de Justicia está investigando si Huawei desobedeció las sanciones de Estados Unidos con respecto a las exportaciones a Irán, lo que podría resultar en causas criminales contra ejecutivos de Huawei y un revés importante para las aspiraciones de la compañía de expandirse.
No es la primera vez que Huawei ha sido acusada por organismos estadounidenses. En el pasado, los departamentos de Comercio y del Tesoro han solicitado a Huawei sobre posibles violaciones de patentes, pero la involucración del Departamento de Justicia es ahora algo más grave.
La prohibición de exportar componentes a ZTE fue también el resultado violar la proibición de exportación a Irán. En ese caso, ZTE fue declarado culpable de conspirar para saltarse las sanciones de Estados Unidos frente a Irán y Corea del Norte, y fue castigado a pagar una multa, despedir a ciertos empleados y no pagar bonus.
Sin embargo, ZTE no tomó ninguna acción frente a 35 empleados involucrados y mintió sobre el cumplimiento de la orden. Como resultado, el Departamento de Comercio puso en marcha una sanción que impide a cualquier compañía estadounidense — como Qualcomm o Google — suministrar hardware o software a ZTE durante siete años, lo que en la práctica podría suponer la desaparición de la compañía.