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Esta semana, Meta ha presentado el Meta Quest Pro, un nuevo casco de realidad virtual que cuesta nada menos que 1.500 euros y que incorpora cámaras que apuntan hacia el interior para rastrear los ojos y la cara.
Meta ha añadido algunas novedades a su política de privacidad, incluida una titulada «Aviso de privacidad del seguimiento ocular». La compañía dice que utilizará los datos de seguimiento ocular para «ayudar a Meta a personalizar tus experiencias y mejorar Meta Quest.» Esto, en términos comprensibles, significa que ayudará a Meta a mostrar publicidad más dirigida.
Los datos de seguimiento ocular podrían utilizarse «para entender si la gente se involucra con un anuncio o no», ha explicado el jefe de asuntos globales de Meta, Nick Clegg..
Esta tecnología lleva la recopilación de datos a un nuevo nivel. El casco no sólo va a informar a Meta sobre lo que dices que te interesa, sino que el seguimiento de tus ojos y tu cara dará a la compañía una visión sin precedentes sobre tus emociones.
Este tipo de información se puede utilizar para determinar lo que la gente está sintiendo, especialmente emociones como la felicidad o la ansiedad.
Meta ya ha desarrollado un montón de tecnología para estos fines. La empresa presentó en enero la patente de un sistema que «adapta el contenido de los medios» en función de las expresiones faciales, y lleva más de una década experimentando con el aprovechamiento y la manipulación de las emociones de las personas.
A pesar de la preocupación del público por la privacidad, es posible que las personas que utilizan los productos de la empresa no se puedan resistir a activar las funciones de seguimiento ocular por lo que permitirán hacer a su avatar.
De momento, no hay anuncios en Horizon Worlds, la primera iteración del Metaverso de la compañía. Dado que el modelo de negocio bidimensional de Meta se basa en gran medida en los anuncios, la incursión de éstos parece inevitable.
Los anunciantes podrían incluso crear campañas con contenidos específicamente diseñados para personas que parecen frustradas, o anuncios más alegres para personas que están de buen humor.