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Poco antes de que iOS 7 fuera lanzado oficialmente el 18 de septiembre, el juego Infinity Blade III fue publicado en la App Store y se convirtió en la primera aplicación móvil optimizada para el procesador A7 de 64 bits del recién anunciado iPhone 5s.
Una de las ventajas de los procesadores de 64 bits es la capacidad de direccionar memoria por encima de 4 GB, pero en el caso del iPhone 5s no es necesario ya que la memoria sigue siendo de 1 GB. Ahora bien, AnandTech publicó un extenso artículo donde se pone de manifiesto que el uso de un procesador de 64 bits trae muchas otras ventajas con respecto al procesador A6 anterior.
Nosotros hemos querido probar la diferencia en la calidad de los gráficos del juego Infinity Blade III entre un iPhone 5c (con procesador A6 de 32 bits) y un iPhone 5s (con procesador A7 de 64 bits). Dado que las diferencias no son fácilmente perceptibles en una grabación con cámara de vídeo, hemos preferido realizar algunas capturas de pantalla.
En la primera comparativa podemos apreciar la diferencia entre el tratamiento anti-aliasing (suavizado de los bordes para que no tengan apariencia de diente de sierra) que hacen ambos teléfonos. Mientras que en el iPhone 5c los bordes de la armadura se ven pixelados, en el iPhone 5s están más suavizados. También podemos apreciar las diferencias en los efectos de iluminación si nos fijamos, por ejemplo, en la pierna de la derecha del robot, que en el caso del iPhone 5c tiene una iluminación bastante uniforme mientras que en el iPhone 5s se nota que la luz viene de la derecha.
En esta segunda imagen también se aprecia perfectamente la diferencia entre ambos procesadores. La cara de la chica aparece mucho más pixelada en la captura del iPhone 5c que en la del iPhone 5s, como se puede apreciar si, por ejemplo, nos fijamos en las pestañas. La textura de la armadura del robot de la izquierda también presenta un aspecto mucho más detallado y de mayor calidad en el iPhone 5s que en el iPhone 5c.
En esta tercera y última imagen también se aprecia a simple vista que el antialiasing del iPhone 5s es superior al del iPhone 5c. Basta con que nos fijemos en los jirones de las telas, la celosía del muro del edificio o las dos personas de la escena. También se nota que la iluminación de la imagen del iPhone 5s es más rica, ya que hay más zonas con sombras.
En definitiva, el procesador A7 del iPhone 5s añade efectos adicionales como un mayor anti-aliasing y efectos de luz más realistas. Además en ciertas escenas cinemáticas complejas se nota que la tasa de refresco es superior. Por tanto, la experiencia del juego Infinity Blade III en el iPhone 5s es más intensa que en el iPhone 5c, a pesar de que en este último la calidad gráfica también es muy elevada.
En cuanto a tiempos de carga, mientras que el iPhone 5s tarda 33 segundos hasta que llegamos al menú principal, el iPhone 5c se toma 10 segundos más y tarda 43 segundos. En las secuencias cinemáticas también notamos que el iPhone 5s comienza a reproducirlas con unos segundos de antelación.
Visto esto solo nos queda esperar que cada vez más juegos aprovechen la inmensa potencia gráfica del iPhone 5s y podamos disfrutar de juegos con gran calidad visual.