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El Gobierno británico ha introducido una nueva ley que exige que las nuevas viviendas en Reino Unido se construyan preparadas para conexiones de banda ancha gigabit, lo que evitará que los inquilinos tengan que pagar la factura de actualizaciones posteriores.
El Departamento de Digital, Cultura, Medios de Comunicación y Deporte (DCMS) ha anunciado una serie de enmiendas a la Normativa de Edificación de 2010 que obligan a dotar a las nuevas viviendas construidas en Inglaterra de la infraestructura y las conexiones necesarias para lograr una conectividad gigabit a Internet.
Las personas que se muden a viviendas nuevas tendrán una conexión de banda ancha con capacidad de gigabit lista al terminar la construcción, evitando la necesidad de costosas y molestas obras de adecuación una vez construida la vivienda y permitiendo a los residentes disponer del mejor servicio de internet posible en el momento de mudarse.
Para facilitar aún más el acceso de los ciudadanos a una banda ancha mejor, otra nueva ley facilita la instalación de conexiones a internet más rápidas en los bloques de pisos cuando los propietarios ignoran repetidamente las peticiones de acceso de las empresas de banda ancha.
Los costes de conexión se limitarán a 2.000 libras por vivienda para los promotores inmobiliarios, que colaborarán con los operadores de red para conectar las viviendas a la red gigabit. Se calcula que más del 98% de las viviendas entran dentro de este límite, lo que significa que mudarse a una vivienda de nueva construcción sin una velocidad de Internet ultrarrápida será cosa del pasado para la inmensa mayoría de los habitantes de Inglaterra.
Cuando un promotor no pueda garantizar una conexión con capacidad de gigabit dentro del límite de costes, deberá instalar la siguiente conexión más rápida disponible.
E incluso cuando no se disponga de una conexión apta para gigabit dentro del límite de costes, deberá instalarse una infraestructura preparada para gigabits, como conductos, cámaras y puntos de terminación. Esto garantizará que los hogares estén preparados para la era digital, aunque no se conecten de inmediato.