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Todos estamos acostumbrados a que los precios aumenten, pero la subida de precios en los servicios de streaming es algo que ha tomado a muchos por sorpresa.
El mes pasado, Apple TV+ se sumó a la lista de servicios de streaming que han incrementado sus tarifas, pasando de 6,99 a 9,99 euros al mes. Este movimiento siguió el ejemplo de otras plataformas como HBO, Disney+ y Netflix, quienes también han ido subiendo precios.
Según Kelisto, las seis plataformas más populares en España — Amazon Prime Video, Netflix, Disney Plus, HBO Max, Movistar Plus+ y DAZN — han disparado sus precios hasta llegar a un incremento medio de sus tarifas del 82% en comparación con su coste de lanzamiento, cuatro veces más que el IPC.
Los consumidores han expresado su descontento, pero hasta ahora han estado dispuestos a seguir pagando. Es difícil predecir cuál será su límite, pero dado que los analistas creen que es probable que las plataformas sigan aumentando los precios, pronto lo descubriremos.
Las razones detrás de las subidas de precios
Parte de lo que impulsa los aumentos de precios es la saturación del mercado de streaming. Para empresas como Netflix, que cuenta con 247 millones de suscriptores de pago en todo el Mundo, encontrar nuevos suscriptores que mantengan el crecimiento de los ingresos no es tarea fácil.
Netflix ha comenzado a limitar el intercambio de contraseñas para aumentar su base de suscriptores de pago, pero eso solo ayuda hasta cierto punto. Aumentar los precios para los suscriptores existentes es una manera efectiva de impulsar los ingresos y mantener contentos a los inversores.
Para las compañías de medios tradicionales, los precios más altos de streaming son un paso hacia la recuperación de los ingresos perdidos de sus negocios de televisión tradicional en declive. A medida que los consumidores dejan de ver televisión convencional en favor de las plataformas de streaming, los grupos de comunicación televisiva como Atresmedia o Mediaset ven peligrar sus ingresos en publicidad.
Algunos observadores ven otra razón detrás de los frecuentes aumentos de precios: llevar a los suscriptores a su punto de ruptura y hacer que opten por un plan más económico o incluso gratuito con publicidad. El CEO de Disney, Bob Iger, mencionó esto en agosto: «Obviamente, con nuestra estrategia de precios, estamos tratando de migrar a más suscriptores a la opción con publicidad».
¿Por qué? A diferencia de una suscripción de pago, que genera una cantidad fija de ingresos cada mes, no existe un límite para los ingresos por publicidad. El número de anuncios mostrados y las tarifas que una plataforma de streaming puede cobrar a los anunciantes están en constante cambio, lo que ofrece un potencial ilimitado de ingresos.
El futuro de la industria del streaming
Con tantos servicios de streaming y sin ver un final en los aumentos de precios a corto plazo, algo tendrá que ocurrir en algún momento. Los analistas están de acuerdo en que la industria de streaming está al borde de cambiar.
Algunos analistas creen que lo que tendría más sentido es que algunas empresas cierren sus plataformas de streaming y se conviertan en «proveedores de contenido» para el mejor postor.
Muchas de estas compañías han estado en el negocio de la producción de películas y programas de televisión durante décadas, y pueden seguir siendo relevantes en la industria del streaming suministrando contenido a otras plataformas en lugar de administrar la suya propia.
El futuro de la industria del streaming es incierto, pero lo que está claro es que los consumidores seguirán siendo los jueces de cuánto están dispuestos a pagar por su entretenimiento favorito.