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Posiblemente hayas oído hablar de Telegram, un nuevo sistema de mensajería parecido a WhatsApp que incorpora algunas mejoras interesantes en cuanto a privacidad, envío de ficheros adjuntos y coste.
Telegram está basado en un protocolo llamado MTProto creado por Nikolai Durov, un matemático. Telegram permite establecer chats secretos, que se diferencian de los ordinarios en que utilizan cifrado de extremo a extremo. No pueden ser reenviados y puede establecerse que un mensaje se auto-destruya al cabo de un tiempo.
Los fundadores de Telegram también indican que la aplicación será siempre gratuita, porque eso les permite evitar presiones comerciales y legales. Si en algún momento necesitan fondos para crecer, pedirán donaciones u ofrecerán servicios adicionales de pago dentro de la aplicación. Este tipo de servicios podrían incluir un número virtual que pueda ser utilizado en lugar del número real, lo cual asegura más confidencialidad.
A día de hoy Telegram tiene unos 100.000 usuarios activos al día. A diferencia de Whatsapp, cuyos chats de grupo están limitados a 50 personas, Telegram permite hasta 100 miembros.
La información del perfil de cada usuario está accesible con una simple pulsación en la foto del usuario. Ahí también puedes acceder a la última hora a la que se conectó, su número de teléfono y puedes establecer un tono de aviso para cada contacto. También puedes ver cuando otros contactos están en línea o tecleando.
En las pruebas que hemos realizado, sin embargo, nos ha dado la impresión de que el doble check solo aparece cuando el usuario ha leído el mensaje, y no simplemente cuando se ha entregado.
A diferencia de WhatsApp, Telegram no permite enviar mensajes de voz. Ahora bien, Telegram permite enviar cualquier tipo de fichero con un tamaño de hasta 1 GB, incluidos vídeos. Telegram se puede descargar para iOS y Android, y existen versiones no oficiales para Web, Windows, Linux y Mac OS X.