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La elección de un código PIN para proteger nuestras cuentas y tarjetas puede parecer una tarea trivial. Sin embargo, los patrones repetitivos y previsibles en los números que utilizamos hacen que muchos de estos códigos sean extremadamente vulnerables.
Aunque existen 10.000 combinaciones posibles de un PIN de cuatro dígitos, las preferencias humanas hacen que un número reducido de estos se utilicen con mayor frecuencia, lo que facilita a los atacantes adivinarlos.
El código más utilizado: ¿qué hace a un PIN predecible?
El código PIN más común, para sorpresa de nadie, es 1234, utilizado en aproximadamente el 11% de los casos. Este número sencillo y fácil de recordar refleja la tendencia humana a evitar la complejidad.
De hecho, los primeros diez códigos más comunes representan casi un 27% de todos los PIN utilizados, lo que demuestra que las personas tienden a seguir patrones simples y repetitivos, como 1111, 0000, o combinaciones como 1212 y 4321.
Estos números son predecibles porque siguen un patrón fácil de recordar o, como en el caso de 6969, pueden tener connotaciones humorísticas o triviales. En otras palabras, los códigos que se siguen utilizando en masa son aquellos que se alinean con la lógica y la comodidad.
Un descubrimiento interesante es la forma en que la disposición de los teclados influye en la elección de los códigos. Por ejemplo, el código 2580, que aparece con frecuencia, se deriva de la disposición de los números en un teclado de teléfono, ya que representa una secuencia de números «directamente hacia abajo». Esto refuerza la idea de que los usuarios prefieren elegir números que sean fáciles de teclear, lo que aumenta su previsibilidad.
Muchos PIN corresponden a años importantes, como fechas de nacimiento o aniversarios. Los códigos que comienzan con 19, por ejemplo, son extremadamente comunes, con combinaciones como 1972 o 1984 apareciendo con frecuencia en las listas de códigos más utilizados. Esto es preocupante, ya que permite a los atacantes hacer suposiciones basadas en información demográfica, facilitando el proceso de adivinanza.
Los códigos menos comunes: Lo inesperado
Si bien algunos PIN son extremadamente comunes, hay otros que rara vez se utilizan. Por ejemplo, el código menos utilizado en la base de datos analizada fue 8068, encontrado en solo 25 de 3,4 millones de casos.
Curiosamente, aunque se sabe que este PIN es uno de los menos frecuentes, no sería prudente cambiar tu código a este número tras leer este artículo, ya que los hackers también son conscientes de esta información.
Para elegir un PIN más seguro, lo primero es evitar patrones obvios, como secuencias ascendentes o descendentes de números, repeticiones de un solo dígito o fechas importantes. Aunque la aleatoriedad es clave, las personas suelen tener dificultades para generar combinaciones verdaderamente aleatorias.
Si estás buscando protegerte mejor, considera la siguiente estrategia: selecciona números que no sigan patrones evidentes, como aquellos que no se alinean con ninguna disposición familiar de teclados o fechas significativas. Además, evita reutilizar PIN en múltiples plataformas, ya que esta es otra práctica que facilita los ataques.