Los vehículos autónomos son mejores en rectas, pero los humanos tenemos ventaja en giros y por la noche
Un reciente estudio publicado en Nature arroja luz sobre los problemas de los vehículos autónomos al analizar más de 37.000 accidentes que involucraron tanto a vehículos autónomos como a vehículos conducidos por humanos.
Los autores del estudio concluyen que, en general, los vehículos autónomos tienen menos probabilidades de sufrir accidentes en comparación con los vehículos convencionales, aunque en ciertas situaciones su desempeño es inferior.
El estudio se basa en datos de 2.100 accidentes que involucraron sistemas avanzados de conducción (SAE Nivel 4) y sistemas avanzados de asistencia al conductor (SAE Nivel 2), además de 35.113 accidentes de vehículos conducidos por humanos.
Un aspecto clave del estudio es su «análisis de casos y controles emparejados», que categoriza los riesgos según las variables del accidente, como si el vehículo estaba en movimiento recto o girando, y las condiciones de la carretera y el clima.
Vehículo Autónomo Nivel 4 vs. Vehículos Convencionales
Los vehículos autónomos de Nivel 4 (capaces de conducción completamente autónoma) mostraron resultados prometedores en varios aspectos. Fueron un 36% menos propensos a verse involucrados en accidentes con lesiones moderadas y un 90% menos en accidentes fatales.
Además, el riesgo de colisión por alcance se redujo a la mitad, y el riesgo de colisión lateral se redujo a una quinta parte en comparación con los vehículos conducidos por humanos.
No obstante, estos vehículos enfrentan desafíos significativos en ciertas situaciones. Los Vehículos Autónomos de Nivel 4 tienen cinco veces más probabilidades de sufrir accidentes al amanecer y al anochecer y presentan un mayor riesgo en giros, con probabilidades casi duplicadas de accidente en comparación con los vehículos conducidos por humanos.
Los resultados negativos en giros y en condiciones de luz difíciles destacan dos grandes desafíos para los VA: la inteligencia artificial y la recopilación de datos. Girar en el tráfico es una de las situaciones más exigentes para la IA de un Vehículo Autónomo, ya que depende en gran medida de predecir las acciones de otros usuarios de la vía.
Por otro lado, la mayor tasa de accidentes al amanecer y al anochecer apunta a problemas con los sensores visuales de los vehículos autónomos, que tienen dificultades en condiciones de iluminación desfavorable. Sin embargo, los vehículos autónomos de Nivel 4 mostraron un mejor desempeño en condiciones de lluvia y niebla, lo que sugiere que los sistemas de radar y lidar proporcionan una ventaja en situaciones donde la visibilidad se reduce.
Aunque el estudio muestra que los vehículos autónomos tienen un menor riesgo de accidente en general, aún no se puede cantar victoria. La falta de datos suficientes sobre sistemas de Nivel 4 es una barrera significativa, ya que estos vehículos representan una fracción muy pequeña de todos los vehículos en la carretera y solo operan en áreas específicas.